Villa Alía es una pieza de arquitectura tropical enclavada entre los poblados de Cabrera y Río San Juan, un lugar de la costa norte de la República Dominicana de extraordinaria belleza y poco explorado por el turismo.
El aprovechamiento de las vistas y las condiciones naturales del terreno definen la ubicación y orientación de los espacios. La materialidad y la volumetría responden al concepto de integración con la naturaleza. El paisajismo complementa las intenciones de enmarcar las vistas hacia el océano Atlántico al norte, al tiempo que ambienta y produce sombras hacia el lado sur.
Villa Alía está ubicada en la costa norte de la República Dominicana, en el distrito municipal de Abreu, el cual pertenece al municipio de Cabrera. Esta obra de arquitectura tropical cumple el encargo de realizar una segunda vivienda de ensueño en el Caribe para una pareja de extranjeros. La villa se desarrolla en un terreno de aproximadamente 15,000 metros cuadrados y se encuentra en un farallón, a unos tres kilómetros de la costa. Todo el proceso de desarrollo creativo de esta obra estuvo marcado por la retroalimentación constante entre arquitecto, propietarios y constructor en la definición tanto de la espacialidad como de la plástica.
El programa funcional se definió a partir de las actividades especificadas por los propietarios. Los espacios que albergan estas actividades se ubican a lo largo del terreno, de manera paralela a la costa, con el objeto de lograr que todos los espacios aprovechen las esplendorosas vistas hacia el mar, así como hacia a los jardines dispuestos al sur de la propiedad.
El pabellón principal está compuesto por la cocina, la sala de lectura, el comedor, la sala de estar, el salón de juegos y la terraza. Todos estos espacios están conectados visualmente. Para jerarquizar la entrada principal a la villa se generó un eje perpendicular en dirección sur-norte con un techo de madera a dos aguas. El punto focal de este eje es un ventanal de gran escala en la fachada norte que enmarca los atributos del lugar. Cocinar es uno de los principales pasatiempos de los propietarios. Para ellos, esta actividad crea un vínculo familiar y social. Es por esto que la cocina se ubica en el punto más alto del terreno. En la terraza de este pabellón se han colocado unas pérgolas que enmarcan las vistas hacia el océano en el horizonte. La piscina se ha ubicado al norte de este pabellón aprovechando el desnivel del terreno, y se accede a ella a través de las escaleras ubicadas en esta terraza. Así mismo, se aprovecha el desnivel para crear un espacio para hacer ejercicios debajo de la terraza.
Al este del pabellón principal se ubica otro volumen que alberga el dormitorio principal. Este volumen está emplazado tres peldaños por debajo del pabellón principal, acomodándose a la
topografía, y se conecta con este a través de una pasarela exterior. Este segundo pabellón se ha girado levemente hacia el noroeste en busca de vistas más espectaculares del atardecer.
La plástica de los diferentes volúmenes del conjunto se logra armonizar gracias a la materialidad, la escala y el juego de los techos de diferentes alturas. Se utiliza un basamento de piedra por debajo del nivel de piso del pabellón principal, y luego se coloca una franja de madera que separa el basamento de los muros de hormigón pintados de un discreto color gris. Luego aparece una segunda franja horizontal de madera que separa los muros de los techos.
Para los pisos se seleccionó un pavimento de ingeniería con apariencia de roble viejo. La inclusión de estos elementos de madera aporta a la lectura homogénea del conjunto, a la vez que imprimen calidez a los espacios.
El paisajismo complementa la ambientación del proyecto. Al norte se trabaja de manera simple con césped para darle realce a los balcones o se deja el terreno rocoso al natural; al sur se forman grupos de árboles que complementan los basamentos de piedra de los pabellones y zonas de flores que ambientan los recorridos entre los distintos pabellones.
Como parte de las instalaciones de soporte, al sur de la propiedad se encuentran dos pequeños edificios que albergan áreas de empleados y generador eléctrico. El proyecto cuenta además con una zona para paneles solares.
Villa Alía se convierte en una pieza de arquitectura tropical gracias a la disposición de los volúmenes, espacios, aberturas y materialidad, diseñados para aprovechar las bondades de este entorno en la costa norte de nuestro país.
Villa Alía (2019)
- Ubicación: Carretera Cabrera-Río San Juan
- Área total de construcción interiores: 792 m2; terrazas cubiertas y balcones: 272 m2; terrazas descubiertas: 354 m2; áreas cubiertas (bajo los vuelos): 483 m2
- Área de lote: 19,200 m2
- Diseño arquitectónico: Arq. Luis Gabriel Ardila
- Empresa: Architectural Development Studio (ArchDevStudio)
- Colaboradores: Arq. Audelin Henríquez, Arq. Laura Madera, Arq. Ani Arzeno
- Consultor Estructural: Ing. Víctor Gómez; Ing. Raquel Beltré
- Consultor Eléctrico: Ing. Gabriel Aldebot, Ing. Víctor Báez (Aldebot Ingenieros Consultores)
- Consultor Sanitario: Ing. Magda Duarte
- Contratista general: Ing. Donald Bergeron
- Supervisión: Arq. Luis Gabriel Ardila, Ing. Emil Wellisch
lisbeth almanzar - hace 4 años atrás -
saludos buenos días; una pregunta esta villa no tienen piscina, me interesa el conctacto de esta villa