Con el tema «Turismo y paz», el Día Mundial del Turismo 2024 destacó la importancia de un desarrollo que no solo impulse el crecimiento económico, sino que también fomente la justicia, la equidad y el bienestar, para garantizar que el desarrollo humano sostenible avance en todas las regiones y que «nadie se quede atrás».
Desde 1980, la Organización Mundial del Turismo celebra cada 27 de septiembre el Día Mundial del Turismo. En 2024, el tema «Turismo y paz» destaca que el turismo puede promover la paz en su sentido más amplio, al fomentar la justicia, la equidad y el bienestar dentro de la sociedad. Alcanzar esta paz requiere un desarrollo inclusivo que beneficie a toda la población y supere los retos de depender únicamente del crecimiento económico.
Por ejemplo, en la región de Yuma (República Dominicana), que alberga el conocido destino turístico de Punta Cana, se registró en 2022 el índice de desarrollo humano (IDH) más bajo del país, con 0.566 frente al promedio nacional de 0.609, a pesar del auge económico impulsado por el turismo. Esto plantea la necesidad de reflexionar qué podemos hacer para facilitar la prosperidad compartida y su importancia para la expansión del sector.
¿Qué significa realmente un bajo desarrollo humano?
Un IDH bajo indica dificultades en áreas clave para el bienestar de las personas de la región, como acceso limitado a servicios de salud, oportunidades educativas restringidas que limitan el desarrollo personal, empleos precarios y bajos ingresos que perpetúan la pobreza.
Aunque el crecimiento económico es esencial para mejorar el IDH, no garantiza el bienestar general de todos. Para lograrlo, el desarrollo económico, incluida la expansión del turismo, debe complementarse con estrategias gubernamentales intencionadas que impulsen el desarrollo humano sostenible mediante la mejora de las condiciones sociales, educativas y sanitarias de toda la población. Esto significa reducir las disparidades geográficas de acceso a los servicios sociales y proteger tanto el capital natural como el humano, fundamentales para la competitividad. En el caso del turismo, para que sea una verdadera herramienta de paz debe crear oportunidades para las comunidades locales, disminuir las brechas de desigualdad y garantizar una distribución más equitativa de los beneficios.
¿Cómo puede el turismo contribuir a la paz, a la justicia y al bienestar?
En el PNUD creemos que es fundamental fortalecer los mecanismos de empoderamiento local, tanto para las comunidades como para los gobiernos. Empoderar a las personas en sus territorios no solo les permite participar activamente en las decisiones que afectan su futuro, sino que también fomenta la estabilidad y la cohesión social, factores esenciales para una paz duradera.
En este contexto, los visitantes y el turismo pueden ser agentes clave para el bienestar local al ayudar a reducir la migración forzada, la privación social y la violencia asociada a la pobreza. Para promover la equidad y la inclusión, es esencial la participación ciudadana activa que permita a las comunidades contribuir al proceso de priorización de necesidades, formulación de planes sectoriales y territoriales, y determinación de la agenda de desarrollo local.
Otra estrategia esencial es fomentar vínculos productivos entre las grandes empresas turísticas y los pequeños empresarios locales, e incluir a las mypimes en la cadena de valor del turismo. Impulsar su competitividad a través de la innovación, la digitalización y la creación de espacios de incubación empresarial puede generar un rédito económico directo en las comunidades. Esta integración económica beneficia tanto a las empresas turísticas como a los empresarios locales y contribuye al desarrollo local y a una distribución más equitativa de los beneficios.
Finalmente, es esencial que todas estas iniciativas se desarrollen con una visión global y en el marco de una política pública territorial que mejore el acceso a los servicios básicos, como la atención médica y la educación de calidad. Estos servicios son la base que permitirá contar con un capital humano sano y calificado que respalde la expansión del turismo y otros sectores que impulsan el desarrollo sostenible del país.