Hartmann, imágenes del siglo XIX en el Caribe

Esta exposición fue organizada en el marco de la 11ª edición de Photoimagen y constituyó una ventana al Caribe del siglo XIX en la que se mostró el alcance de la fotografía y las imágenes en la representación del poder y la historia caribeña. La muestra estuvo compuesta por litografías, libros de viajes, grabados, fotografías y postales antiguas tomadas entre 1801 y 1900 por el fotógrafo de viajes de origen francés A. Hartmann.

HARTMANN, IMÁGENES DEL SIGLO XIX DEL CARIBE. La exposición curada por Guadalupe Casasnovas es el resultado de más de diez años de investigación en bibliotecas de Estados Unidos y Europa sobre la figura de A. Hartmann, con el objetivo de contextualizar la historia de la fotografía dominicana

La potencialidad narrativa de la imagen fotográfica es crucial para explorar los acontecimientos históricos de las sociedades. La representación visual del continente americano se popularizó durante el siglo XIX con los llamados «artistas viajeros» que emprendieron largos periplos de exploración y producción artística por todo el continente. Los populares libros de viajes ilustrados, álbumes litográficos y fotográficos de viajes, presentaron el Nuevo Mundo a un ávido público y revelaron la vida cotidiana, los paisajes y la riqueza cultural de las islas del Caribe.

REVISTAS DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX. Las ilustraciones se hacían con xilografías, técnica de impresión con grabados sobre tacos de madera impregnados de tinta que se presionaban sobre papel. Ejemplos de ilustraciones de la República Dominicana, bellamente coloreadas, y una prensa de rueda manual de la colección Eduardo León Jimenes

A partir de la inscripción de la patente del daguerrotipo en 1839, los artistas, aventureros y exploradores adoptaron la nueva tecnología para registrar, con veracidad científica, los paisajes naturales y culturales, a partir de los modelos positivistas europeos. Estuvieron generalmente influidos por los viajes exploratorios de Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander von Humboldt (1769-1859), quién apoyó el invento de Daguerre como una herramienta útil para naturistas y científicos.

La exposición Hartmann, Imágenes del Siglo XIX en el Caribe buscó encontrar nuevas posibilidades de pensar desde la fotografía la manera en que se han ido conformando los imaginarios de isla y nación.

Fotografía vs. grabados

En el Caribe, las litografías y grabados a partir de fotografías revelaron un universo de sujetos, espacios y zonas temáticas que enriquecieron y diversificaron las Bellas Artes europeas y locales al concederle valor visual a los espacios y prácticas cotidianas, a sujetos y poblaciones excluidas y modelar las imágenes de poder social y urbanas. La publicación de colecciones litográficas, libros de viaje e ilustraciones en revistas y periódicos cumplieron un papel decisivo en el proceso de construcción imaginaria de una región o un país. Los contenidos locales representados compartían con el romanticismo el afán por explorar el territorio local, tanto en sus aspectos naturales como sociales, incluyendo temas populares.

Hasta finales del siglo XIX, el único medio para reproducir imágenes era la impresión litográfica o grabado en madera, que involucra creatividad y experiencia técnica. A pesar de que las nuevas técnicas fotográficas permitieron la multiplicidad de imágenes, como las carte de visite (CDV o tarjeta de visita),la circulación en libros de viajes, álbumes o publicaciones periódicas solamente podía realizarse por dichos medios.

Tanto la fotografía como los grabados presentan diferentes formas de abordaje como documento para la historia social y cultural de una región. ¿Qué significaba en el siglo XIX que una litografía estuviera hecha a partir de una fotografía? ¿Implicaba mayor objetividad? A pesar de estar basadas en una fotografía, el doble proceso de creación de la imagen, la pericia del grabador, su calidad estilística y la intención del editor forman parte del propio contenido textual. A pesar de la confianza del lector en la veracidad de la imagen publicada, esta podía diferenciarse drásticamente de la realidad. Por ejemplo, la fotografía de Pedro Santana que apareció en la revista ilustrada Frank’s Leslie Illustrated Newspaper el 2 de febrero de 1856 lleva una inscripción clara: “From a Daguerrotype by Hartmann”. Sin embargo, las imágenes de Santana que se publicaron en otras revistas de la época no incluyen esta referencia. Esta falta de información nos deja con la incógnita y es posible que nunca sepamos cuál de estas imágenes se asemeja más al daguerrotipo original.

ILUSTRACIONES DE LOS ÁLBUMES DE MARTINICA Y DEMERARA. En la década de los años 1850, Hartmann trabajó mucho en el Caribe, realizando elegantes retratos y publicando álbumes litográficos a partir de daguerrotipos, como se muestra en las imágenes superiores

Los periódicos y revistas ilustradas del siglo XIX

Miles de ilustraciones, desde lo sensacional hasta lo mundano, desde el retrato hasta el panorama, se publicaron en periódicos y revistas del siglo XIX. Para la impresión se utilizaron tacos de madera dura y a contrafibra. Esto permitía que las líneas del grabado fueran más finas, imprimir las imágenes junto a los textos y hacer miles de impresiones sin deteriorarse. Las ilustraciones pasaban por varias etapas: primero se hacían bocetos o fotografías del evento, luego se unían ofreciendo una narrativa más visual. Los grabadores transferían los bocetos a los tacos y se hacían pruebas de impresión. Muchas publicaciones periódicas que presentaron sus ilustraciones como hechos visuales veraces estuvieron sujetas a una cadena de interpretación, adaptación y ajuste a lo largo de su proceso de producción. Con el desarrollo de la técnica de impresión de medios tonos en 1890 se logró imprimir una simulación creíble de una fotografía, con lo que se desplazó para siempre los tacos de madera para las ilustraciones.

ALBUM IMPÉRIAL D’ HAÏTI (1852). Fue realizado para la coronación de Faustino I. Faustin-Élie Soulouque nació en esclavitud en 1782 y fue nombrado presidente en 1847. Se proclamó emperador en 1849. El 18 de abril de 1852, junto con su consorte, fue coronado con gran pompa por el vicario de Port-au-Prince, emulando la coronación de Napoleón, a quien admiraba. El álbum comprende 12 litografías derivadas de daguerrotipos originales de A. Hartmann, fechados y protegidos por derechos de autor en 1852. Las imágenes fueron producidas en un conjunto de 500, algunas se publicaron en publicaciones como el Illustrated London News

Imágenes como texto visual

Debemos considerar las imágenes como textos visuales conductores de información, entendidas y compartidas por un grupo social que contempla y disfruta esas imágenes de una época anterior. Estos textos visuales pueden ser construidos conscientemente o no como un mecanismo de control social, interpretando la realidad para complacer un público extranjero y criollo de ascendencia y relaciones europeas. Podemos observar en las litografías del Album Martiniquais edificaciones gubernamentales como el Palacio de Justicia, una estatua de la emperatriz Josefina en un parque público, o la vista del Hospital Militar en Georgetown; o en el Album de Demerara, evidencias del imperialismo y neocolonialismo del Caribe en los siglos XVIII y XIX.

El daguerrotipo

Las primeras evidencias de daguerrotipos hechos en la República Dominicana datan de 1851, doce años después de que la Academia de Ciencias de Francia (en francés, Académie des sciences) anunciara públicamente en 1939 el proceso inventado por el artista y químico Louis Daguerre y el inventor Joseph Nicéphore Niépce. A pesar de las dificultades técnicas y su alto costo, a partir de 1840 los estudios de daguerrotipos se habían establecido por toda Europa y Estados Unidos.

La imagen en positivo de un daguerrotipo, de gran detalle y nitidez, se formaba sobre una superficie sensible de nitrato de plata, pulida como un espejo y montada sobre una placa de cobre. A partir de la exposición en la cámara (hasta 20 minutos), la imagen se revelaba con vapores de mercurio y se fijaba al sumergir la placa en una solución de cloruro sódico. Estas imágenes obtenidas podían ser delicadamente coloreadas con pigmentos y goma arábica como aglutinante.

H. A. Hartmann (1818 -?)

El fotógrafo itinerante H. A. Hartmann, también identificado como Hartmann Senior (para diferenciarlo de su hijo de igual nombre y oficio), hizo en 1851 daguerrotipos de los dominicanos Pedro Santana, primer presidente de la República Dominicana, Buenaventura Báez, presidente de la República Dominicana, y monseñor Tomás de Portes e Infante, obispo de Santo Domingo. Basadas en estos daguerrotipos se hicieron litografías, como era costumbre en la época, para publicar en revistas ilustradas periódicas.

Hartmann era francés y se estableció en Saint-Pierre (Martinica) a partir de los años 1840. Algunos registros lo localizan en 1848 en Curazao, procedente de la Guayana británica (hoy Guyana). Una publicación de un periódico indica que estaría por un mes y ofrecía sus servicios para producir retratos daguerrotipos miniatura, con buena semejanza y a color. También ofrecía estuches variados, broches, medallones, alfileres, etc. con detalles de oro.

Sin poder diferenciar claramente las actividades de Hartmann Senior y de Hartmann hijo, aparecen evidencias de su visita a Surinam en julio de 1850, donde ofrecía retratos de 10 a 17 ½ florines holandeses. Pasó por la República Dominicana en 1851 de camino a Haití a fotografiar al emperador Faustino I, la corte imperial y otros miembros de la aristocracia haitiana en 1852. Luego se lo localiza en Nueva York, donde abrió un establecimiento de daguerrotipos. En 1860 su hijo publica el Album Martiniquais con una obra del artista y compañero de viajes Michel Cazabon, y un álbum litográfico con vistas de Demerara.

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