La videoconferencia “Preparados para la oportunidad” se fundamentó en las bases sobre las que debe evolucionar el sector y continuar nuestro ejercicio profesional: más preocupación por el bienestar de las personas, más versatilidad y flexibilidad en los proyectos, más valor para las soluciones higiénicas y sanitarias, más cooperación empresarial y, en definitiva, más visión para dar las respuestas adecuadas a un mundo nuevo.
La organización estuvo a cargo de la entidad española UNEX (Asociación Empresarial del Hábitat, su Internacionalización y el Contract), la cual contó con la colaboración de otros organismos españoles y de otros países, entre ellos la Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana. En el encuentro participaron más de 300 profesionales de toda Latinoamérica, el Caribe, Estados Unidos y Europa, e intervinieron arquitectos, diseñadores de interiores, empresarios y responsables de compra vinculados directamente con el canal contract bajo la conducción de David Cámara, director de UNEX y comisario del Plan Contract Aragón.
Personas, arquitectura y sanidad
Marco Praga, socio director para Sudamérica de GVA, una de las firmas de arquitectura más importantes del continente americano con sede también en la República Dominicana, recordó que todos los profesionales del canal contract trabajan “para atender a las personas: qué les gusta, qué no, sus tiempos, sus movimientos… Y en base a eso vamos presentando soluciones. Pero llegan momentos como este en el que nos cuestionamos cómo deberían funcionar las cosas”. Praga lanzó una importante reflexión: “¿Estamos diseñando lo que la gente consume o lo que la gente necesita? Debemos ofrecer soluciones más integrales y flexibles, desde la perspectiva macro a la micro. Deberíamos empezar a pensar si las ciudades y los edificios resuelven las necesidades de sus usuarios”.
Jorge Arditti, socio director de Arditti + RDT Arquitectos, destacó por su parte que la arquitectura va a dar un giro muy importante en muchos aspectos, pero sobre todo en sanidad: “A partir de ahora tenemos que permear la higiene en agarraderas de puertas y botones de ascensores, entre otros. Se van a demandar materiales que no alberguen bacterias y va a existir una frontera sanitaria. Este va a ser un cambio repentino y debemos enfocarnos y ayudar a los empresarios y a las empresas contract a lograr este cambio”.
Estos cambios irán más allá de los espacios personales y también afectarán a los públicos, como zonas de acceso a los transportes a través de arcos de desinfección y controles de temperatura. “Vamos a tener que reinventarnos para diseñar estos accesos, pero también para los de casa: marcos de puertas, tapetes sanitarios, artículos que puedan mitigar bacterias. Todo este cambio ya se está viviendo y nadie está preparado del todo ni existen protocolos”.
Proyectos: cambios y competencia
Stephany Haro, jefa corporativa de diseño de Libertador Hotels, Resorts y Spas (Perú), analizó por su parte cómo va a evolucionar la forma de hacer proyectos. A su juicio, tres son los factores en los que se registrarán mayores efectos:
1) Organización: Se ha cambiado el sistema de trabajo e impulsado el home office, trabajo remoto o teletrabajo. Este cambio todavía les cuesta a muchas empresas, pero ya existen multitud de herramientas online que, además de facilitar la comunicación, también permiten medir la productividad, el nivel de desempeño o el compromiso de cada uno.
2) Viajes: Ya se pueden resolver muchas cosas sin tener que viajar. La pantalla no va a ser nunca un reemplazo del contacto físico, pero sí puede ayudar a mitigar los gastos.
3) Flexibilidad de los espacios: Hay que optimizar los edificios, replantear varios usos para un único lugar, como casos actuales en los que se están utilizando propiedades destinadas al ocio para cuarteles de cuarentena.
Por eso hay que ir un paso más allá en el diseño, con el análisis de riesgos y puntos de control críticos, teniendo en cuenta certificaciones internacionales como HACCP y BPM. “Debemos recomendar a nuestros clientes recorrer esa milla extra, dar valor para que estos espacios sean óptimos desde circunstancias no pensadas”, recomendó Haro.
Juan Guillermo Pérez, director general de diseño corporativo de Arquitectura de Marca (Medellín), señaló que existen dos maneras de manejar las situaciones de crisis como la actual: desde la inteligencia racional y desde la inteligencia emocional. En este contexto puso en valor el término coopetencia desde el punto de vista de la coordinación y la colaboración. “Los actores económicos se pueden volver colaboradores y competidores para tener un mercado más interesante, para no perder mercado y para seguir una senda de crecimiento. La competencia, si la manejamos bien, se convierte en una herramienta importantísima porque debemos ver en nuestros competidores a aliados”.
Pérez señaló tres beneficios de esta colaboración entre empresas: incremento de la competitividad (pudiendo afrontar proyectos que uno solo no podría); disminución de costes y mejora de la productividad; y capacidad de multiplicar las oportunidades de negocios a través de uniones. Si en vez de dividir sumamos esfuerzos, vamos a tener una visión completamente distinta. “¿Compites o cooperas?”, preguntó.
Vuelta a la esencia
Sergio Sebastián, arquitecto jefe del estudio zaragozano Sebastián Arquitectos, afirmó por su parte: “Dentro de unos días todos saldremos (del confinamiento) y tendremos que dar respuestas. Ahora nos estamos haciendo las preguntas y es el momento de volver a lo esencial, a la raíz”. “¿Qué supone para una cultura como la latina o la mediterránea que nos confinen en casa? Esto nos da una nueva visión humana del espacio. La crisis nos ha llevado de lo colectivo a lo individual”, apuntó Sebastián. El arquitecto comentó que en la universidad “se enseña a hacer casas, pero no a hacer hogares. El hogar corresponde al usuario; la arquitectura es la cáscara, pero la esencia está en quien lo habita. El contract no puede ser ajeno a esta realidad, va a necesitar plantearse más este tipo de reflexiones”, remarcó.
“En la arquitectura estamos volviendo a lo esencial, a repensar la función de las puertas, de las ventanas, de los balcones… A partir de ahora vamos a poder hablar de arquitectura con todo el mundo porque, tras esta experiencia, todos sabrán qué quieren y qué buscan. Nos va a obligar a pensar de otra manera y no solo respecto a los objetos, sino también para los espacios”, concluyó.
Las personas, en el centro
Felipe Mesa, CEO de M + Group (Colombia), reflexionó sobre lo importante que es volver a situar a las personas en el centro del proceso: “Hay que investigar para quién estoy diseñando, para quién estoy fabricando. Nos habíamos vuelto muy masivos. Tenemos que pensar en la finalidad del producto, cómo reaprovecharlo, porque estamos creando un contenedor para seres humanos y debemos tener en cuenta los cambios de la sociedad. Todo esto nos obliga a hacer un trabajo colaborativo y de laboratorio conjunto: nadie tiene hoy la solución, pero eso nos obliga a integrarnos para buscar soluciones”.
La parte humana también fue el hilo conductor de la intervención de Sandra Ehlert (Santo Domingo): “Somos facilitadores para crear esos espacios que las personas siempre han soñado. ¿Cómo se estarán sintiendo esas personas que ahora no estarán a gusto en su casa porque valoraron más la tendencia del momento o algo que no se ajustaba a lo que realmente querían? Desde el punto de vista del diseñador de interiores, tenemos que ver si el trabajo del arquitecto se adapta al usuario. Las casas tienen que ser un reflejo de nuestras almas: qué importancia tiene la luz natural, por dónde entra el sol, el espacio donde podamos respirar, ¿el color va con la familia?… Esta es una oportunidad, como arquitectos y diseñadores, porque juntos somos más”, apuntó Ehlert.
Más flexibilidad en la fabricación
Enrique Quirós, gerente de especificaciones y contrataciones SWE de Sonae Arauco (Oporto y Madrid), participó como empresa fabricante integrada en el canal contract. “Fabricamos tableros derivados de la madera y trabajando con elementos antibacterianos. Los tenemos desde hace tiempo, pero hasta ahora no había demanda. Hubiera sido muy interesante haberlos incorporando a los proyectos”, señaló.
Quirós también abordó la nueva realidad laboral que ha generado el coronavirus: “¿Quién iba a imaginar que íbamos a poder trabajar en casa y no en edificios corporativos? Nuestra forma de trabajar va a cambiar y habrá que diseñar espacios para el home working. Desde el punto de vista de los fabricantes, tendremos que ser más flexibles para generar unidades más pequeñas. Las distancias también van a ser un problema y ahí habrá que adaptar los diseños. Los estadios, los teatros… también cambiarán de como los hemos conocido. Estamos trabajando para dar respuesta a todas estas reflexiones”.
Por último, el dominicano Rafael Álvarez (Nueva York) apuntó que la naturaleza “nos estaba pidiendo desde hace tiempo que había que cambiar la forma en la que íbamos”. “La solución arquitectónica no es solo la respuesta, es un asunto de volver a la parte personal de cada uno. Es un momento excelente para la creatividad. La distancia va a ser uno de los factores que vamos a tener que manejar. Y también la calidad del producto que brindas: vamos a demandar cosas con más calidad, a apreciarla más. Lo que es seguro es que, en este mundo globalizado, esta situación nos hace a todos iguales”.
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