El artista visual dominicano, maestro de dibujo, pintura y escultura Domingo Liz murió pocos días antes de recibir un reconocimiento muy merecido: el Premio Nacional de Artes Plásticas 2012. Su extraordinaria obra lo ubica como uno de los nombres principales de la historia del arte dominicano. Desde lo local, alcanzó trascendencia universal. Dedicó su vida a lograr un lenguaje que refiere al hombre y fauna dentro de su hábitat y naturaleza dominicana, y en su producción alcanzó niveles magistrales.