El Museo de la Catedral de Santo Domingo está ubicado en el histórico edificio de la Real Cárcel y forma parte de las nuevas instalaciones museográficas de la Ciudad Colonial de Santo Domingo y de la unidad de patrimonio religioso, artístico y cultural de la arquidiócesis de Santo Domingo.
Con recursos audiovisuales y tecnológicos de vanguardia, el museo exhibe una colección de obras de arte y objetos sacros que narran la historia del emblemático templo desde el siglo XVI hasta el XX.
El Museo de la Catedral de Santo Domingo recientemente inaugurado se erige como un palimpsesto de un proyecto anterior y presenta una museografía renovada y actualizada, con un recorrido y narrativa completamente nuevos. Las antiguas salas han sido adaptadas para alinearse con este nuevo discurso. Ubicado en el corazón del polígono catedral, el edificio que alberga el museo tiene una rica historia. En el pasado fue utilizado como cárcel, sede del Congreso de los Diputados, teatro, imprenta y escuela nacional de arte. Cada una de estas etapas ha dejado su huella tanto en la historia del inmueble como en la del casco histórico.
El museo ofrece exposiciones permanentes con una detallada narración sobre la construcción de la catedral primada de América, el eje central de la vida colonial. La museografía propone un discurso que abarca lo universal y lo terrenal al explorar la naturaleza, las instituciones y la cosmología de las piezas sacras. Esta narrativa va desde lo colectivo hasta lo íntimo, con las piezas del tesoro de la Catedral, entre las que se destacan joyas históricas como el sagrario, las cruces pectorales y el águila bicéfala, junto con piezas arquitectónicas originales de la catedral, como el coro bajo y la piedra angular, que son testigos de la opulencia y simbolismo de la época colonial.
Además, la integración de tecnología audiovisual de última generación y de soluciones inmersivas vanguardistas ha transformado la manera en que se presenta el patrimonio cultural, lo que proporciona una experiencia memorable y didáctica. El diseño gráfico y el texto de la exposición buscan comunicar de forma sutil para que las piezas «hablen» por sí mismas y dejen una huella en cada visitante al invitarlo a reflexionar.
Museografía
El recorrido del museo está diseñado para conectar la evolución de la fe cristiana desde su llegada a América. Comienza con una introducción al reconocimiento de Dios y continúa con la llegada de los primeros misioneros a la Española. La primera sección resalta las dificultades que enfrentaron los pioneros de la fe en Santo Domingo y el complejo proceso de construcción de la catedral, en el que se destaca el legado de los maestros canteros en la estructura.
El museo cuenta con once salas temáticas, un patio interior, un claustro, una tienda y una sala para exposiciones temporales. Los espacios museográficos varían entre explicativos, expositivos e inmersivos, y ofrecen una experiencia rica en contenido histórico y religioso. Uno de los principales desafíos fue adaptar el diseño arquitectónico a un edificio colonial con una estructura estrecha, dividido en tres largas crujías. Inicialmente estaba previsto que la entrada principal fuera por otro lado, pero al replantearse la museografía se decidió colocar la recepción en el frente para crear un espacio de acogida similar al de una catedral.
La recepción se diseñó como un cubículo acogedor donde el visitante puede decidir si dirigirse al área principal o a la tienda. La entrada tiene un techo más bajo para crear un ambiente íntimo que evoca el receptáculo de las catedrales. La puerta es de material fresado y está diseñada para interactuar con la luz solar, lo que aporta un toque vibrante. Al entrar, lo primero que se observa es un altar del siglo XVI, que estaba en la Iglesia de Santa Bárbara, como un símbolo espiritual de bienvenida. El primer objeto museográfico es un púlpito de madera del siglo XVII que simboliza la voz y la palabra, lo que transmite el mensaje de que el visitante está a punto de embarcarse en una experiencia narrativa y visual.
La sala 1 se llama «La fe mueve» y busca situar al visitante como individuo dentro del vasto universo. En esta sala se utiliza un efecto de humo para reforzar la atmósfera. El objetivo principal es contar la historia de la fe desde un concepto universal. No se busca imponer un discurso específico, sino captar al visitante desde una perspectiva global. Para ello se presenta un video que aborda la fe y la idea de Dios de manera universal. A nivel espacial, la sala refleja esta idea de universalidad con un tratamiento horizontal que se combina con un espacio vertical que simboliza la semejanza a Dios y la divinidad que asciende. Esta diferencia de disposición espacial refuerza la conexión entre lo terrenal y lo divino e invita a los visitantes a reflexionar sobre su lugar en este contexto trascendental.
La sala 2 se llama «La evangelización» y presenta un enfoque museográfico invertido y vertical con el objetivo de jerarquizar la fuerza de la creación. Toda la información fluye desde lo alto y se esparce hacia los laterales; una cruz baña el mapa de la isla de Santo Domingo. En esta sala se expone el proceso de evangelización que tuvo lugar en la América del siglo XVI. El mapa, publicado en 1516, es una pieza central que muestra la organización religiosa de la isla. En 1520 ya existían más de veinte espacios religiosos, lo que pone de relieve la importancia de la evangelización en la consolidación del orden social y espiritual en la isla de Santo Domingo.
La sala 3, «Acta de erección, bendición solar, piedra pentagonal», representa la transición entre la espiritualidad y el proceso concreto de la construcción de la catedral desde su origen: la tierra, el hombre y la técnica. La protagonista es la piedra angular pentagonal, símbolo clave que marca el inicio de la obra en el ábside. Aunque lo exhibido es una réplica, la original de piedra coralina fue hallada en 1985 durante las excavaciones de la cripta. Esta piedra tiene un profundo significado religioso y masónico y estableció las directrices para la construcción de la catedral.
El logo del museo se inspira en la forma de la piedra e integra así el concepto de la piedra pentagonal con la dimensión arquitectónica y el carácter etéreo de la catedral. Esta simbología une lo tangible de la arquitectura con la esencia espiritual que representa el edificio.
La sala 4 está dedicada a «Los maestros canteros», relata cómo se erigió la catedral y cómo se llevaron a cabo los primeros trabajos y excavaciones. Se destaca el papel fundamental de los canteros, los verdaderos protagonistas de la construcción. Se presentan las marcas y firmas de estos artesanos, su huella en la obra. También se exhiben azulejos de estilo arabesco encontrados durante las excavaciones arqueológicas en la catedral, que fueron reemplazados en la restauración de 1830.
La sala 5 se titula «La catedral: el corazón de la nueva urbe» y cuenta con vitrinas fabricadas con un sistema de puertas batientes que exhiben maquetas de la catedral sobre la evolución de su construcción. Un mapa de la ciudad complementa la exhibición; se aprecia cómo la catedral desempeñó un papel central en el desarrollo y planificación de la nueva ciudad.
El claustro y su patio, construidos durante la primera intervención, fueron originalmente diseñados como un espacio abierto. En ese entonces se reprodujeron los arcos en la parte superior. Para integrarlo al recorrido museográfico y permitir la realización de actividades, se decidió cubrirlo y convertirlo en un espacio intermedio en el recorrido del museo. En esta área se exhiben lápidas, principalmente de figuras importantes de la independencia cuyos restos fueron trasladados al Panteón. El museo heredó estas lápidas y, aunque inicialmente no se sabía cómo incorporarlas, se les dio un propósito dentro del contexto histórico.
La sala 6, denominada «La geología del sitio», es un apéndice esencial del museo que aborda los procesos de investigación, análisis y recopilación de datos sobre la catedral y el edificio de la Real Cárcel que alberga el museo. Ubicado en el antiguo edificio de la cárcel de San Fernando, esta sala muestra la historia del lugar y los calabozos que formaban parte de la estructura original.
La sala 7 se llama «Historia del sitio» y presenta la investigación arqueológica y la tumba de Cristóbal Colón. Se exhiben piezas encontradas en la catedral y una maqueta 3D que recrea la estratigrafía del lugar y muestra el tipo de objetos en cada capa durante las excavaciones: cerámica, elementos taínos y osamentas halladas. La sala también narra los viajes de la tumba de Colón, desde Sevilla a La Habana y su llegada final a la República Dominicana en el Faro a Colón. Al salir de esta sala se encuentra la capilla de la Virgen de la Altagracia, un espacio dedicado a la madre protectora del pueblo dominicano.
La sala 8, «Fachada oeste o Puerta del Perdón», utiliza recursos audiovisuales para destacar la impresionante fachada frontal de piedra caliza de la catedral (reproducida en una maqueta de gran escala), que representa un magnífico ejemplo del estilo plateresco en su forma más pura. La sala siguiente es la 9, «Coro bajo», y permite admirar el imponente coro bajo de la catedral, restaurado por José Miura. Este espacio evoca los antiguos ritos y la profunda fe de los antepasados dominicanos, y conecta al visitante con la historia y la espiritualidad del lugar.
La sala 10 está dedicada a las cofradías y procesiones, mientras que la sala 11, ubicada en el sótano, exhibe el «Tesoro de la catedral». En esta última se presentan piezas de gran valor histórico y espiritual, muchas de las cuales se exhiben al público por primera vez en siglos.
El museo cuenta con una sala de exposiciones temporales y el recorrido finaliza en la tienda, que está especializada en arte sacro, artesanía, pinturas y papelería creadas por voluntarios y artistas. Este espacio también exhibe piezas históricas de la catedral, ofrece un ambiente de acogida y permite que los visitantes se lleven un recuerdo. La tienda conectada a la entrada es fundamental para prolongar la experiencia y el recuerdo del museo, y está abierta incluso para quienes no tienen tiempo de hacer el recorrido completo.
Obra de adecuación arquitectónica
La primera intervención arquitectónica estuvo a cargo de Eugenio Pérez Montas y recuperó el volumen original del edificio, con anexos que incluyeron la cripta. Entre 2022 y 2024 se completaron las obras de restauración con la instalación de suelos, arcadas, la cubierta del patio y la adecuación de servicios, para garantizar acceso universal en la planta baja.
Entre los trabajos de adecuación arquitectónica se destacan los siguientes:
- Sala «La fe mueve»: construcción de paredes curvas, instalación de piso y zócalos de vinilo, y normalización de altura en marcos de puertas.
- Sala «Evangelización»: estructura metálica con recubrimiento de paneles de yeso y fibra de vidrio (densglass), aislamiento térmico y acústico, con zócalos de vinilo.
- Sala «Coro bajo»: recubrimiento completo de paredes y techos con construcción ligera de paneles de yeso.
- Sala «Arqueología de la catedral»: construcción de pared curva, instalación de ductos para aire acondicionado y recubrimiento de techo con paneles de yeso y fibra de vidrio (densglass).
- Sala «Tesoro de la catedral»: instalación de espuma acústica en el techo, paneles acústicos y nuevas salidas de aire acondicionado.
La empresa contratista implementó especificaciones estructurales, acústicas y de climatización para garantizar funcionalidad y confort en las salas del museo, cumpliendo con las directrices museográficas.
Antecedentes
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El edificio que hoy alberga el museo fue originalmente la residencia de Alonso Maldonado, alcalde de la ciudad entre 1507 y 1509. En 1510 fue vendido y, dos años después, convertido en la Real Cárcel. En 1517, bajo la supervisión del licenciado Alonso de Zuazo, se realizaron importantes modificaciones para adaptarlo a su nueva función.
El edificio que hoy alberga el museo fue originalmente la residencia de Alonso Maldonado, alcalde de la ciudad entre 1507 y 1509. En 1510 fue vendido y, dos años después, convertido en la Real Cárcel. En 1517, bajo la supervisión del licenciado Alonso de Zuazo, se realizaron importantes modificaciones para adaptarlo a su nueva función.
Con el tiempo el inmueble se deterioró, y a finales del siglo XVIII ya mostraba un considerable desgaste. Durante la ocupación haitiana (1822-1844) fue sede de la Casa de la Imprenta y funcionó como teatro. Entre 1867 y 1916 albergó la Biblioteca de la Sociedad de Amigos del País y posteriormente fue reacondicionado para ser la sede de la Cámara de Diputados hasta 1955. También alojó oficinas del Instituto Duartiano y la Escuela Taller.
El edificio fue declarado monumento nacional en 1932 con el nombre «Cárcel Vieja, Teatro Los Trinitarios». En 1993 comenzaron excavaciones arqueológicas que culminaron en 1995, pero las obras civiles se detuvieron en varias ocasiones. En 2022 se reanudaron los trabajos gracias a los fondos del Programa Integral de Desarrollo Turístico y Urbano de la Ciudad Colonial, con el apoyo del BID, el Ministerio de Turismo y varias instituciones financieras.
MUSEO DE LA CATEDRAL DE SANTO DOMINGO, PRIMADA DE AMÉRICA
Ubicación calle Isabel La Católica, Ciudad Colonial. Superficie 1,196.20 m2. Coordinador: monseñor Lorenzo Vargas Directora voluntaria: Fabiola Herrera de Valdez Administración, supervisión y asesoramiento: Virginia Flores-Sasso, Magalys Abréu Martínez, Francisco de Peña Kelly Conceptualización, diseño museográfico y visual: Alexy Cordones Guión museográfico: Alexy Cordones, Virginia Flores-Sasso, Linda Roca Pezzotti, Patricia Reid Baquero† Curaduría: Linda Roca Pezzotti, Virginia Flores-Sasso, Patricia Reid Baquero† Contenido: Eva López, Avanzia, Virginia Flores-Sasso, Linda Roca Pezzotti Diseño ejecutivo, producción y montaje museográfico: Avanzia, HD Faber Director gráfico: Guillermo Bragoni, Avanzia Adecuación arquitectónica: Virginia Flores-Sasso, Grupo Técnico, Zeugma Arquitectura Inventario: Linda Roca Pezzotti, Virginia Flores Sasso, Patricia Reid Baquero†, Magalis Abréu Restauración de piezas: Linda Roca Pezzotti, Alberto Florián Colocación de bienes: Cubic Iluminación: Piero Peggi Grassia, Avanzia Producción audiovisual: Javier González, Avanzia Aire acondicionado: César Félix y Daniel Ortega, Serirca, Proseinca Seguridad: Radman Solutions Unidad ejecutora del Programa Integral Desarrollo Turístico y Urbano Ciudad Colonial (PIDTUCC) Coordinador general: Amín Abel Santos Coordinador de proyectos museográficos C4: Alexy Cordones Analista arquitecto: Waleska Socias Registro de colecciones: Blanca Mejía Supervisor museólogo: Julián Triana