Al igual que la mayoría de los centros históricos, la Ciudad Colonial de Santo Domingo tiene una necesidad evidente de inversión para revitalizar y conservar su inigualable valor histórico y arquitectónico. Existen grandes limitaciones dentro de la planificación implementada hasta el momento. La misma no abarca la escala de procesos sociales, económicos y políticos que conforman la Ciudad Colonial, e impide la articulación de este destino histórico con las dinámicas metropolitanas, regionales e internacionales. Además, esta planificación carece de una democratización del proceso de toma de decisiones.
En las últimas décadas, los diferentes actores han venido trabajando arduamente para organizarse y establecerse como miembros activos y proactivos de la estructura de gobernanza de la Ciudad Colonial. Mercedes Coste, presidenta de la Unión Junta de Vecinos Ciudad Colonial y residente por 30 años de “la zona” –nombre con que se denomina comúnmente al sector–, menciona que “estamos en un momento clave, en que todos los involucrados trabajamos en paz, aunando esfuerzos para que la Ciudad Colonial sea más bella y próspera”. Louis Brocker, presidente de la Asociación Ciudad Ovando, es un jugador clave de esta iniciativa. Esta asociación agrupa a los empresarios, la mayoría residentes solidarios y comprometidos con la recuperación y conservación de la Ciudad Colonial. El propietario del restaurante Pat’e Palo considera que nuestra ciudad necesita convertirse en un destino turístico importante de la región y su casco histórico puede servir de principal atractivo turístico, lo que a su juicio dinamizaría la economía local.
Otros organismos que forman parte importante de la estructura de gobernanza son: el Ayuntamiento del Distrito Nacional, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Turismo, la Policía Nacional, la Politur y la Iglesia católica.
Aliarse nace el pasado mes de marzo a través de una alianza pública entre un grupo de actores que se han unido de manera concertada y democrática en pos del desarrollo de la Ciudad Colonial. Este acuerdo fue firmado por la Unión Junta de Vecinos Ciudad Colonial, la Asociación Ciudad Ovando, el Comité dominicano del Icomos, la Universidad de Puerto Rico (UPR) y la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), teniendo como motivación inicial el objetivo de crear un taller comunitario de arquitectura para la Ciudad Colonial. El movimiento Aliarse permite la participación de todos los sectores en la revitalización del centro histórico, brindando complementariedad de acciones y creando sinergias que incrementan las posibilidades de actuación sobre el territorio.
Según Liliana López Urrutia, una de las principales promotoras del movimiento Aliarse, se debe fomentar la participación de todos los sectores en este “proyecto país” y por esto se ha generado a través de esta iniciativa un espacio para que los distintos actores que inciden en la Ciudad Colonial se conozcan, se genere confianza y se canalicen recursos a favor del desarrollo de la zona.
En las últimas décadas, la estrategia de rescatar y revalorizar el casco histórico a partir de su conservación y adecuación ha demostrado ser poco atractiva para los inversionistas. Es por esto que Aliarse, una alianza multisectorial para el desarrollo de la Ciudad Colonial –compuesta por la sociedad civil, el sector privado y el sector público– ha incluido un cuarto aliado a su formula: la arquitectura. La necesidad de articular los intereses de estos sectores es fundamental para la viabilidad del proyecto Ciudad Colonial, ya que ayudan a la continuidad del proceso, ofrecen un valor agregado al proyecto y contribuyen a su sostenibilidad.
El pasado mes de septiembre, en el acto “Encuentro y voz de la Ciudad Colonial de Santo Domingo”, se presentó un proyecto clave de Aliarse: un taller comunitario permanente que desarrolla una cartera de proyectos arquitectónicos que beneficiarán socioeconómicamente la Ciudad Colonial y su perímetro en Santo Domingo. En el acto formal se presentaron ocho proyectos de arquitectura generados por estudiantes de la UPR y la UNPHU; proyectos elaborados a través de un proceso participativo horizontal de varios meses con la Asociación Ciudad de Ovando, la Unión Junta de Vecinos Ciudad Colonial e Icomos. Estos proyectos tienen el enorme potencial de revelar nuevos mecanismos de gobernabilidad a través de sus planteamientos alternativos y de sugerir reformas de las políticas actuales de desarrollo. Además, fungen como herramientas políticas para cuestionar el modelo de desarrollo actual y sirven como rutas o líneas a seguir para futuras inversiones en la Ciudad Colonial.
Según el arquitecto Omar Rancier, que presidió el acto, Aliarse presenta una nueva estrategia para establecer la Ciudad Colonial principalmente como un activo económico, pero sin dejar atrás su importancia social y cultural. El profesor Manuel Bermúdez, de la Escuela de Arquitectura de la UPR y que vino a acompañar a los estudiantes y a su profesor Jorge Lizardi, explicó que los jóvenes tuvieron la oportunidad de visitar la ciudad de Santo Domingo en el mes de marzo, y en esta visita se reunieron con representantes de los diferentes sectores participantes en la Ciudad Colonial para determinar las necesidades actuales y los proyectos clave.
Según Ludgarda Vega, estudiante de la UPR, es interesante participar en este tipo de trabajo académico ya que la mayoría de las escuelas de arquitectura promueven el diseño de proyectos arquitectónicos icónicos de millones de dólares, negando el potencial que tiene la arquitectura para resolver problemas sociales. Con esta visión social de la arquitectura los estudiantes diseñaron proyectos de viviendas, centros culturales, restauración de ruinas, rutas gastronómicas, revitalización de ejes comerciales, regeneración de espacios públicos e incubadora de negocios.
El proyecto Incubadora de Negocios Comunitarios, de la estudiante Neysha Ríos, se destacó por ser un tema clave para el desarrollo humano de la comunidad y los residentes de la Ciudad Colonial. El mismo plantea el empoderamiento de la población residente a través de la adquisición del conocimiento y las herramientas necesarias para poder insertarse en las dinámicas urbanas actuales y futuras, y en consecuencia genera igualdad de oportunidades para todos.
El Banco Interamericano de Desarrollo, en coordinación con el Mitur, acaba de destinar 30 millones de dólares para el desarrollo turístico de la Ciudad Colonial, lo que augura un clima favorable para el desarrollo de proyectos e inversiones privadas.
“Lo próximo –según el señor Lisandro Macarrulla, vicepresidente de la Asociación Ciudad de Ovando– es dar un paso firme del diálogo a las acciones concretas”. A su juicio, para esto es necesario entender a Aliarse como una marca enfocada en la acción, “una oportunidad de contribuir a la sociedad y al mismo tiempo generar beneficios económicos para todos, el perfecto escenario de ganar-ganar”.