La exposición The Value of Good Design que fue exhibida en el Museo de Arte Moderno de Nueva York del 10 de febrero al 27 de mayo de 2019 exploró el potencial de democratización del diseño, a través de la exhibición de objetos desde muebles y electrodomésticos, hasta cerámica, vidrio, productos electrónicos, diseño de transporte, artículos deportivos, juguetes y gráficos, comenzando con la iniciativa del MoMA’s Good Design, desde finales de la década de 1930 hasta la década de 1950, la cual defendía productos contemporáneos bien diseñados y asequibles.
En esa época, el concepto de «Buen Diseño» se extendió mucho más allá del Museo y los gobiernos siguieron adelante con la brecha de la Guerra Fría y la consideraron una herramienta vital para la reconstrucción social y económica y el avance tecnológico en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Este alcance global se refleja en muchos de los elementos que se ven, desde un automóvil italiano Fiat Cinquecento del mercado de masas y una cámara Werra alemana de la era soviética hasta una Sony japonesa, hasta una Televisión y una silla de tazón brasileña. Estos trabajos se unen a elementos icónicos e inesperados hechos en los Estados Unidos, como la silla Eames, un coffee maker Chemex y el limpiador de camarones de Irwin Gershen. La exposición también plantea preguntas sobre qué podría significar Good Design hoy, y si los valores de mediados de siglo se pueden traducir y redefinir para una audiencia del siglo 21. Los visitantes pudieron juzgar por sí mismos probando algunos clásicos de «buen diseño» aún en producción, y explorando cómo, a través de sus tiendas de diseño, MoMA continúa incubando nuevos productos e ideas en un mercado internacional.
El valor del buen diseño
¿Hay arte en una escoba? Sí, dice el Museo de Arte Moderno Manhattan, “si está diseñado tanto para utilidad y buena apariencia”. Esta cita, aparecida en una revista Time de una exhibición de diseño de MoMA de 1953, es parte de las preguntas que el Museo ha preguntado desde su inicio: ¿Qué es un buen diseño y cómo puede éste mejorar la vida cotidiana?
El valor del buen diseño explora el potencial de democratización del diseño, comenzando con las iniciativas de Good Design, que promovieron productos asequibles bien diseñados a través de dos exposiciones muy influyentes tituladas Objetos útiles (1938–48) y Good Design (1950–55), así como concursos, publicaciones, e incluso la exhibición de casas amuebladas en el jardín del museo, respaldados por el Departamento de Estado de los EE. UU.
Los eventos del MoMA recorrieron lugares tan lejanos como Stuttgart, Helsinki, y Nueva Delhi. El concepto de buen diseño fue un fenómeno mundial, con gobiernos que lo abrazaron, aun en los lados de la Guerra Fría, como una herramienta vital de la reconstrucción económica, el avance tecnológico y la persuasión política.
Por supuesto, el diseño sigue siendo igualmente importante en nuestra vida hoy El valor del buen diseño tiene como objetivo una reflexión rápida sobre los elementos de diseño cotidianos del presente. Los intentos de definir un diseño «bueno» o «malo» inevitablemente plantean preguntas difíciles: ¿qué valores impulsan tales definiciones, tanto hace décadas como hoy? No obstante, tales juicios influyen por igual en los curadores y en los consumidores, dando forma a cómo percibimos los objetos en la colección del Museo y en nuestras casas, así como encontramos valor en un buen diseño.
Organizado por Juliet Kinchin, Curadora, y Andrew Gardner, Asistente Curatorial, Departamento de Arquitectura y Diseño, Museo de Arte Moderno de Nueva York.