«La forma de la forma», nombre de la cuarta edición de la Trienal de Arquitectura de Lisboa, fomentó a través del debate y el diálogo la reflexión en el ámbito práctico y teórico de la arquitectura contemporánea y los desafíos respecto de la dicotomía que su propio título plantea.
Una de las intenciones de la 15 Muestra Internacional de Arquitectura de Venecia –que tuvo lugar del 5 de octubre al 12 de diciembre del 2016– fue mostrar la urgencia de ampliar el accionar de la profesión, con la condición de entender el hecho arquitectónico como la integración de una diversidad de disciplinas, como consecuencia de una sociedad que cada día presenta mayores desafíos. La cuarta edición de la Trienal de Arquitectura de Lisboa, comisariada por André Tavares y Diogo Seixas Lopes, giró en torno al tema «la forma de la forma» y motivó el debate sobre un amplio espectro de posiciones contemporáneas en la práctica de la arquitectura y en la exploración de las formas en que se transforma el mundo.
LA FORMA DE LA FORMA. Diseño: Johnston Marklee, Office KGDVS, Nuno Brandão Costa. Esta exposición se desarrolla en torno a una serie de espacios que se inspiran en ejemplos de diseños arquitectónicos. Cada espacio alberga contenido seleccionado de la extensa base de datos de la plataforma Socks Studio. El lenguaje de la arquitectura se explora a través de una muestra de dibujos de construcción, intervenciones en el paisaje, planos urbanos, la investigación artística, y otros elementos procedentes de diferentes épocas y regiones del mundo, el contenido destaca los elementos que se mantienen constantes y los que cambian, así como la identificación de las analogías y afinidades en la creación del entorno construido.
La Trienal surgió en el año 2007 con el objetivo de investigar, fomentar y promover la reflexión y la práctica en el ámbito de la arquitectura contemporánea.
La solución curatorial para propiciar la conexión entre cada aspecto consistió en acudir a un recurso del lenguaje, la concatenación, donde una muestra era causa y efecto de la anterior, reforzando el planteamiento de los curadores de que la obra arquitectónica es el principio y el fin de muchos aspectos humanos.
SINES: COSTA lOGÍSTICA. A partir de la ciudad portuaria de Sines, los curadores propusieron un ejercicio que explora el límite entre la transformación poética y la experiencia política. Fotos de la exhibición y Atlas de Sines, mención honorífica, Premio Trienal Millenium BCP. Autores: Anna Villa, Beatriz Morgado, Constança Lino, João Costa, Luca Salermo, Marco Meggiato, Marina Vismara, Paulo César y Vera Cunha
La trienal se estructuró con cuatro exhibiciones centrales, siete proyectos satélites y otros tantos proyectos asociados. El debate respecto de lo estético se planteó a través de la exposición La Forma de la Forma, donde se destacó el universo visual que crea y por el que transita la arquitectura, además de la permanencia de las formas arquitectónicas y su capacidad de concretar ideologías y valores por medio de objetos visibles. Sobre la técnica, en la muestra Obra de Construcción, se invitó a estudios como OMA y David Chipperfield Architects a reflexionar sobre la organización, la tecnología y la economía como principales catalizadores de las concepciones formales de una obra.
Casa da Música (Porto, 2005).OMA, Rem Koolhaas y Ellen van Loon. Esquema estructural, modelo y estado de la obra en 2004.
Neues Museum (Berlín, 2009). David Chipper eld Architects. Galería Romana durante la reconstrucción y plano de techo con anotaciones.
El carácter social de la arquitectura fue quizá la dimensión mejor planteada, por medio de la exhibición Sines: Costa Logística, que centró la mirada en la transformación poética y en la experiencia política del paisaje a partir del desarrollo industrial, a través de la escala, los límites, la producción y el tiempo. Dicha exposición reunió proyectos académicos de estudiantes y profesores de catorce cursos de arquitectura y arquitectura paisajística de Portugal en el marco del Premio Universidades Millennium BCP que otorga la trienal. Por su parte, la exhibición El Mundo en Nuestros Ojos abordó las implicaciones políticas de la forma arquitectónica. Curada por FIG Projects, la exhibición buscó profundizar la discusión sobre las formas de detallar y examinar la condición urbana y territorial con la intención de ampliar la perspectiva más allá del campo de la arquitectura e incluir a otros públicos en el proceso de comprensión, representación y uso de la ciudad y las formas construidas en ella.
EL MUNDO EN NUESTROS OJOS. Curaduría: FIG Projects. La muestra se fundamenta en cómo los profesionales se comprometen con la transformación física de los espacios respondiendo a los procesos de globalización. A la derecha: Typology (Hong Kong), Christ & Gantenbein
Las exposiciones satélites, como los proyectos asociados, complementaron cada tema abordado y posibilitaron además la inclusión de teóricos y arquitectos de una trayectoria más joven. De todos ellos, cabe destacar Cartas al Alcalde, que propició un diálogo entre los que representan a una ciudad y los que la construyen. Asimismo, queremos destacar Una Historia Triangular, que contó con la participación de Souto de Moura y la curaduría de Pedro Bandeira.
Otro aspecto interesante de la muestra es que además coincidió con la inauguración del Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología de Lisboa (MAAT). Proyectado por la arquitecta británica Amanda Levete, el Museo está emplazado en la ribera del río Tajo y es la pieza central del plan maestro de un campus de arte en el histórico barrio de Belem, que se espera se convierta en una de las zonas culturales más populares de la capital portuguesa. Ciertamente han sido el debate y el diálogo, con su carácter atemporal, las formas de comunicación por excelencia a las que ha recurrido la sociedad contemporánea para hacer frente a sus nuevos retos y las que han propiciado avances concretos en la práctica de la arquitectura. La bondad del diálogo para propiciar la insaciable búsqueda de la verdad o solución y la incertidumbre que genera el debate sobre si los resultados obtenidos son “esa verdad o solución” que se busca, solo pueden conducirnos a senderos donde el hecho arquitectónico materializará formas en la forma y donde plataformas como la trienal serán más y mejores espacios para reflexionar y construir conocimiento desde lo colectivo a lo individual.