El III Congreso de Turismo Accesible: Innovación para el Desarrollo, organizado por la Red Dominicana de Turismo Accesible (Redotacc), reunió a expertos nacionales e internacionales para abordar la accesibilidad como parámetro importante para avanzar hacia una oferta turística de calidad acorde con los tiempos, siendo los compromisos sociales un componente importante.
La finalidad del III Congreso de Turismo Accesible: Innovación para el Desarrollo, fue promover y desarrollar el turismo accesible con el objetivo de aportar al desarrollo económico de la República Dominicana y que nuestra nación pueda convertirse en referente de otros países de la región, al estructurar una propuesta mancomunada con diferentes sectores. Una gran parte de la población mundial no encuentra condiciones para ejercer su derecho al descanso y a la recreación, un derecho establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos como elemento de desarrollo de las personas.
En el proceso de construcción del concepto de desarrollo sostenible, en el turismo y otros sectores, es importante reconocer la diferencia de los conceptos de integración e inclusión social que muchas veces empleamos como sinónimos, sin medir la diferencia abismal que hay entre ellos e ignorando la implicación de diferencias sociales y políticas que cada uno representa. Si hacemos una evaluación desde la óptica de paradigmas sociales, estos conceptos adquieren una connotación totalmente divergente.
La integración nos induce a concluir que podemos escoger qué seres humanos tienen derecho a gozar de ciertos beneficios, tales como convivir en la ciudad y asistir a la escuela. En este contexto, la respuesta de la sociedad ha sido la de realizar pequeños ajustes para que al menos una parte de la población con discapacidad pueda hacer uso, incluso con dificultad, del derecho de ciudad. La inclusión, por su parte, nos muestra otra perspectiva donde las decisiones son guiadas por la certeza de que todas las personas tienen igual derecho, y para hacerlo valer es necesario que se tomen en cuenta sus diferentes necesidades y posibilidades de movilidad, de capacidad sensorial, de capacidad intelectual, necesidades que van cambiando a lo largo de la vida, pues las características de la población en sus diferentes etapas de vida (niñez, adultez, vejez) son muy diferentes, lo que condiciona su uso del espacio público.
De ahí la importancia de la accesibilidad para la construcción y el avance de una sociedad más inclusiva (educación, transporte, trabajo, turismo). La accesibilidad invita a ofrecer igualdad de condiciones para que todos los habitantes puedan moverse libremente por la ciudad y disfrutar de todo lo que ofrece, incluyendo los servicios. En este planteamiento queda implícito que la accesibilidad debe ser global, no debe verse de forma aislada y debe conectarse con soluciones que permitan ejecutar tareas completas.
En el sector turístico, donde proponemos que esta característica sea un atractivo turístico y una oferta de valor para los destinos de nuestro país, el planteamiento debe hacerse de forma integral y gradual desde diferentes sectores (alcaldías, oficinas de turismo, hoteles, atracciones turísticas). De ahí que una de las conclusiones más relevantes del congreso fue la propuesta de elaboración de un plan nacional de accesibilidad turística, una guía necesaria para lograr un avance coordinado en los diferentes puntos turísticos del país, entre ellos, los que cuentan con nuevas inversiones para poder abordar la accesibilidad de forma transversal.
La elaboración de este plan se concibe a partir de la colaboración participativa de distintos subsectores para que pueda recoger sus necesidades y enfoque propios, lo que permitirá a las diferentes partes que componen la cadena turística empoderarse e incluir la accesibilidad en sus planes de mejora, para aumentar la calidad y competitividad. Debemos enfatizar que cuando un destino se plantea trabajar por un turismo accesible debe hacerlo partiendo de varios pilares: ecológico, social y económico.
En general, la aplicación de los principios de accesibilidad universal en la República Dominicana es escasa, al contrario de otros países donde la pertinencia del tema y la progresión de las normativas son mayores y existen desde hace más tiempo. El paisaje urbano y arquitectónico dominicano evidencia un desconocimiento del tema, siendo la mala implementación una práctica común.
Para el 2018 se espera que entre en vigencia la norma ISO sobre turismo accesible. El Comité técnico TC 228 de la Organización Internacional de Normalización (ISO), encargado de turismo y servicios relacionados, desarrollará un estándar internacional global y transversal que incluirá, en primer lugar, un inventario sistemático de los estándares y los criterios técnicos, ya existentes en el ámbito del turismo accesible, y que será completado con recomendaciones y requisitos para los ámbitos que lo requieran.
El turismo accesible es integral y transversal, no se limita a la eliminación de barreras físicas, sensoriales o de comunicación, sino que tiene como finalidad que los entornos, productos y servicios turísticos puedan ser disfrutados en igualdad de condiciones por cualquier persona. El verdadero turismo accesible solo existe cuando la accesibilidad se incorpora a toda la cadena de valor de la experiencia turística; en la consecución de este objetivo resulta de vital importancia el papel que juegan todas aquellas empresas y profesionales que desarrollan e implementan soluciones que facilitan la accesibilidad y la gestión de la misma en equipamientos, recursos y servicios turísticos que componen esa cadena.
En el siguiente enlace encontrarán las conclusiones y recomendaciones del III Congreso de Turismo Accesible: Innovación para el Desarrollo celebrado el 23 de junio del 2017 y organizado por la Red Dominicana de Turismo Accesible (REDOTACC), la Red Española de turismo accesible (Red Estable) y la Bolsa Turística del Caribe (BTC), en el marco de la vigésima primera versión del evento que este último realiza cada año.
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