Concebir un restaurante en estos días representa varios desafíos para un diseñador. Por lo general se reciben contenedores dentro de los cuales hay que crear espacios: vienen con una estructura definida a la cual el diseñador debe acomodarse y sacarle el mayor provecho.
Esta tipología de arquitectura comercial –que cuenta con tanta oferta a nivel mundial gracias a la aldea global en la que vivimos– hace que estos diseños compitan a nivel internacional y tengan que cumplir con estándares cada vez más altos. Deben tomar en cuenta entonces otras disciplinas, comenzando por el chef, su menú y su cocina, pasando por el diseño gráfico y terminando por el diseño industrial del mobiliario y los accesorios propios de esta tipología. Debe atender a todo esto para poder lograr un diseño armonioso e integrado, como pide la vanguardia.
La rapidez con que cambian las tendencias de diseño de este tipo de arquitectura comercial exige espacios flexibles capaces de evolucionar al ritmo del mercado.
En nuestras ciudades, los restaurantes parecen tener una vida efímera, y esto genera otro desafío para el diseñador: lograr que su diseño permanezca, aunque solo sea en la memoria de los que una vez lo conocieron.
En los últimos meses se han agregado nuevas propuestas de lugares de comida que vienen acompañados de interesantes propuestas arquitectónicas. En este reportaje reseñamos algunos que ya son parte de la memoria colectiva de los capitaleños.