La geometría y la tecnología fueron los puntos de partida para el desarrollo de la expresión formal de esta torre de oficinas, una edificación que se destaca en el perfil urbano por: una estética de vanguardia, una envolvente que filtra el clima exterior para lograr confort interior, una plaza frontal que vincula al contexto inmediato, y unos estándares exigentes en cuanto a calidad operativa y constructiva, en suma, un proyecto que decididamente quiere marcar la diferencia.
Lincoln Mil 57
La obra está ubicada en una avenida muy importante, por lo que el retiro fue aprovechado para generar una plaza exterior que refleja la responsabilidad urbana de los proyectistas. Esta plaza se eleva sobre la calle para darle mayor privacidad y está delimitada por un muro bajo; la misma se dotará con el mobiliario adecuado una vez sea ocupado el edificio. El edificio de oficinas posee tres niveles soterrados, nueve pisos y un mezanine en el último nivel.
En la fachada frontal se instaló un sistema de protección solar metálico con una separación de la fachada de cristal que varía de 1.50 a 2.50 m, compuesto por una estructura tridimensional de pirámides irregulares realizada a la medida, sobre la que se instaló un sistema de quiebrasoles fijos de aluminio para evitar que la radiación solar directa penetre en el interior.
Ni en el diseño ni en la construcción de esta moderna obra se descuidó o escatimó en calidad o en seguridad. La fachada frontal posee un muro cortina con vidrios laminados de alto rendimiento en cuanto a protección solar y resistencia a vientos huracanados. La estructura del Mil 57 cumple con el código antisísmico que entró en vigor en el 2012. El hecho de que este código fuera promulgado durante el proceso de diseño obligó a recalcular la estructura para cumplir con él.
Lincoln Mil 57
- Diseño: Arquitectos Ninouska Nova y Antonio Imbert