Una conversación con Héctor M. Pérez
Héctor M. Pérez, arquitecto mejicano radicado en California y profesor asistente de la Universidad de Woodbury, participó en la XXVI Conferencia Latinoamericana y XVI Encuentro Nacional de Escuelas y Facultades de Arquitectura (CLEFA-ENEFA 2016) efectuada en Santo Domingo en julio del 2016. En la conferencia «De la academia a la praxis en la arquitectura», Pérez dio a conocer su experiencia profesional, que incluye la práctica y la docencia, la investigación y la praxis, el arte y la arquitectura, el dibujo y la representación. En la actualidad, forma parte de The RED Office , una empresa de promoción inmobiliaria única en su género que busca diseñar, desarrollar y construir proyectos de relleno urbano significativos en todo San Diego y que propone un modelo más amplio e inclusivo de la práctica arquitectónica.
En una amena e interesante conversación con parte del equipo editorial de Arquitexto, complementada luego con su disertación en el acto de cierre del evento, Héctor M. Pérez (de origen mejicano) describió algunas de las experiencias y exploraciones que han forjado su particular visión de la práctica de la arquitectura.
¿Por qué estudiar arquitectura?
Siempre me gustó mucho el dibujo y la cerámica. Esta combinación me llevó a decidirme por la arquitectura, que es como la cerámica, pero más grande: es funcional, es formal, es utilitaria, pero tiene belleza. Ya en la escuela de arquitectura me doy cuenta de que el dibujo en sí permite, desde su manera de expresión literal, dibujar lo que se ve pero aun mejor, hasta lo que uno se imagina, lo cual puede ser abstracto y amorfo.
El último año de mi carrera lo hice en Florencia. Tuve la gran oportunidad de estudiar con Cristiano Toraldo di Francia de Superstudio. El collage permite superponer una imagen ajena al contexto para crear una hiperrealidad.
Exploraciones personales: contextualizar quién soy y de dónde vengo
Mi trayectoria personal parte de una inquietud que me lleva a construir imágenes que fluctúan ente la representación y la abstracción: esas primeras expresiones de dibujar los aspectos urbanos, llenando cuadernos de ideas y datos, grabando experiencias en diarios, documentando sitios reales o imaginarios, registrando procesos de diseño, creando mensajes, muchas veces para amores deseados y otras veces frustrados, experimentando con materiales y técnicas, lo que siempre ha sido para mí una pasión que he compartido en el contexto académico con mis alumnos.
Procesos pedagógicos
Inspirado en estas exploraciones personales, también he desarrollado procesos pedagógicos en los que la construcción de imágenes permite desarrollar dibujos y sellos sobre la historia. Pensemos que la historia no es solo una cosa estática sino que es una cosa viviente y llena de potencial. En las visitas de sitios de importancia histórica del sur de California, los estudiantes producen fotomontajes apoyados en imágenes de sitios icónicos, que yo llamo transformers arquitectónicos. El contexto mismo se convierte en método de proyección del futuro, imágenes que nos sirven como referente para crear nuevos paisajes imaginarios.
De regreso a la práctica
En México tuve la oportunidad de trabajar con importantes arquitectos, como Enrique Norten de TEN Architects. De regreso a California, abro un despacho en San Diego con uno de mis compañeros de estudios, Teddy Cruz. Lo llamamos OdA, Oficina de Arquitectura. Con Teddy creamos un taller especial de seis semanas para estudiantes latinoamericanos, que nombramos LA/LA (Los Ángeles-Latinoamérica), en el Southern California Institute of Architecture (SCI-Arc).
De-Arc
En 1991 abro el estudio De-Arc, inspirado en estudios como SITE, con una particular relación de la arquitectura y el proceso poético de crear. Hacer dibujos, crear objetos, diseñar para clientes y colaborar con artistas u otros arquitectos me ha permitido tener acceso a proyectos de escalas diversas y a construir y aprender con gente más experimentada. Los proyectos que manejaba usualmente eran más pequeños, pero me permitían exploraciones más profundas.
Barrio Logan
Ted Smith, Teddy Cruz y Rob Quigley, arquitectos mayores, me invitan a formar parte de un grupo para comprar nueve terrenos en el barrio Logan, un barrio marginal de hispanos muy próximo al centro de San Diego. La idea era construir nuestra propia escuela de arquitectura. En el 2008 la economía se desploma, atravieso una crisis personal de salud, salgo bien de ella, con la energía suficiente y la necesidad de construir el edificio que siempre soñé. Busco financiamiento y hago el primer edificio como promotor: La Esquina (2012).
The RED Office
Esta manera de ver el desarrollo urbano es lo que hemos estado promoviendo durante diez años. Este año se cumple una década de la maestría de Real Estate Development [promoción inmobiliaria] de la Escuela de Arquitectura de Woodbury (MsArch RED). Da gusto ver que se han titulado 80 jóvenes y, de estos, la mitad ha hecho edificios que han cambiado radicalmente el entorno. Estas inquietudes nos llevan a fundar el despacho del que soy parte ahora, The RED Office, junto con Ted Smith, Kate Meairs, Kathleen McCormick y Joe Cordelle.
La escuela y el barrio
La plusvalía de los terrenos atrae más inversiones. La Escuela Woodbury está en el mismo barrio. Esta colaboración de la escuela y la práctica es simbiótica y nos hace más partícipes de la revitalización del barrio. El barrio Logan es el sitio ideal para explorar y experimentar, tiene comercios, industrias y residencias; está a 20 minutos de Tijuana, la frontera más cruzada, cerca del astillero naval más grande de la costa oeste y la segunda base naval de Estados Unidos.
Reseña biográfica
Héctor M. Pérez nació en Guadalajara en 1960 y emigró a Estados Unidos en 1974. Estudió arquitectura en la Universidad Politécnica del Estado de California en San Luis Obispo, y realizó estudios avanzados de diseño en Florencia (Italia). Después de graduarse, durante cinco años viajó por todo el mundo como miembro del equipo de atletismo de México. En 1993, después de trabajar con el estudio TEN Architects, fundo el estudio OdA (Oficina de Arquitectura) con Teddy Cruz. En 1997 fue becario durante dos años en el Instituto de Tecnología de Massachussets. En 1999 regresó a California y fundó De-Arc, un estudio de diseño, pequeño y poco ortodoxo. En enero del 2015, Héctor fundó junto con Ted Smith y Kate Meairs el despacho The RED Office, una oficina de promoción inmobiliaria impulsada por el diseño.
Pérez ha impartido docencia y dirigido talleres de diseño en el Southern California Institute of Architecture, la Universidad Politécnica del Estado de California, la Nueva Escuela de Arquitectura y Diseño de San Diego, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente de Guadalajara y la Universidad de Woodbury.