De dónde venimos, quiénes somos, hacia dónde vamos…

Por medio del arte de la arquitectura y la fotografía, la plataforma Fachadas Dominicanas a través de la cuenta de Instagram @fachadas.do busca dar respuesta a las tres preguntas del título que nos definen como nación. Su compendio cuenta con más de 500 inmuebles del patrimonio arquitectónico registrados y categorizados, en 25 municipios de la República Dominicana, que abarcan desde arquitectura vernácula y de madera antillana hasta modernista y brutalista.

Residencia González Schotborgh en Gazcue, Santo Domingo, y casa Rodríguez Camargo 39 en Montecristi

Aunque se perciba como algo del momento, no lo es. El interés por las construcciones heredadas de nuestros antepasados ha sido una constante desde la antigüedad, a pesar de tener connotaciones muy distintas a las actuales. En su libro Teoría e historia de la restauración, Javier Rivera Blanco (2008) plantea que la progresiva asunción de esta “nueva” conciencia generó pronto los primeros debates sobre cuáles habían de ser los monumentos a conservar y qué tratamiento merecían para su correcta conservación. Tempranamente, pues, se propusieron ya los primeros inventarios y catálogos, y pronto se formularon también las primeras teorías sobre la restauración.

Edificio Elmúdesi, Ciudad colonial de Santo Domingo (1936)

En este contexto, la República Dominicana no ha sido la excepción. La Dirección Nacional de Patrimonio Monumental se ha esforzado por velar, cumplir y proteger el patrimonio cultural inmueble dominicano. No obstante, es una realidad que muchas obras de alto valor emocional o cultural, físico o intangible, técnico o histórico, no se encuentran en el mejor de los estados y sufren constantemente las consecuencias que traen consigo el olvido y el desinterés.

Precisamente, el proyecto Fachadas Dominicanas surge tras una serie de sucesos acaecidos en 2017 en las ciudades de Santiago de los Caballeros y Puerto Plata, que implican la desaparición física de inmuebles de alto valor patrimonial debido a incendios o demoliciones. Estos sucesos sensibilizan a quien da rostro a esta iniciativa, Oscar Polanco Reyes, pues más allá de lo físico-material, afectan la memoria colectiva.

Casa Feris Olivero, Barahona

“La cuenta [@fachadas.do] despierta una nostalgia por lo vivido, en generaciones pasadas y en las mas recientes; esta última buscando inspiración para definir una nueva dominicanidad”, comenta Oscar Polanco, destacando que disponen de una biblioteca digital de acceso gratuito 24/7 en la que los navegantes pueden consultar las fuentes bibliográficas de las publicaciones, así como un mapa digital a través del cual se puede ver la ubicación exacta de los inmuebles documentados.

En lo adelante, más allá de las fachadas, y a petición del mismo público, se tiene la intención de compartir con los seguidores el interior de las edificaciones, con el fin de contar una historia mucho más acabada.

Proyectos en conjunto

Fachadas Dominicanas se perfila como una incubadora de proyectos. “Quisiéramos ser un enlace, un ente coordinador entre los intereses del sector público y privado, pues entendemos que existe un alto potencial de desarrollo económico en estos inmuebles, que son recursos culturales, pero también económicos, con la capacidad de generar ingresos, empleos y oportunidades de negocio en las zonas donde se encuentran ubicados”, sostiene el representante del proyecto.

Residencia Bournigal (1910), Puerto Plata

En ese sentido, sus miembros están en la disposición de trabajar en la actualización de un marco legal e institucional sólido que contemple facilidades para los propietarios, como resultan ser los incentivos fiscales y la asistencia técnica para su conservación y correcta restauración, entre otros. “La ley vigente de patrimonio ha quedado obsoleta respecto del alcance de sus responsabilidades; apunta sobre todo a la prohibición, sin embargo, es una realidad que los propietarios no reciben ningún tipo de beneficio por mantener este tipo de propiedades, resultándoles a veces cuesta arriba”, detalla nuestro entrevistado.

Sobre su registro

Actualmente las estadísticas concernientes a nuestro patrimonio arquitectónico no están actualizadas, por lo que se debe propiciar el desarrollo de mecanismos participativos entre los ayuntamientos y la sociedad civil para actualizar los inventarios con vistas a su conservación y rescate.

Muestra del interés de Fachadas Dominicanas en este aspecto fue el papel jugado en la más reciente actualización del inventario de inmuebles culturales del centro histórico de la ciudad de Barahona (el primer inventario fue realizado en 1986 por el Centro de Inventario de Bienes Culturales, organismo perteneciente a la Dirección General de Patrimonio Monumental).

Viviendas en El Limón, Samaná y en calle Sánchez 76, Santiago

Recorridos patrimoniales

“Conservar nuestra identidad tangible dentro de la memoria colectiva” es el lema de esta iniciativa que comenzó como pasatiempo a través del cual Oscar Polanco capturaba lo que sus ojos identificaban como edificaciones valiosas, y luego fue tomando forma y transformándose en un proyecto con propósito. Dicho esto, el pasado mes de febrero dieron inicio a sus paseos guiados, en esta oportunidad en la histórica Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre (1955), hoy en día Centro de los Héroes. Su valor arquitectónico es incuestionable.

Comparte este artículo.

¡Inicia una conversación!

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

© Arquitexto 2024. República Dominicana.