Luto y oración en la zona cero

El arte ha sido clave para representar y procesar colectivamente la tragedia del Jet Set. Artistas como Iris Pérez han creado instalaciones participativas que transforman el dolor en memoria y sanación. La obra Luto y oración en la zona 0 es testimonio de amor, resistencia y la función social del arte visual.

Todas las formas de manifestación artística permiten una perspectiva diferente sobre los desastres y desempeñan un papel fundamental en su representación. El arte permite que se conecten culturas, tiempo y lugar, y crea un puente entre la pérdida y el recuerdo.

Los artistas visuales, con esa sensibilidad que los caracteriza, no tardaron en presentarse desde los primeros días en las inmediaciones de la zona cero de la tragedia del Jet Set para unirse a familiares, colegas, amigos, grupos religiosos y curiosos con el fin de orar, meditar y reflexionar sobre este suceso que une a todos los dominicanos.

Los artistas utilizan el arte como medio para conectarnos con tradiciones, historias, lugares y culturas a través del tiempo. Pueden enfrentar una tragedia mediante representaciones de la destrucción física, el sufrimiento humano y el caos del desastre o, en contraste, con representaciones de la resiliencia, la unión y la colaboración frente al dolor, así como la capacidad humana de recuperación. El arte, en todas sus manifestaciones, permite recordar y no olvidar, transmite la historia de los desastres a futuras generaciones y crea una conexión entre pasado y presente.

Las artes visuales pueden revelarnos cómo cada cultura responde y se recupera de estos eventos traumáticos. A través de las artes visuales se puede meditar, reflexionar, protestar o rendir tributo a los fallecidos, como lo hizo el artista mexicano-estadounidense Roberto Márquez con un mural dedicado al merenguero Rubby Pérez, sus músicos y el expelotero profesional Octavio Dotel.

Los fotógrafos crean registros de lo acontecido, de las reacciones y de las manifestaciones de dolor e impotencia ante la tragedia. Las fotografías de desastres documentan la magnitud de la destrucción y la respuesta humana, y sirven de evidencia histórica y testimonio cultural, como memoria y reflexión sobre estos hechos tan dolorosos.

Artistas visuales como la dominicana Iris Pérez utilizan a menudo recursos no tradicionales como instalaciones, acciones y performances, que pueden involucrar o no a los presentes en un momento determinado. Esta artista pluridisciplinaria (dibujo, pintura, cerámica, escultura, instalación y performance) se unió a familiares y amigos de las víctimas de la tragedia del Jet Set con una instalación-performance colectiva en cinco etapas sucesivas.

La obra Luto y oración en la zona 0 consistió en colgar 232 planchas de madera pintadas con oraciones, cánticos y versículos bíblicos junto a los nombres y fotografías de las personas fallecidas, en las barreras y verjas que rodean la zona del siniestro.

La instalación-performance fue llevada a cabo con la ayuda de familiares y amigos, y se integró entre velas, flores y mensajes con el objetivo de mantener vivo su recuerdo y convertir el arte en un acto de amor, resistencia y sanación colectiva.

Iris Pérez, directora y profesora de la Escuela Nacional de Artes Visuales (ENAV) y una de las artistas visuales dominicanas más destacadas, se sintió profundamente identificada con esta tragedia, ya que en el desastre falleció un exalumno y amigo, el artista Osiris Blanc, oriundo de Loma de Cabrera.

Con más de treinta años de trayectoria a nivel nacional e internacional, Iris se ha distinguido por expresar en su obra un lenguaje personal que aborda problemáticas sociales como la desigualdad, la migración, el maltrato infantil, la violencia, el feminicidio y la impunidad.

Su obra promueve la importancia de proteger la naturaleza y fomentar la convivencia en un mundo en el que prevalezcan la paz, el amor y la salud espiritual.

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