Súper-cercanos en Santo Domingo

El artículo aborda el concepto de cercanía y proximidad en el caso de Santo Domingo y sus nuevas propuestas de supermercados. El supermercado tradicional es básicamente una tienda de mediana dimensión, de alimentos y productos de limpieza y del hogar en régimen de autoservicio. En las últimas cuatro o cinco décadas, el formato comercial de los mercaditos de barrio, supermercados de vecindad o minimercados (como también se los llama), que combinaba vivienda y comercio de una manera respetuosa y enriquecía la vida del barrio, fue transformándose hasta convertirse en los exitosos hipermercados, que ofrecen todo tipo de productos. Originalmente, los hipermercados se emplazaron en las periferias urbanas, pero su creciente atracción condujo a que fueran cada vez más frecuentes en las zonas centrales, acarreando molestias para el entorno inmediato en la mayoría de los casos.

Actualmente ocurre un proceso inverso y las grandes cadenas empiezan a dar más importancia a supermercados de menor escala, en los que puedan brindar a su clientela la calidad, variedad y precio de sus productos pero también la cercanía o proximidad, uno de los cuatro factores de mercado más valorados en el proceso de elección de un establecimiento de compra.

En los últimos años se aprecia un diseño de mayor calidad debido, entre otros factores, a la organización y el desarrollo de la industria alimentaria de nuestro país. Los supermercados son hoy día comercios en los que se aplican altos estándares y en los que más se invierte. Los empresarios han entendido que sus vecinos son sus mejores clientes, y poco a poco y a través de la implementación de una mejor arquitectura han tratado de cambiar la idea de que estos establecimientos tienen un impacto negativo en los s donde se emplazan.

Se presentan dos interesantes e innovadoras propuestas que recientemente han empezado a funcionar en Santo Domingo y donde la practicidad y la facilidad para el usuario han sido variables esenciales en el proceso de diseño. Ambos establecimientos, aunque pertenecen a cadenas distintas, comparten técnicas constructivas, materiales y tendencias, y al mismo tiempo son aproximaciones diferentes para con sus entornos. A pesar de que ambos se encuentran localizados en zonas muy bien servidas por este tipo de comercio, a nivel de barrio realizan un importante aporte a nuestra ciudad.

¿Volveremos al formato del mercadito de vecindad? Ojala que sí, como sostiene Sole Castillejo Sáez en su artículo “¿El regreso al comercio de proximidad?” (www.finanzasybanca.com): “[…] que estos establecimientos sigan ejerciendo de lugar de encuentro y que la ruta desde casa (u oficina) a la tienda sirva para encontrarnos con gente y contribuya a fomentar las relaciones sociales de antaño”.

Bravo Núñez de Cáceres

El supermercado Bravo de la Núñez de Cáceres es el tercer ejercicio de la firma M y H Arquitectos, y aporta una arquitectura de supermercado fresca, innovadora y funcional. A diferencia de sus predecesoras, esta nueva propuesta tiene un emplazamiento distinto; además, se introducen nuevas e interesantes soluciones tipológicas y se establece sobre todo un buen caso de referencia de intervención en una ubicación más compleja.

Nacional Tiradentes

Al transitar por la avenida Tiradentes –en el ensanche de Naco– sobresale una nueva edificación comercial con una destacada presencia y afable diálogo con su entorno. Emplazado como un verdadero edificio de manzana, el proyecto se convierte en un enclave urbano que se acomoda a la ciudad y denota la gran sensibilidad de su autor. Durante el proceso de diseño se exploraron varias soluciones de retiros y emplazamientos, siempre consultadas con el Ayuntamiento del Distrito Nacional. Esto da origen al espacio de transición que anima la llegada del peatón y capta la atención del transeúnte: su plaza frontal.