La comunicación audiovisual digital, la fotografía artística y el arte del video están cada vez más presente en el arte visual dominicano. Al eterno conflicto de qué es arte se ha sumado la producción digital de obras artísticas para el ciberespacio, imposibles de materializar, como son los NFT y el criptoarte, tendencias de arte digital que están revolucionando el mundo del arte. De cualquier manera, sea cual fuere la expresión artística utilizada por el artista, en la obra de arte se aúnan técnica y contenido, y sobresalen aquellas que sean capaces de establecer un diálogo con el observador por medio de una presentación formal exquisita y discursos que conducen a la reflexión.
La imagen fija y en movimiento es el formato de comunicación audiovisual digital más utilizado por los dominicanos y el resto del mundo. Los medios sociales —tanto las cuentas personales como las comerciales— se esmeran en presentar imágenes muy atractivas gracias a programas de fácil utilización, con los que generan contenidos cada vez más llamativos pero con muy poco o ningún significado… lo que muchos llaman imágenes desechables, olvidadas de manera instantánea. Así mismo, la plataforma de redes sociales TikTok —que permite grabar, editar, añadir efectos especiales y música— ha revolucionado el videoarte y tiene millones de seguidores en todo el mundo. El acceso democrático a la producción de imágenes digitales —ya sea originales, apropiadas o falsas— ha transformado nuestros conceptos tradicionales acerca del arte, la fotografía, el diseño, el video, la moda, el cine, etc. La rapidez y abundancia de producción nos mantienen en un eterno presente y en la búsqueda de satisfacción inmediata.
De la misma manera, el universo del arte virtual, el criptoarte, se expande rápidamente. La utilización de NFT —token (unidad de valor) no fungible, por sus siglas en inglés— como garantía inviolable de autenticidad y todas las transacciones comerciales en criptomonedas han revolucionado el coleccionismo de arte. En la República Dominicana, el bitcóin se utiliza de manera frecuente a pesar de no estar reconocido oficialmente por el Banco Central. Algunos artistas visuales y creativos, incluyendo muchos fotógrafos, aceptan este tipo de intercambio. Algunos pesimistas consideran que el crecimiento acelerado del mercado virtual de artes visuales es una burbuja que va a explotar; otros lo defienden categóricamente como el futuro. El collage de imágenes Everydays: The First 5,000 Days se convirtió en la tercera obra de arte más cara de un artista vivo. Se subastó en más de 69 millones de dólares, con lo que dejó muy atrás a obras de artistas tradicionales. Entre los eventos lúdicos y teóricos de la 29 Bienal Nacional de Artes Visuales, se presentó el coloquio Propiedad Intelectual y los NFT en la Actualidad, en el que participaron el Ing. José Elías (experto en tecnologías de vanguardia) y el Lic. Edwin Espinal (reconocido abogado experto en derechos de autor). ¿Los NFT tienen validez legal? ¿Tendrán que evolucionar los artistas tradicionales o, por lo menos, promocionarse y aceptar pagos por sus obras en galerías virtuales y monedas virtuales?
El Centro de la Imagen celebró con éxito la sexta edición del Premio Joven de Fotografía y Video y colaboró con el III Festival de Fotografía Artística Fronteras: Sueño o Realidad, celebrado en agosto y septiembre de 2021 en Tucumán (Argentina). También impartió un diplomado de fotografía creativa para los niveles básico, intermedio y avanzado. A pesar de los esfuerzos de los curadores Mayra Johnson y Carlos Acero para que los fotógrafos se interesaran en la investigación artística y, sobre todo, en la fotografía contemporánea y sus lenguajes a través de proyectos con una perspectiva interdisciplinaria, los hay que se resisten y consideran que la técnica es más importante que el mensaje o la reflexión que la obra produce en los espectadores. En exposiciones y concursos recientes, ambas tendencias se presentan juntas, y encontramos obras de técnicas impecables y de exquisita presentación formal, con discursos claros y contundentes, junto con otras en las que predominan la introspección y los símbolos (a veces enigmáticos) y presentan la visión particular de un autor sobre temas que afectan a todos e invitando a la reflexión, estableciendo con el observador una conversación, un diálogo abierto sujeto a varias interpretaciones.
Las preguntas ¿qué es arte? y ¿la fotografía es arte? han sido analizadas hasta el cansancio por expertos en arte contemporáneo. Ya la respuesta de ambas preguntas la planteó Marcel Duchamp con el famosísimo urinal en 1917. Había comenzado el arte contemporáneo. Duchamp llegó a la conclusión de que el arte era más que belleza; más allá de un objeto físico, era la idea, el concepto. Determinó que el discurso artístico debía partir de una operación intelectual y poco importaba si el resultado era técnicamente perfecto o hermoso.
Al eterno conflicto se le puede añadir la producción digital de imágenes para consumo únicamente digital, para el ciberespacio, imposibles de materializar. Cuando se inventó la fotografía presagiaron la muerte de la pintura, con la llegada de las fotografías digitales proclamaron la muerte de la fotografía. Aunque nadie ha muerto, podemos afirmar que han cambiado los modos de construir y crear imágenes y nuestra manera de ver y relacionarnos con el mundo, aunque sea fake.