Cecomsa Rómulo Betancourt

La nueva sede de Cecomsa en la avenida Rómulo Betancourt es un claro ejemplo de cómo la arquitectura puede reinventar y revitalizar espacios, combinando el respeto por estructuras preexistentes con soluciones modernas y funcionales. El diagnóstico inicial y el estudio de vulnerabilidad permitieron identificar necesidades críticas que, a través de innovadoras intervenciones, se tradujeron en una propuesta integral y versátil —desde refuerzos estructurales y sistemas flotantes hasta mobiliario modular y accesos optimizados—.

El resultado es un espacio que se destaca por su solidez, flexibilidad y capacidad de respuesta ante las demandas del comercio contemporáneo, y marca un precedente de renovación arquitectónica en la ciudad.

La transformación de la sede Rómulo Betancourt de Cecomsa constituye un ejercicio integral de intervención arquitectónica en el que se fusionan dos edificios existentes en una propuesta que armoniza tradición y modernidad —el local original de la tienda y un inmueble contiguo que alojaba una entidad bancaria—. Bajo la dirección del arquitecto Javier Robledo, la intervención surge a partir de un riguroso estudio de vulnerabilidad estructural que no solo identificó áreas de refuerzo, sino que también abrió la puerta a soluciones constructivas y de diseño innovadoras.

El estudio de vulnerabilidad reveló que el edificio bancario presentaba una configuración particular: sus muros actuaban de soporte de una cubierta compuesta por vigas prefabricadas de doble T, lo que el arquitecto describe como un “garpón”. Este diagnóstico evidenció la necesidad de incorporar nuevos elementos estructurales para reforzar la estabilidad sin comprometer la identidad original del inmueble.

La intervención respetó y aprovechó las características preexistentes, adaptándolas a las exigencias actuales. El edificio se conservó en gran medida y se sometió a un cambio de imagen, con una fachada que combina un muro cortina con planos sólidos revestidos de paneles de aluminio compuesto para lograr una apariencia moderna. Se complementó la estructura original con refuerzos que se integran de forma independiente —como dos columnas de hormigón vaciado y un pórtico de columnas metálicas—. Además, se incorporó una estructura metálica de doble altura sobre el techo existente, que permite que cada componente opere de manera autónoma ante eventuales movimientos estructurales.

Las puertas de entrada son automatizadas para mayor comodidad y se reubicaron en el nuevo bloque a partir de la necesidad surgida en el estudio, una entrada principal que responda a criterios de accesibilidad y coherencia espacial.

El diseño del plafón es de bandejas colgantes flotantes, especialmente para aprovechar la amplia altura del techo de viguetas doble T. Esta solución no solo contribuye a la estética contemporánea, sino que también facilita la incorporación de cableado y futuras modificaciones, y dota al espacio de una flexibilidad esencial en una tienda en constante evolución.

En cuanto a los revestimientos y acabados, se optó por un porcelanato que imita el hormigón para revestir algunas de las paredes interiores, lo que se complementa con un videowall integrado, en línea con la oferta de productos de la tienda. La paleta de colores se mantuvo neutra, permitiendo que los equipos y la mercancía sean los protagonistas, mientras se minimiza la saturación visual de letreros.

Todo el mobiliario fue diseñado a la medida y fabricado en talleres locales. Se trabajó con MDF combinado con laminados en los cantos, y estructuras de hierro terminadas con una pintura denominada férrum que aporta una textura similar a una lija fina. Estos detalles no solo confieren una apariencia industrial y sobria, sino que garantizan la resistencia y facilidad de mantenimiento del conjunto.

  • Plantas arquitectónicas, elevaciones y secciones
Comparte este artículo.

¡Inicia una conversación!

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

© Arquitexto 2025. República Dominicana.