Torre M2C

Se suma la geometría de líneas puras para lograr una pieza que se distingue por la originalidad de la propuesta en su entorno, el polígono central de la ciudad de Santo Domingo.

La Torre M2C se levanta en el polígono central de Santo Domingo, en el primer tramo de la céntrica calle Roberto Pastoriza, uno de los menos transitados y donde todavía está muy presente el uso residencial. Se trata de una edificación de ocho niveles con dos o tres apartamentos por piso hasta el sexto nivel, de una superficie que oscila entre los 90 y 115 metros cuadrados los de una habitación y 210 los de tres. El edificio remata los últimos niveles con penthouses de dos niveles cada uno. La plástica del edificio es de carácter industrial. El volumen principal de líneas puras es blanco y los balcones, como elementos protagonistas de la composición, se trabajan con losas y paredes en hormigón visto. Cabe destacar la impecable ejecución y terminación de estos elementos de hormigón.

Los balcones se complementan con rejillas metálicas y barandas de metal negro y vidrio. Las barandas aportan ligereza a la volumetría exterior y, al ser de cristal, transparencia a los ambientes interiores. Los elementos metálicos verticales y la asimetría del diseño de estos balcones le confieren movimiento a la composición de la fachada. Los elementos de metal que se usan en todo el proyecto son de color negro, una reafirmación del carácter industrial de la obra. El diseño de la iluminación exterior hace destacar la volumetría y la materialidad de la edificación. El remate del edificio se realiza con una losa plana de hormigón pintada de blanca con huecos cuadrados, la cual sirve de techo de las terrazas de los penthouses.

El emplazamiento hacia la ciudad resulta agradable gracias al juego de texturas y transparencias que aportan las rejillas de metal que tienen mayor presencia en los primeros niveles que en el resto del edificio. La convivencia de estos elementos con la abundante vegetación tropical realza la presencia del edificio y produce una agradable entrada tanto a nivel peatonal como vehicular.

En el lateral del proyecto, luego de la entrada peatonal, se coloca una pieza de hormigón vaciado con el nombre y número del edificio repujado. Una puerta pivotante de rejilla metálica abre paso a la pasarela que se genera como entrada peatonal. La cubierta del corredor combina la losa de hormigón con una estructura metálica con cristal. Esta transparencia en el techo permite que este espacio se bañe con luz natural, mientras que las celosías metálicas de la pared lateral le dan privacidad. La presencia de la naturaleza en este espacio de recibimiento aporta ligereza y agrega color al ambiente.

El recibidor del proyecto se caracteriza por la expresión formal del contraste entre los materiales nobles, y el hormigón visto y el metal negro. El piso y el tope del mostrador de la recepción principal son de mármol, y las paredes están revestidas con listones de madera y espejos. En este espacio también se producen aperturas en el techo para dar entrada a la luz natural. El diseño de la iluminación, la selección de mobiliario y los complementos del diseño de interiores logran un ambiente elegante, contemporáneo y a la vez acorde con el concepto industrial del proyecto.

• Plantas arquitectónicas de niveles 1, 2, 4 y área social