La adquisición de una casa frente al parque botánico dio origen a un proyecto de vida para esta joven familia: el sueño de una casa moderna, cálida, que brindara acogida y promoviera la vida familiar armoniosa.
Al estar cerca del parque y en un nivel más elevado, la arquitectura cúbica de la vivienda unifamiliar, con su lenguaje moderno, contrasta con el verdor que brindan las copas de los árboles. Un árbol preexistente en el lugar fue punto de partida para el concepto de diseño, e incluso llegó a determinar el nombre de la vivienda: la casa del árbol. Las terrazas abiertas integran el paisaje a la casa, y esta comunicación que es reforzada por el paisajismo. La relación de las estancias con los jardines y patios interiores es uno de los factores más apreciados por el cliente.
Emplazada en Santo Domingo, la parcela se ubica en el límite urbano de un sector residencial en el entorno del parque botánico, de cuyo paisaje natural se beneficia la vivienda con hermosas vistas y el frescor que brinda la vegetación. La propuesta parte de la volumetría de la arquitectura moderna para desarrollar una composición con un lenguaje arquitectónico contemporáneo: un juego de prismas puros en el que se combinan muros blancos con revestimientos de piedra que dialoga con el entorno natural.
Al tratarse de un lote entre viviendas, la fachada principal se trabaja en conjunto con una secuencia de espacios interiores y exteriores para lograr una atmósfera de transición entre el dominio público y privado. Una lámina de agua acompaña la pasarela de acceso a la vivienda. La arquitectura se va abriendo poco a poco hacia el interior. Desde el portal de entrada se establece un eje visual hacia la silueta de un árbol del patio trasero, que ya estaba en el lugar. El paso de la luz exalta su presencia y lo convierte en un elemento bien visible desde el interior de la casa, especialmente desde las áreas sociales del primer nivel.
La vivienda consta de 820 metros cuadrados de construcción, distribuidos en dos niveles. En el vestíbulo de ingreso de doble altura se sitúa la escalera, una pieza escultórica de estructura metálica autoportante con escalones de mármol, enmarcada por un muro y una gran vidriera de cristal que conecta visualmente con la galería y el jardín de entrada.
En la planta baja de carácter abierto se desarrollan todas las áreas de uso diurno en comunicación con el patio: el gran salón con su doble altura, el comedor y la cocina, conectados con la terraza y el área de barbacoa por puertas acristaladas deslizantes. La secuencia y fluidez espacial entre estas áreas y su integración al patio aportan amplitud y continuidad visual a las áreas sociales y al jardín. Las celosías que cierran la terraza en la parte superior favorecen el juego de luces y sombras. También en este piso se encuentra el estudio, el baño de visitas, la cocina caliente y las áreas de servicio, las cuales poseen una entrada directa desde el garaje, una especie de distribuidor que sirve de desahogo y desde el cual se accede a una escalera que permite el flujo discreto entre las áreas privadas y la cocina sin necesidad de circulación por las áreas de estar.
La cocina principal se abre con puertas deslizantes al comedor, y fue concebida como un espacio de compartir. Además de ser un elemento funcional que permite que trabajen varias personas al mismo tiempo y sirve de almacén, la gran isla central funge de barra para desayunar o almorzar, incluso como zona de trabajo, tomando protagonismo como área de interacción social cuando hay invitados.
La zona más íntima se encuentra en el segundo nivel. El dormitorio principal, con un amplio vestidor (para él y para ella) y un baño, está situado en la parte trasera, con vista al parque; hacia el frente se ubican las tres habitaciones secundarias de los niños, también con baño privado. Los techos del primer nivel (garaje y pasarela) se recubrieron con césped artificial y se ambientaron con maceteros de buganvillas para crear una vista más agradable desde los dormitorios. En el área central se encuentra el estar familiar cuidadosamente ambientado; se destacan las estanterías hechas a la medida, iluminadas y que integran el mueble de TV.
Las terminaciones fueron cuidadosamente seleccionadas y predominan los revestimientos de madera, utilizada en los pisos en combinación con el mármol, en las paredes, con paneles terminados con pintura satinada, y en los cielos rasos, combinada con el estuco. En los baños, los revestimientos varían conjugando el lujoso equipamiento con los revestimientos de piedra, mármol u ónix retroiluminado (en el de visitas). Una mención especial merece el diseño de iluminación, especialmente en las áreas sociales donde la luz al caer la tarde se conjuga con la luz cenital para crear una acogedora atmósfera. Todas las piezas de arte y los complementos de decoración reflejan el exquisito gusto de los interioristas y propietarios.
En el exterior, la volumetría se complementa con la materialidad, el contraste entre las texturas lisa y rústica de la piedra, las tersas superficies blancas y la superficie veteada de la madera, impregna de calidez los espacios interiores y crea un equilibrio entre tradición y contemporaneidad.
Casa del árbol (2019)
- Ubicación: Los Pinos, Santo Domingo
- Área total de construcción: 820 m2
- Área del lote: 1,155.44 m2
- Diseño arquitectónico: Rafael Selman, José Manuel Álvarez, Selman Arquitectos
- Estructural: JCM y Asoc.
- Eléctrico: AS Electricidad
- Sanitario: Proyecto VGA
- Sistemas de a/a: CJ/Socias
- Diseño interior y decoración: Aurora de la Rocha (Aurora, Ideas y Espacios)
- Diseño iluminación: María Alejandra Varela
- Diseño paisajístico: Massiel Mejía
- Contratista general: Ginaka, Axel Haché
- Supervisión arquitectónica: Selman Arquitectos, José Manuel Álvarez
- Supervisión técnica: Ing. Ricardo Pierre