Entrevista al arquitecto Simon Smithson
La división de entrenamientos y conferencias de la empresa Aena, proveedora de productos y servicios para el sector de la construcción, organizó la conferencia “Diseño y construcción de megaproyectos” dictada por el arquitecto Simon Smithson, director de diseño de la terminal 4 del aeropuerto de Madrid.
Simon Smithson dirige la sede de Madrid del estudio de arquitectura de Richard Rogers, Rogers Stirk Harbour + Partners, desde 2004. Ha jugado un papel fundamental en muchos proyectos del estudio. Desde 1997 hasta 2005 dirigió la nueva terminal del aeropuerto de Barajas (T-4), uno de los proyectos clave del estudio. El arquitecto Smithson tomó como punto de partida este proyecto, Premio Internacional de Arquitectura 2007, para compartir sus experiencias con el público y explicar las consideraciones y acciones necesarias para realizar proyectos de gran envergadura.
La actividad contó con una amplia participación de profesionales interesados en los procesos de diseño, planificación y gestión de proyectos de ingeniería y arquitectura. En su estadía en el país, Smithson concedió a Arquitexto una entrevista exclusiva que presentamos a continuación.
Entrevista
A. ¿Cuándo y por qué decidió ser arquitecto?
Decidí estudiar arquitectura a muy temprana edad, cuando tenía alrededor de 11 años y fue probablemente por defecto, ya que conocía lo que era la arquitectura. Si alguien me hubiera dicho cómo convertirme en astronauta quizás lo habría hecho, o si hubiese estado mejor equipado, quizás habría sido un lanzador de Grandes Ligas o un cantante de rock.
A. ¿Cuáles fueron las principales influencias que incidieron en su formación y en su obra?
La influencia clave fue probablemente mi madre, que se interesaba por todo lo que la rodeaba. Creo que para ser un arquitecto tienes que estar atento al mundo. En cuanto al trabajo, he aprendido mucho de mis profesores, de los colegas de la Escuela de Graduados GSD –donde hice una maestría en Diseño Urbano– y de Javier Rey –el jefe de obra del edificio de la terminal de Barajas–. Lo cierto es que uno nunca deja de aprender. Cada día trae una experiencia nueva que debes recoger y archivar, y todas forman una especie de biblioteca en constante expansión.
A. Háblenos de sus obras de España. ¿Cuáles son las más importantes?
Pienso que la remodelación de mi apartamento, porque es “mi trabajo” más que el trabajo de la práctica. Cada trabajo trae sus éxitos y fracasos. Me gusta el trabajo que hicimos en el pabellón de Estado (también en Barajas), ya que el espacio principal está dentro pero fuera: la ambigüedad es interesante. Lamentablemente, los proyectos que se escapan son los que a menudo uno considera como los mejores trabajos: por ejemplo, el concurso de puentes de la Expo Zaragoza o el concurso de diseño del Banco del Sur en Londres, que ganamos pero nunca construimos.
A. Sobre la T-4 y la ampliación del aeropuerto de Barajas, ¿cuál es el mayor aporte?, ¿qué cosas le gustaría cambiar?
El principal aporte es el hecho de que los aeropuertos pueden ser espacios divertidos. A menudo son simplemente funcionales, aburridos o, en muchos casos, solo caóticos. Con respecto a cualquier arrepentimiento que podamos tener, creo que fuimos incapaces de convencer al cliente para que incorporara más medidas ambientales.
A. ¿Cómo definiría la importancia del trabajo en equipo en ese tipo de megaproyectos?
Una buena manera de establecer buenas relaciones de trabajo con los demás consultores es trabajar con ellos en el mismo espacio, pero también dependerá mucho de las personalidades. En Barajas teníamos un grupo que se llevaba bien, con el mismo sentido del humor y dispuestos a aceptar que el proyecto era un esfuerzo de equipo.
A. ¿Cómo transcurre el proceso de diseño? ¿Se trata de un proceso racional o de un proceso intuitivo?
A uno le gusta pensar que es un proceso racional, pero no lo es. Se trata más de aplicar racionalidad a un conjunto aparentemente dispar de insumos. Más que intuición, yo prefiero usar el término «instinto», ya que implica una mezcla de experiencia, intuición y pura conjetura.
¿Hasta qué punto influye la tipología en el diseño de este tipo de obras?
Conscientemente o no, uno siempre se basa en los precedentes. Los aeropuertos son una tipología de edificio relativamente nueva y que está en constante cambio, por lo tanto, acuño la frase: “la única constante en los aeropuertos es un cambio constante”. La gran dificultad que tenemos siempre es convencer al cliente de que vale la pena pagar más por obtener flexibilidad extra, y el tiempo siempre demuestra que lo vale.
A. ¿Qué cosas no pueden faltar en un proyecto?
Un buen cliente, es decir uno que esté preparado para tomar decisiones y asumir riesgos. Lamentablemente, incluso hay menos clientes buenos que arquitectos buenos.
A. ¿Cómo define la arquitectura sostenible?
La arquitectura que trata de edificar responsablemente, en todo el sentido de la palabra.
A. Cuando se habla de innovación en el campo de la sostenibilidad de la arquitectura, se habla de la nueva arquitectura. Pero cuando se trata del tejido urbano ya existente, especialmente los cascos antiguos de las ciudades, ¿cuál debe ser la actitud?
Todos los edificios existen en un contexto y tienen la obligación de ser construidos sobre lo que esté alrededor de ellos; necesitan cumplir los requisitos programáticos, pero al hacerlo también deben contribuir positivamente con su entorno.
A. Entendemos que conoce muchas ciudades, ¿cómo percibe la diferencia entre los centros de las ciudades del mundo desarrollado y las del mundo no desarrollado?
Creo que tal vez la magnitud de los problemas es diferente, pero sospecho que los problemas son fundamentalmente los mismos. El diseño urbano debe lograr que las ciudades sean lugares mejores para vivir y trabajar, y este objetivo debe mantenerse sea cual fuere el nivel de desarrollo.
A. ¿Hasta qué punto deben tenerse en cuenta en el diseño los rasgos culturales de la sociedad para la que se desarrolla la obra?
Las necesidades básicas siempre son las mismas, pero el valor que las culturas o los individuos otorgan a aspectos como luz, sol, vistas, agua, historia, vecinos, entre otros, puede ser diferente. El aspecto más agradable de nuestra profesión es poder conocer, muy íntimamente, diferentes lugares. Nos convertimos en grandes generalistas, desarrollar una especie de curiosidad como de urraca es vital.
A. ¿Cuáles serían las principales tareas de la arquitectura moderna para mejorar la vida de la gente hoy en día, en que predominan las crisis financieras, los cambios climáticos y la escasez de recursos naturales?
El modernismo se basa en la creencia de que el buen diseño puede hacer que la vida de las personas sea mejor; aunque este ideal ha recibido algunos golpes en el camino, sigue siendo un buen objetivo.
A. Usted pertenece a una de las firmas de mayor prestigio internacional, firma que ha construido en todo el mundo y ha ganado importantes premios. Podría decirse que es parte del star system arquitectónico ¿Cómo define la posición actual del arquitecto en la sociedad? ¿Cuál es su mayor responsabilidad?
Yo soy reacio a utilizar cualquier terminología parecida. Me gustaría plantear la observación de que, históricamente hablando, los edificios originales o las obras de arte pioneras no provienen de arquitectos o artistas establecidos. Tal vez está la tranquilidad de saber lo que se obtiene mediante la contratación de un arquitecto y no otro, y esta puede ser la misma razón de por qué McDonalds es todo un éxito, aunque hay lugares mejores para comer.