La arquitecta Jacqueline Serulle cuenta la historia de Gania, su casa vacacional en Casa de Campo. El terreno adquirido en 2019 presentaba desafíos, pero Serulle enfrentó el reto con ingenio y un enfoque de diseño biofílico.
Durante dos años fusionó arquitectura y naturaleza, y creó espacios contemporáneos con techos altos, ventilaciones cruzadas y elementos que integran la vegetación.
La piscina fue diseñada como un estanque de jardín y refleja la visión única de Serulle. en el interiorismo jugó con la madera y en él se percibe su creencia de que las casas deben reflejar la personalidad de sus dueños. Su amor por los viajes se aprecia en detalles únicos que trae de cada destino. Gania quiere decir ‘jardín de Dios’ en hebreo, y es la síntesis armoniosa de su visión y creatividad.
Cuando se decidió la adquisición del lote en 2019, la arquitecta Jacqueline Serulle se sintió atraída por las vistas al campo de golf y la ubicación estratégica en Casa de Campo. A pesar del desafío de la orientación al oeste, Serulle vio la oportunidad de crear ambientes alrededor de un jardín tropical priorizando ventilaciones cruzadas, techos inclinados de gran altura, cierres que no impidieran el disfrute de la naturaleza aun cuando los espacios estuvieran cerrados y climatizados. «La naturaleza me planteó el mayor desafío, y en ella busqué la respuesta y la solución», fue el concepto clave que la arquitecta Jacqueline Serulle aplicó durante un proceso de diseño de dos años. Con humor, expresa: «Como arquitecta, diría que soy mi cliente más exigente».

La arquitecta visualizó cada espacio finalizado y buscó el equilibrio entre la naturaleza y la arquitectura de Gania. Con un enfoque en la biofilia y la integración de la vegetación, se implementaron soluciones para llevarla al interior de la casa. Esto incluyó la creación de jardines interiores, aberturas en los techos para albergar árboles, puertas de aluminio y vidrio de cuatro metros de altura que se abrían a fondos de vegetación. Se utilizaron materiales cálidos y naturales como coralina, travertino y madera, presentados de manera moderna sin perder la esencia cálida propia de una casa de playa.

La piscina, esencial en la casa y visible desde todos los ambientes, fue concebida para evocar más la apariencia de un estanque de jardín que la de una piscina convencional. Para lograr este efecto se empleó la piedra natural green sukabumi, originaria de Bali (Indonesia), cuyo color establece una conexión visual con el campo de golf y los jardines circundantes.

Para la decoración, Serulle se inspiró en la naturaleza, incorporando elementos como yute, pajilla y caracoles, con una paleta neutra y toques sutiles de color. El interiorismo siempre ha apasionado a Jacqueline Serulle. Desde siempre busca diseñar los techos, los pisos y los recubrimientos. Cada elemento tiene un protagonismo independiente, pero cuando se ven en conjunto se integran armónicamente para ofrecer a quien lo habite una experiencia multisensorial. En este proyecto, Jacqueline disfrutó explorando diversas formas de utilizar la madera en plafones, pisos y también recubrimientos de algunas paredes. La arquitecta sostiene firmemente la creencia de que las casas deben reflejar las personalidades de sus dueños, complementadas con elementos muy personales. Por esta razón, cada vez que viaja se esfuerza por adquirir detalles que le recuerden al país visitado y luego generan anécdotas de conversación entre amigos curiosos que preguntan sobre la procedencia de cada pieza. Durante sus viajes explora mercados, galerías y tiendas de arte típico, disfrutando de la oportunidad de observar y aprender de diversas culturas.

En cuanto al mobiliario, Serulle eligió piezas únicas durante sus viajes y menciona dos de sus favoritas: “una es el sofá Mah Jong, diseñado por Hans Hopfer en 1971 con la colección de telas exclusivas de Jean Paul Gaultier para Roche Bobois, y la segunda es el mural del maestro ceramista Thimo Pimentel que engalanará el comedor y está en proceso de ser terminado en su taller de Santo Domingo”. La casa llamada Gania, que en hebreo quiere decir ‘jardín de Dios’, cuenta con seis habitaciones, cada una con baño privado y doble ducha, así como diversos espacios sociales como sala, salón de juego, y comedor formal con dos cocinas. Todos estos ambientes están organizados en pabellones que se conectan a través de galerías abiertas que bordean los jardines interiores. Un kiosco exterior y una cocina al aire libre con horno de leña permiten disfrutar a plenitud el arte culinario. Sobre el kiosco, una terraza con brasero [fire pit] ofrece la oportunidad de disfrutar de hermosos atardeceres sobre el campo de golf.

CASA GANIA (2023)
Ubicación Casa de Campo, La Romana. Área del lote 3,077 m2. Área de construcción 1,600 m2. Diseño arquitectónico e interiorismo Arq. Jacqueline Serulle. Diseño de iluminación Rosadela Serulle. Paisajismo Estudio PWP. Construcción Constructora Alfa 2000. Instalaciones eléctricas Ing. Guillermo Santoni, AS Electricidad. Instalaciones de a/a Ing. Joel Pérez, Cemca.