La planta de ascensores thyssenkrupp de Brasil ha equipado proyectos emblemáticos de países latinoamericanos. La gestión de esta fábrica se apoya sobre dos pilares: sostenibilidad y seguridad, cumpliendo normas ISO y siguiendo la filosofía del lean manufacturing. Su centro de investigación ha producido innovaciones tecnológicas instaladas en los ascensores de la icónica Torre Freedom en el renovado World Trade Center.
La compañía thyssenkrupp tiene presencia en 78 países del mundo, incluyendo varios de América Latina. Una de sus seis líneas de servicio es la tecnología de ascensores. En la planta brasilera de la ciudad de Guaíba, en Río Grande del Sur, se producen los ascensores que se han colocado recientemente en importantes proyectos de varios países de América Latina.
Dentro de estos proyectos se encuentran el complejo multiusos Soho de la ciudad de Panamá, donde se instalaron 60 ascensores y 36 escaleras mecánicas, el Centro Mundial de Tecnología de Guatemala, donde se proveyeron 16 plataformas elevadoras, y la torre Acqua de Ibagué (Colombia), donde se colocaron 11 ascensores y 18 escaleras mecánicas.
La sostenibilidad en la producción de estos equipos es uno de los pilares sobre los que se fundamenta esta planta de la empresa thyssenkrupp. La fábrica de Guaíba está certificada libre de carbono, ya que el ciento por ciento del dióxido de carbono que emite la empresa se mitiga con la compra de créditos de carbono. Los créditos o bonos de carbono, creados por el Protocolo de Kyoto en 1997, se obtienen al disminuir la emisión de gases contaminantes que causan el efecto invernadero o calentamiento global. De esta manera, el derecho a emitir dióxido de carbono se convierte en un bien canjeable y con un precio establecido en el mercado. Además, la fábrica también cuenta con la certificación de la norma internacional ISO 14064, que consiste en la verificación voluntaria de los informes de emisiones de gases de efecto invernadero.
El programa de eficiencia sostenible abarca todos los niveles del proceso de producción, desde la elección de los proveedores, a través de la revisión del consumo de gas y de combustible, ahorro de agua y energía, al reciclaje de residuos, el consumo de papel, el tipo de embalaje, hasta la logística y el desarrollo de nuevos productos. La empresa ha ejecutado exitosamente durante más de veinte años la recogida selectiva de desechos. En la actualidad, la fábrica produce más de 3,500 toneladas de residuos de diferente tipo: plástico, vidrio, papel, cartón, metal, madera, grasa y aceite de cocina, lámparas fluorescentes, baterías, tóneres y residuos orgánicos. De este universo, el 88% es donado, reciclado, reutilizado o tratado para evitar que contamine el medio ambiente.
La política de seguridad es el otro pilar de la fábrica. La empresa toma medidas preventivas en el entorno laboral para mantener la meta de cero accidentes.
La planta de Guaíba es uno de los centros de investigación que thyssenkrupp tiene en el mundo y que busca constantemente nuevas tecnologías para los ascensores. El sistema active roller guide es un ejemplo de producto mundial desarrollado en Brasil. Este sistema reduce las oscilaciones de la cabina de ascensores de alta velocidad proporcionando unidades más cómodas para los pasajeros. La tecnología se ha instalado en 45 ascensores de la Freedom Tower en el World Trade Center. Este edificio de 541 metros de altura es a la fecha el más alto de la ciudad de Nueva York.
Esta fábrica trabaja con el modelo de gestión lean manufacturing, orientado a brindar el máximo valor a los clientes utilizando los mínimos recursos necesarios. Este sistema de producción se fundamenta en cinco conceptos: seguridad, calidad, sostenibilidad, tiempo de entrega y reducción de costes. Es por esto que todos los componentes de esta planta desarrollados por thyssenkrupp (sistema de producción, software, normas, procedimientos de evaluación y formación) se traducen en una producción eficiente y sostenible que tiene como resultado productos de alta calidad y con precios competitivos. Se promueve la cultura de la mejora continua, donde las metodologías y herramientas están destinadas a aumentar la competitividad de la empresa, y la creación de más valor no solo para los clientes, sino también para los empleados y accionistas.
El sistema de producción de esta planta recibió en febrero del 2016 el premio Manufacturing Process Optimization en la Conferencia de Líderes 2016; se trata de un evento anual patrocinado por thyssenkrupp Elevator que reúne a más de 400 profesionales del sector de los ascensores de unos 38 países.