Concurso Internacional de Diseño en Acero

La propuesta de una fábrica de ideas e innovación de los estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la UNPHU resultó ganadora del segundo lugar en el Concurso de la Asociación Latinoamericana del Acero promovido en el país por Adoacero. El Centro UV-DA ubicado a orillas del río Isabela está orientado a recuperar la biodiversidad del cinturón verde de Santo Domingo y promover el avance científico en los procesos productivos agrícolas. La propuesta parte de una reflexión ambiental, urbana y económica para ofrecer una solución arquitectónica que sustituya el rastro industrial por uno ecológico.

Este año el objetivo del concurso era diseñar una fábrica de ideas e innovación que albergara las instalaciones —laboratorios, talleres, oficinas e infraestructura necesaria— de alguna institución del Estado, de su universidad o que los propios estudiantes considerasen importante como tema de futuro.

El equipo compitió con más de 318 grupos de siete países latinoamericanos que trabajaron y desarrollaron sus proyectos durante todo el año (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y República dominicana). Para poder concursar a nivel internacional, los estudiantes primero presentaron sus proyectos en el 8 Concurso Adoacero de Diseño en Acero para Estudiantes de Arquitectura, en el que resultaron ganadores del primer lugar.

CENTRO UV-DA

El proyecto partió de la idea de diseñar un centro de innovación e investigación en el que investigadores, emprendedores, académicos y representantes del sector productivo encontraran los recursos primarios para atraer inversión y promover proyectos locales para el mejoramiento de los procesos productivos y para la producción y difusión de conocimiento, teniendo en cuenta la participación de la comunidad en este quehacer científico.

El lugar en que se desarrolló el Centro UV-DA es un sector marginal de la zona industrial de la Isabela, ubicada en las proximidades del río Isabela. El terreno está ocupado actualmente por la empresa Metales Antillanos y se conecta visualmente con el barrio La Zurza, un territorio encapsulado en el cinturón verde de Santo Domingo.

El análisis del lugar y el conjunto de necesidades identificadas priorizó el factor ecológico —yuxtapuesto con variables económicas y normativas— como eje funcional del proyecto, condicionando el aspecto urbano y arquitectónico a un tratamiento paisajístico que enfatizara el rastro ambiental y mitigara la contaminación
La robótica, la inteligencia artificial y la biotecnología han sido seleccionadas como recursos científicos para sistematizar la aplicación de procesos agrarios, desarrollando estudios, investigaciones, experimentos, pruebas y prototipos orientados a promover el desarrollo de la agricultura y recuperar el paisaje autóctono.

APROVECHAR EL POTENCIAL MEDIOAMBIENTAL DEL PAISAJE

Una plaza abierta y arbolada —equipada con hologramas, proyecciones y efectos visuales dispuestos a todo lo largo de la misma— define el acceso norte del proyecto y da la bienvenida frente a la silueta de un volumen arquitectónico poco invasivo y elevado sobre el terreno, un conjunto que expresa el carácter académico, profesional e intelectual de las instalaciones.

La propuesta está orientada a lograr espacios diseñados para la convivencia, en los que la repetición de planos, los distintos grados de permeabilidad material y el diálogo polivalente conforman una trama estructural y funcional que proyecta ambientes flexibles, confortables y contemplativos. El pabellón constituye un punto central dentro del proyecto, un escenario cuya jerarquía proviene de sus cualidades tecnológicas y funcionales que le otorgan la facultad de cambiar y adaptar su operatividad espacial mediante la acción de elementos móviles.

CONEXIÓN VISUAL Y PERMEABILIDAD

El programa arquitectónico prioriza el área científica: laboratorios variados, talleres científicos, de prueba, de prototipo y un invernadero.

La propuesta estructural consta de postes y tensores que dan origen a un artefacto que se eleva sobre el terreno, con piezas móviles que permiten la creación de espacios flexibles y versátiles. La fachada sur se protege de la incidencia solar y la cubierta inclinada facilita la recogida de las aguas pluviales.

El lenguaje formal, basado en la permeabilidad, juega a la vez con la intimidad y la conexión visual entre los espacios y hacia el exterior, donde puede apreciarse un bosque de especies arbóreas endémicas y nativas —algunas en peligro de extinción— que se integran al paisaje con el fin de reforestar la zona y revitalizar la biodiversidad.

  • Plantas baja y de primer nivel, elevación sur y secciones transversales

CENTRO UV-DA. Fábrica de Ideas e Innovación

Propuesta ganadora del primer lugar del 8 Concurso Adoacero de Diseño en Acero para Estudiantes de Arquitectura (Santo Domingo, 2019) y del segundo lugar del Concurso de la Asociación Latinoamericana del Acero (Buenos Aires, 2019).
Equipo de diseño: Jorge Rafael Florián Vicente, Andcarlos René Gómez Camilo, Abdia Beijing Agüero Pen y Sthefanie Analay Acosta Corniel. Escuela de Arquitectura de la UNPHU.
Coordinación: arquitecto José Antonio Constanzo

SISTEMA ESTRUCTURAL

El sistema estructural propuesto está fundamentado en estructuras vistas que enriquecen la experiencia perceptual del usuario, una ingeniería que hace posible los gestos e intenciones sensoriales incluidos en el programa arquitectónico. Los módulos estructurales están conformados por elementos de acero seriados y perimetrales, postes de gran magnitud que soportan el peso del edificio por medio de tensores. Los postes son los elementos principales y están conformados por placas de acero estructural que sostienen mediante cables de acero tensado las cargas transmitidas desde las vigas Vierendeel.

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