“Lucy García, abanderada de la contemporaneidad artística desde sus inicios de gestora cultural, inauguró su tercera galería –geográficamente hablando – con una colectiva de arte contemporáneo, discreta en cantidad de obras y de expositores, pero testimonial y definida en actualización”. (Marianne de Tolentino). La nueva galería en Santo Domingo reúne expositores, unidos por el concepto artístico pero distintos en fama, oficio y categorías. Algunos de ellos reconocidos y consagrados se mezclan con otros emergentes que irán ascendiendo en la escena artística dominicana.
A finales del año 2021 la galerista Lucy García trasladó sus instalaciones físicas a un nuevo y más espacioso lugar en la torre Altri Tempi, clúster de empresas que ofrecen muebles y diseños de ambientes interiores y exteriores muy contemporáneos y vanguardistas. Una excelente ubicación más acorde con los lineamientos de la galería de arte contemporáneo, en los que predomina el canvas en blanco, superficies desnudas con una expresión formal en que predomina la planta libre, la limpieza de las superficies y ausencia de ornamentación, que contrasta con la materialidad del pavimento de cemento pulido y la estructura metálica, sin pasar por alto la buena iluminación.
Su catálogo de artistas, Ana Elena Garuz, Frances Gallardo, Amy Hussein, Natalia Ortega Gámez, Raquel Paiewonsky, Jorge Pineda, Charlie Quezada, Dagoberto Rodríguez, Maurice Sánchez, Fernando Varela, René Peña, Marta María Pérez Bravo, Priscila Monge, Claudio Gallina, Fermín Ceballos, José Morbán, Amy Hussein, se nutre también de colecciones y obras de otros artistas contemporáneos destacados, como por ejemplo Dagoberto Rodríguez, cofundador del colectivo Los Carpinteros.
¿Por qué las galerías son tan importantes en el mercado del arte? Conozco muchos artistas visuales que se niegan o no se adaptan a ser representados por galeristas y mercaderes. Se quejan de las altas comisiones o la falta de apoyo económico. Otros se entregan y confían plenamente en sus representantes para lograr visibilidad en un exigente mercado internacional, traspasando sus difíciles fronteras. El galerista contribuye además en el mantenimiento o control de las ventas de sus obras en un constante equilibrio entre demanda y precio.
Es cierto que el fin es colocar las obras en importantes colecciones generalmente privadas. Pero para llegar a ese punto hay que hacer todo un trabajo de promoción local, ferias de arte internacionales, elaboración de catálogos y presentaciones para que el artista y su obra se visibilicen. El galerista debe educar la mirada de los intermediarios, como son los interioristas. Darle las pautas para que una obra sea seleccionada más que por su gusto estético, los colores o dimensiones, como un valor agregado. Ofrecer calidad y garantías de una buena inversión con vistas al futuro.
Recientemente Lucy García, entrevistada por Rubén Lamarche en BaoRadio, manifestó que el mercado internacional de las artes visuales está ascendente. Ella representa, además de artistas dominicanos de demostrada solidez, a artistas internacionales, muchos de ellos latinoamericanos.
La muestra inaugural fue PA.NO.RA.MA. curada por Orlando Isaac bajo el enunciado: “El panorama se muestra como una lección de creencias y saberes, de herencias y manifiestos, que mira más allá de lo que la palabra en sí misma implica como un todo”.