Casa DG. El diseño de esta vivienda se caracteriza por la perfecta integración del interior con el exterior, por tener espacios fluidos, cálidos y habitables, por su diálogo con el jardín y la relación armoniosa con el entorno, por su expresión en líneas formales modernas que reinterpretan elementos de la arquitectura caribeña con materiales y terminación de gran exquisitez, todo esto sin dejar de lado la forma de ser y el estilo de vida que los propietarios querían: una casa para pasar gran parte del tiempo.
Una de las condiciones más importantes del diseño de esta vivienda unifamiliar fue la ubicación y emplazamiento. La casa se encuentra en una de las urbanizaciones privadas más privilegiadas de la capital cibaeña; el conjunto residencial poseía estrictos reglamentos de diseño en cuanto a estilo, lenguaje formal, materiales y alturas, para que las viviendas tuviesen cierta similitud. Aunque el arquitecto Gerardo Díaz reconoce la importancia de lograr una coherencia formal, no se trataba de un estilo con el cual se identificara. De ahí que el reto fue mayor. La segunda condición era la proporción y orientación del lote, con 56 metros de longitud, de frente al oeste.
Sin embargo, la gran peculiaridad de este encargo consistía en tener que diseñar su propia casa. El arquitecto Díaz nos habla del hecho de ser a la vez diseñador y usuario: “Se me ocurrían tantas opciones que muchas veces me embargaban las dudas y hasta cierta sensación de inseguridad; es por lo que invito a mi amigo, casi hermano, Eduardo Sánchez a formar parte del proyecto”. La sensibilidad y el trabajo conjunto de ambos arquitectos dio como resultado un diseño residencial acogedor, de expresión formal sencilla, con espacios limpios, abiertos y fluidos, de una arquitectura moderna y tropical a la vez: espacios autoventilados, con luz natural abundante que penetra a través de grandes ventanales de madera. Todas las áreas están conectadas por dos pasarelas, una interior y otra exterior; esto le brinda al propietario distintas maneras de recorrerlas.
La composición volumétrica se caracteriza por bloques sólidos, planos retranqueados semicerrados y algunas transparencias de los cristales del cerramiento. Al diseñar un solo nivel, predomina la horizontalidad, acentuada por los grandes aleros. Las cubiertas inclinadas colocadas en los espacios sociales en el fondo de la propiedad permitieron cumplir con los reglamentos de altura de la urbanización. Distintos elementos hacen de esta casa un lugar que resistirá al paso del tiempo. Los revestimientos naturales, como la piedra y el mármol, el uso de madera en los cerramientos y las cubiertas, y el color blanco hacen que se vea clásica y moderna. La fachada frontal resalta mucho al estar rodeada por cercos vivos y naturaleza; posee una gran vista y es un espacio placentero para pasar gran parte del tiempo.
En la parte frontal se trabajó la topografía para mejorar el emplazamiento y destacar la volumetría de la casa. La continuidad de la alfombra de césped se consigue gracias al uso de adoquines huecos (pavicésped). Unos de los logros más importantes fue el rescate de un árbol de cambrón existente en la propiedad que, además de brindar sus cualidades ornamentales y sombra, contribuye a enmarcar la casa; un bosquecito de palmas guano de diferente tamaño aporta el equilibrio en el otro extremo del jardín.
Casa DG (2013)
- Ubicación: Residencial Quintas de Pontezuela, Santiago de los Caballeros
- Área total de construcción: 780 m2
- Área del lote: 2,100 m2
- Diseño arquitectónico y supervisión: Arq. Gerardo Díaz Arq. Eduardo Sánchez
- : Consultores
- Estructural: Ing. Arturo Martínez Eléctrico Ing. Abel Cruz Sanitario Arq. Gerardo Díaz
- Sistemas de A/A: Ing. Orlando Torres, Amclisa
- Interiorismo: Arq. Mariví Bonilla Arq. Gerardo Díaz
- Diseño iluminación: Arq. Eduardo Sánchez Arq. Gerardo Díaz
- Diseño paisajístico: Lowel Whipple, Estudio PWP
- : Construcción
- Contratista general: Ing. Radovich Ureña, RIU Constructora