Superintendencia de Bancos de la República Dominicana

La readecuación arquitectónica de la sede principal de la Superintendencia de Bancos en Gascue se centra en recuperar y valorar un patrimonio emblemático. Se partió de estudios de reforzamiento estructural, riesgos, humedad y temperatura interior para desarrollar una propuesta de adecuación funcional y de recuperación de la espacialidad original. Este proyecto entrelaza el compromiso institucional con la conservación y una visión de vanguardia que realza el legado arquitectónico de Vega, transformando de esta manera un edificio históricamente significativo y llevándolo a ser un referente de calidad y modernidad, consolidándose como hito en el patrimonio moderno dominicano.

La sede original de la Superintendencia de Bancos es una edificación moderna diseñada a finales de los años sesenta por Edgardo (Gay) Vega Malagón (1967-1970).

Es un ejemplo de buena calidad de la arquitectura cívica posdictadura, que buscaba un lenguaje para un nuevo orden social e institucional. Este edificio combina la racionalidad moderna de una estructura porticada de planta libre y nivel de acceso abierto sobre pilotes, con aproximaciones de un tardomoderno que se expresa en el muro curvo expuesto de hormigón y una estética de cerramientos más cercana al brutalismo que al modernismo clásico que parece respetar. En su plástica formal se destaca el vuelo de la marquesina de acceso, que emplea un tratamiento similar a las piezas laterales de hormigón.

Antecedentes arquitectónicos

Con el paso del tiempo, la edificación original sufrió intervenciones que buscaban atender necesidades específicas del momento, vinculadas a seguridad y espacios adicionales de estacionamiento, entre otras, priorizándose estos requerimientos sobre la integridad de la obra y su relación con el entorno urbano. Algunos de estos anexos terminaron invadiendo el espacio público, otros generaron elementos disruptivos, como verjas y jardineras, que ocultaban la claridad del diseño original.

Entre los años 2000 y 2004 se hicieron nuevas modificaciones en el complejo, incluyendo los cerramientos originales, y se eliminó el color natural del hormigón. En esta etapa se incorporó, en el área sur del solar, un estacionamiento subterráneo de tres niveles, complementada por un espacio multiusos a nivel de piso. La solución constructiva se fundamentó en el uso de losas prefabricadas aligeradas de hormigón pretensado —de tipo hollow core o losas alveolares—. Diversos anexos construidos sobre la nueva estructura implementada comprometieron el lindero establecido por las normativas urbanas.

  • Planta de conjunto, elevación este y sección
  • Planta arquitectónica del primer nivel (parcial), Planta arquitectónica del cuarto nivel y elevación norte

Conservación del patrimonio

Durante la administración 2020-2024 se tomó la decisión de recuperar la integridad del diseño, colocar a la institución en cumplimiento normativo y atender otros aspectos estructurales y de accesibilidad que fueron develándose en la medida en que los equipos técnicos internos realizaban levantamientos para conocer el estado de la edificación. El proyecto se desarrolló en un contexto de austeridad, en plena etapa de restricciones financieras derivadas del covid-19, lo que obligó a motivar adecuadamente el proyecto para poder obtener las dispensas necesarias del Poder Ejecutivo y, de igual forma, planificar con agudeza los detalles, de manera que cada intervención necesaria fuera realizada en tiempo oportuno y ceñida al presupuesto aprobado.

Para la rehabilitación integral del edificio, se implementaron las siguientes estrategias:

  • Recuperación de la espacialidad original: Se demolieron los anexos que invadieron el espacio público, se eliminaron las verjas y jardineras perimetrales, y se restablecieron los retiros y la continuidad peatonal.
  • Integración con el entorno urbano: Se reconstruyeron las aceras, se incorporó nueva arborización e iluminación urbana eficiente y se habilitaron estrategias adicionales de accesibilidad para personas con discapacidad.
  • Reforzamiento estructural del edificio anexo y riesgos: Se reforzó la estructura de la edificación anexa que mira hacia el sur para hacerla sismorresistente, se agregaron escaleras de evacuación de emergencia para el anexo y sistemas contra incendios para el sótano.
  • Adecuación funcional: Se reorganizaron los espacios interiores para optimizar su uso y adaptarlos a las necesidades actuales de la institución, una mayor integración de los espacios y aprovechamiento de la luz natural.

Para llevar a cabo la restauración y adecuación de la edificación se hicieron dos estudios que resultaron fundamentales: un estudio de resistencia sismológica de la estructura y estrategias de riesgo, y un estudio de humedad y temperatura del interior de la edificación.

Como resultado de los estudios y levantamientos se evidenció que uno de los desafíos más significativos sería el reforzamiento estructural del edificio anexo que da al sur para hacerlo sismorresistente, esta intervención se volvió indispensable para garantizar la integridad física de los colaboradores de la institución y de la propia edificación. Evaluadas las distintas soluciones técnicas presentadas por destacados ingenieros estructuralistas, se optó por una solución intermedia que permitió conservar la estructura original añadiendo elementos que ampliaban la resistencia de esa parte del edificio. Este abordaje técnico no solo buscaba la estabilidad del inmueble, adecuándolo a los códigos sísmicos modernos, sino también no comprometer un patrimonio arquitectónico emblemático de la época en que fue diseñado.

Asimismo, para cumplir requisitos regulatorios fue necesario agregar, en una primera etapa, escaleras de evacuación de emergencia para el anexo y un sistema contra incendios para toda la edificación. Además, los altos niveles de humedad y las fluctuaciones exageradas de temperatura arrojaron la necesidad de agregar fachadas ventiladas, las cuales reducen el consumo energético del edificio.

Readecuación arquitectónica

El proyecto de readecuación buscó integrar soluciones que permitieran restituir el carácter del edificio original y hacer intervenciones oportunas para mitigar riesgos sobre la funcionalidad de las instalaciones, que se venían acumulando por el paso del tiempo. En materia estética, el proyecto buscó recuperar el lenguaje moderno de la edificación para que coincida con su atemporalidad, vinculando los diferentes períodos y extensiones hechas sobre la edificación original. Para esto se usó un sistema de fachadas ventiladas con losas cerámicas de color gris que responden a la modulación de la edificación original; se reorganizó el primer nivel, se amplió el vestíbulo principal y se creó una fachada acristalada hacia la esquina (anteriormente cerrada), que recupera la transparencia de la planta baja.

Funcionalmente, se agregó un segundo vestíbulo que da servicio al ala sur de la edificación y permite el acceso a la oficina de libre acceso a la información y a las áreas destinadas a facilitar la atención al público en general. Se propuso que la estética del primer nivel fuera minimalista para que se destacara el espacio y su vinculación al entorno. Se incluyó un revestimiento de color oscuro en la escalera interna, que le añade carácter al edificio, y se conservó el mural de piso a techo del artista plástico dominicano Cristian Tiburcio, el cual fue creado en 2010. El empleo de un cerramiento de cristal transparente en estas áreas de circulación resalta la intención de dotar al conjunto de una identidad moderna.

Paisajismo y espacios exteriores

La propuesta paisajística se materializó en la integración de jardineras de vegetación autóctona, un entorno que invita a la circulación peatonal y establece una conexión armónica entre la edificación y su contexto urbano. El espacio frontal asumió un tratamiento ajardinado que da frescor y amplía el espacio público hacia la avenida México en la fachada lateral, por donde estaba el acceso original, y se rescataron los muros bajos de piedra para contención de la jardinería, elementos que también podemos apreciar en otras edificaciones diseñadas por el arquitecto Gay Vega. Al estacionamiento del área sur se le retiró el asfalto y recibió un tratamiento de piso con adoquines de tonalidades grises.

Edgardo Gay Vega Malagón. Nació en 1924 y falleció en 1999. Estudió en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y se graduó de ingeniero-arquitecto en 1946, a la edad de 22 años. Impartió docencia y fue uno de los pioneros que promovieron la creación de la carrera de Arquitectura desligada de la de Ingeniería. Pertenece a la segunda generación de arquitectos dominicanos, y fue un verdadero consagrado a su carrera. Dentro de su extensa obra de proyectos diseñados y construidos se destacan los siguientes: Banco Nacional de la Vivienda, Superintendencia de Bancos, Editora El Caribe, Cervecería Bohemia, proyecto turístico Metro (Juan Dolio), edificio Haché de Santo Domingo, junto con su socio Manolito Baquero, con el que también llevó a cabo importantes proyectos turísticos.
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