Cabo Rojo, un desarrollo turístico planificado desde su concepción con un enfoque de urbanismo sostenible

El Plan de Desarrollo Turístico de Cabo Rojo, Pedernales, es un plan maestro que se fundamenta en la sostenibilidad ambiental, sociocultural y económica y que contribuye con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, y de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2023. Este plan está orientado a convertir a Cabo Rojo en un destino turístico modelo para el país y la región del Caribe. El plan fue financiado por el Gobierno dominicano a través de fondos de la Dirección General de Alianzas Público-Privadas y el Fideicomiso Pro-Pedernales.

Cabo Rojo está en la provincia de Pedernales, en el suroeste de la República Dominicana, dentro de la reserva de biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo y en el polígono de los humedales de Jaragua, como parte de un área protegida que constituye el 68% del territorio provincial. La zona conformada por playas, dunas, zonas áridas y humedales tiene una extensión de 38 millones de metros cuadrados, y alberga una gran biodiversidad con especies nativas y endémicas. Este desarrollo está impulsado por el Gobierno dominicano a través de la Dirección General de Alianzas Público-Privadas (DGAPP) y el Fideicomiso Pro-Pedernales.

Cabo Rojo forma parte de una de las zonas núcleo de la reserva de biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo y de uno de los tres polígonos de los humedales de Jaragua, sitio Ramsar; además, se encuentra rodeada del Parque Nacional Jaragua. Cabo Rojo posee una extensión de aproximadamente 38 kilómetros cuadrados, conformada por playas, dunas, zonas áridas y humedales, la cual alberga una gran cantidad de especies nativas tanto de flora como de fauna, muchas de ellas endémicas, goza de una gran biodiversidad y está cerca de distintos lugares de gran valor natural y cultural. El proyecto está en una zona de desarrollo adyacente al Parque Nacional Jaragua y a los humedales protegidos, con frente a playa Cabo Rojo y accesible desde la carretera 44 suroeste, tramo Oviedo-Pedernales. La zona está delimitada por infraestructuras existentes, como el muelle, el aeródromo, la torre de la cementera, dos hoteles en el acantilado y una mina a cielo abierto de la cementera en el centro del área de intervención. Es un área rural, sin red de servicios inmediatos identificados
PLAN MAESTRO PRELIMINAR
PROPUESTA. Tipologías de paisajes, fases de construcción y densidades

El Plan de Desarrollo Turístico de Cabo Rojo, Pedernales, elaborado por ARQA Arquitectura Integral tras una licitación pública tiene como objetivo crear un destino turístico sostenible y rentable a partir de factores ambientales, sociales, económicos y de mercadeo, que logre posicionarse en el mercado nacional e internacional. Para ello se llevaron a cabo estudios técnicos y ambientales, como levantamientos topográficos, estudios hidrológicos y geológicos, así como evaluaciones de sistemas de infraestructura, garantía de que el proyecto sea coherente con el entorno y su capacidad de carga. El plan se orienta a ser el motor del desarrollo económico y social de la provincia de Pedernales y de la región de Enriquillo, caracterizada por un alto nivel de pobreza demográfico, en donde la población económicamente activa supone apenas la mitad de la población en edad de trabajar, lo que contrasta con su notable potencial turístico.

El enfoque principal de la propuesta es el uso racional de los recursos naturales junto con el respeto por las áreas protegidas y el fomento de la participación de la comunidad local. Un ejemplo es la ampliación de la franja de playa de 60 a 160 metros para proteger el ecosistema costero. El proyecto está fundamentado en un estudio de capacidad de carga turística y ha asumido compromisos internacionales como la firma de la Declaración de Glasgow para la acción climática en el turismo. A la fecha, ha atraído importantes cadenas hoteleras como Hyatt, Hilton, Iberostar y Marriott; se espera que las dos primeras abran en el 2025 y aporten unas 1,100 habitaciones hoteleras.

Plan maestro

El plan maestro se enfoca en desarrollar un destino turístico hotelero e inmobiliario dentro de una comunidad segura y accesible, equipada con todos los servicios e infraestructuras necesarios. Las propuestas y diseños esquemáticos definen la infraestructura básica, incluyendo aspectos viales, sanitarios, eléctricos y de telecomunicaciones. Un aspecto destacable es la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales, uno de las primeras obras en ser ejecutadas, que subraya el compromiso del desarrollo con la sostenibilidad a nivel nacional.

El área de intervención está delimitada por dos vías principales: una es el acceso turístico desde la carretera Enriquillo, que atraviesa el proyecto de este a oeste en un tramo de 6 kilómetros, la otra es una vía longitudinal de 12 kilómetros que conecta el proyecto con el centro urbano de la provincia y sitios turísticos cercanos, como bahía de las Águilas y la Cueva de los Pescadores, flanqueada por un paseo botánico.

De acuerdo con las características naturales del suelo, la vegetación y la topografía, se definieron unidades ambientales homogéneas que integran tanto aspectos físicos como bióticos, junto con los usos del suelo. Estas unidades son fundamentales para la planificación territorial, ya que permiten establecer grados de protección y definir las tipologías de uso en cada zona.

El desarrollo se divide en cuatro fases, cada una con índices de ocupación y usos específicos. Con el fin de minimizar el impacto ambiental, se implementa una estrategia sostenible con densidades conservadoras según la proximidad a las áreas de conservación. Se prioriza la protección de ecosistemas sensibles como humedales, manglares y dunas costeras, y se crea una nueva área protegida de 300 hectáreas, debido a su valor natural y la proximidad con los sistemas acuíferos del arroyo La Palma y los pozos de Romeo. Además, se establecen zonas de amortiguamiento entre los complejos turísticos y las áreas protegidas.

En la fase I, las densidades para ecohoteles varían de 10 hab/ha hasta 30 hab/ha hacia Cabo Rojo. En la fase II, la playa La Cueva sigue un criterio similar con densidades de hasta 24 hab/ha. En las fases III y IV, sobre el farallón, se proponen densidades de hasta 10 hab/ha, ajustadas según las zonas de amortiguamiento. El campo de golf y Pueblo Rojo (centro residencial y comercial del proyecto) tienen densidades de 10 hab/ha y 30 hab/ha, respectivamente.

La urbanización de cada zona se rige por un índice de utilización del suelo que define la capacidad, el sistema constructivo y las tipologías sugeridas, en función de las características ambientales. Los usos incluyen ecohoteles, hoteles todo incluido con sistemas de gestión ambiental, villas vacacionales, apartamentos, casas en hilera, ecolodge, infraestructura de servicios y parques ecológicos o recreativos. El plan sugiere el uso de sistemas constructivos resilientes frente a los riesgos provocados por el cambio climático, como son las estructuras sobre pilotes y plataformas elevadas para las edificaciones en las zonas más vulnerables.

Se diseñó un acueducto exclusivo para el proyecto, con captación de agua desde pozos subterráneos en Los Olivares (Pedernales), y un sistema de bombeo hacia tanques elevados que distribuirán agua potable por gravedad. En el futuro se contempla una planta desalinizadora para cubrir necesidades adicionales. Cabo Rojo ya cuenta con una planta de tratamiento de aguas residuales, que incluye redes colectoras y una depuradora, y reutiliza aguas grises tratadas para riego de campos de golf y paisajismo. Se recomienda que cada proyecto gestione la captación de aguas pluviales para mitigar inundaciones y reutilizarlas.

El Fideicomiso Pro-Pedernales lleva a cabo un programa de conservación de especies endémicas y nativas que puede servir de modelo para otros proyectos. Antes de intervenir un solar, las especies nativas y endémicas de flora se trasladan al vivero Cabo Rojo para su reproducción y conservación, y luego son reintroducidas en los jardines de los hoteles. Las propuestas de paisajismo deben priorizar el uso de plantas nativas. Los terrenos libres deben ser espacios verdes con al menos un 30% de su superficie cubierta por árboles locales, y los árboles eliminados deben ser reemplazados por una cantidad equivalente de especies autóctonas.

Con el fin de disminuir el parque vehicular dentro del proyecto, el plan contempla la implementación un sistema intermodal de transporte colectivo: desde estaciones ubicadas estratégicamente en las vías principales, se recogen y se trasladan pasajeros que vienen del puerto, del  aeropuerto y desde el interior del país. Entre las estaciones se desarrolla un sistema de micromovilidad (bicicletas, patinetes eléctricos, monopatines y otros dispositivos ligeros).

Elementos diferenciadores del proyecto

Dentro del proyecto se destacan algunos elementos diferenciadores:

Pueblo Rojo. A diferencia de otros polos turísticos del país, donde el personal se aloja dentro de las instalaciones del hotel, se ha diseñado un espacio de alojamiento para empleados en edificaciones de baja densidad fuera del área hotelera. Esto fomenta la socialización comunitaria y mejora la calidad de vida.

PLAN MAESTRO DEL VERDE EQUIPADO. En el paseo de playa se propone un conjunto de servicios y un sistema de micromovilidad, que sirve a los hoteles y a los visitantes

Verde equipado. Este concepto permite una integración armoniosa entre los hoteles y el entorno natural costero, al establecer un retiro de 160 metros desde la pleamar. El plan maestro también incluye un programa de recuperación del frente costero, que refuerza las áreas sensibles mediante la siembra de especies como mangles para evitar la erosión costera y gestionar el cambio climático. En el diseño del paseo de mar se han creado senderos y miradores estratégicamente ubicados para aprovechar la sombra que produce la vegetación existente. Todas las secciones de vías y corredores ecológicos incluyen una franja de un metro de vegetación para generar sombra y garantizar el confort térmico a los peatones. Además, se propone el uso de la técnica de tapia pisada, un sistema de construcción sostenible y tradicional, para las edificaciones del servicio de playa, un método resiliente que minimiza emisiones de carbono, reduce costos y tiempos de transporte, y aprovecha los recursos locales.

Mercado de los pescadores. Para atender las necesidades de los pescadores locales, el proyecto incluye la construcción de un muelle pesquero para mejorar sus condiciones de trabajo y propone la creación de un pueblo pesquero. Este nodo comercial ayudará a formalizar la actividad, mantener la identidad local y fortalecer la dinámica económica de la región.

Plaza de los guías turísticos. En colaboración con la Asociación de Guías de Naturaleza de Pedernales, se plantea la creación de un parador turístico que permitirá a los guías (que han trabajado en Cabo Rojo durante años) ofrecer sus servicios de manera ordenada y mejorar la experiencia de los visitantes. Este proyecto, junto con el muelle pesquero, destaca la inclusión social de grupos comunitarios locales al desarrollo turístico de la zona.

Rambla comercial. Un espacio público que conecta la vía principal con la playa de Cabo Rojo y garantiza la accesibilidad al frente costero, incluso en una zona bordeada por hoteles, a través de paseos diseñados para movilidad peatonal y de vehículos ligeros. El diseño incluye tiendas, locales de alimentos y bebidas y áreas de servicios sanitarios, duchas y vestidores. Cuenta con módulos temáticos y culturales llamados tamboras verdes, inspirados en elementos de la cultura dominicana como el casabe, el café, el cacao, el merengue y la fauna local, lo que refuerza la identidad nacional dentro del diseño paisajístico.

PASEOS PARA PEATONES Y CICLISTAS. Plataformas elevadas y sobre pilotes con cimentación superficial en la zona del verde equipado

Para concluir, es importante destacar que Cabo Rojo se ha convertido en un referente al ser el primer destino turístico en desarrollarse desde cero bajo una alianza público-privada y a partir de un plan maestro integral que define cada detalle de su ejecución en las cuatro fases previstas para los próximos 11 años.

CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE. Las edificaciones del servicio de playa y del “verde equipado” adoptan el sistema constructivo de tapia pisada, una técnica resistente al clima que minimiza las emisiones de carbono. Además, fomenta la economía local al emplear recursos autóctonos y reducir costos de transporte y producción.

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