Repensar el interiorismo de la casa caribeña

Para el diseñador dominicano Jorge Brown, el encargo del interiorismo de esta villa de Casa de Campo, uno de los más prestigiosos complejos turísticos de la región, representó una oportunidad de explorar otras ideas alrededor de los ambientes tradicionales de la casa de playa caribeña, interpretándola como un lienzo para repensar su materialidad.

Brown utiliza por igual la estética clásica, de las artes aplicadas o art déco, de la cultura pop o del surrealismo, y las combina magistralmente con elementos étnicos que integran técnicas artesanales de diferentes partes del mundo, sin olvidar la presencia cálida de la naturaleza para crear espacios sorprendentes.

Casa de Campo es un lujoso enclave de residencias de veraneo en La Romana, una ciudad dominicana frente al mar Caribe. Desde hace casi cincuenta años, cientos de propietarios nacionales y extranjeros han estado habitando villas que, en su interior, siguen los patrones típicos de la decoración playera caribeña: muebles de paja, tapizado blanco de telas de alto tráfico, referencias náuticas y objetos de colores tropicales. Sin embargo, cuando una pareja de extranjeros lo contactó para concebir los interiores de su nueva villa, Brown vio la oportunidad de romper con la tradición romanense. “¿Cómo podemos repensar la materialidad del mobiliario de una villa de playa?”, se preguntó inicialmente. Ese cuestionamiento abrió su caja de Pandora de referencias: decidió hacer el ejercicio de dar vida a espacios aparentemente disímiles que, más que salidos de las referencias tradicionales de decoración caribeña, fueron saliendo de un archivo mental con recuerdos de todas partes del mundo.

Para muestra está la entrada a ese universo: el recibidor mismo. El espacio tiene un empanelado de madera a cuadros, inspirado en la casa 78 Derngate, la residencia de Northampton ideada en 1815 por Mackintosh, que ha sido conservada como un museo. La credenza acompañante, con el mismo patrón, fue diseñada a la medida por Brown. El arquitecto escocés seguramente nunca pensó que sus propuestas del arts and crafts fueran a parar algún día a una villa de playa del Caribe. Y como si se tratase de un guiño a lo que buscaba con esta casa, el diseñador dominicano incluyó en el recibidor el cuadro Interieur Jour 2 de Pierre Monestier: la silueta de un hombre, muy a lo Magritte, que tiene un ecosistema completo dentro de la cabeza.

En el comedor, sus artesanos de cabecera trabajaron las sillas de hierro tapizadas con patrones de piel de leopardo y un pedestal de hueso negro. En la habitación principal, el espaldar de la cama es de fabricación local y lleva tela de la colección Ethnic de Gancedo, inspirada en patrones del este africano; sobre esta cuelga la Cannes Pendant, una lámpara de Ralph Lauren inspirada en la estética del art déco. En la habitación infantil, el papel tapiz Gran Sol de Gastón y Daniela, con influencia de los caftanes uzbecos del siglo XIX tardío, juega con los patrones geométricos sobrios de una de las alfombras de rrres studio –del diseñador dominicano Javier Reyes, quien trabaja con artesanos de Oaxaca utilizando técnicas locales tradicionales–. Las demás alfombras tienen diseños abstractos y fueron diseñadas por Brown con manufactura de la empresa brasileña Punto e Filo; las piezas fueron elaboradas con Econyl, un material de nailon regenerado proveniente en su totalidad de desechos.

  • Planta arquitectónica
Residencia en Vistamar (2021)
  • Dirección : Casa de Campo, La Romana
  • Área total de construcción: 2,330 m2
  • Área del solar/lote: 1,350 m2
  • Diseño interior: Jorge Brown
  • Estilismo: Alban Roger
  • Colaboradores y proveedores: Casa Palma, Lu&Bo, Casa Alfarera, Tissage, Punto e Filo, Visual Comfort, Arte San Ramón, Vardo Home, El Estudio Store, RRRes, Lyle O’Reitzel, Anthropologie y Eurostone
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