Tomando en cuenta el Encuentro Nacional de Escuelas y Facultades de Arquitectura ENEFA 2012, la red estudiantil Aula X aborda el tema “Arquitectura e inclusión, ciudad para todos” para reflexionar y proponer estrategias que sirvan para dirigir las ciudades dominicanas hacia la inclusión de todos sus habitantes. En una primera etapa, los estudiantes llevaron a cabo un acercamiento teórico a la definición de la ciudad inclusiva y a los elementos que impiden que las ciudades de la República Dominicana lo sean. Estos conceptos serán aplicados más adelante a diversos casos de estudio, se realizarán diagnósticos y se recomendarán estrategias para lograr la inclusión de contextos urbanos específicos.
INVESTIGACIÓN, FOTOGRAFÍAS y gráficos: Red de estudiantes Aula X 2012-2013
Arquitectura e inclusión:
Identificación de la Problemática. La inclusión en la República Dominicana.
El proceso de formación de profesionales críticos inicia desde la academia. Arquitexto, con su proyecto “Aula X” busca promover la importancia del análisis en los procesos formativos. A través de observaciones, formulaciones de hipótesis, entrevistas a profesionales del campo de la arquitectura, estudio y comparación de recursos literarios se quiere profundizar en el tema: Arquitectura e Inclusión.
Corroboró Vitruvio en su tratado, así como cualquier objeto de diseño, la causa última de la arquitectura ha de ser, hasta su consumación, la de su justa apropiación. Definida mucho antes de su concepción con la finalidad de servir, la arquitectura, ha de desarrollarse en torno a la búsqueda de soluciones para satisfacer las necesidades y condiciones de sus diversos usuarios los cuales a fin de cuentas componen tan enrevesada sociedad. Si bien, el diseño perfecto no existe, su objetivo y visión se torna un tanto utópico mas no imposible. El considerar a groso modo el estudio holístico de las diversidades de los usuarios y presentar respuestas viables con el objetivo de lograr un producto asequible y confortable, introduce al campo arquitectónico el concepto de inclusión, buscando abrir la experiencia de la arquitectura a todo el público sin ningún tipo de implicaciones de índoles sociales, físicas, sicológicas o pedagógicas englobando todos los estratos dentro de un mismo espacio.
A fin de desarrollar un sentido inclusivo, la experiencia con la arquitectura ocupa un plano de completa relevancia. El filósofo John Dewey la define como “la completa interpenetración entre el yo y el mundo de los objetos y de los acontecimientos.” Extrapolado al campo arquitectónico, se establece como la interrelación entre el ser y el mundo construido. La experiencia inclusiva depende de tres campos esenciales, el campo emocional, regido por las sensaciones que el mismo espacio induce, la parte intelectual, que dota de significado a la experiencia y finalmente el campo práctico que se encarga de determinar cómo las personas interactúan con el entorno y los objetos. (Alberto Saldarriaga, 2005) El desarrollo de la arquitectura inclusiva en estos campos, dentro de la República Dominicana se encuentra imposibilitada por la marcada estratificación social, el auge de una arquitectura sin identidad y parcializada y la desvirtuación del concepto del espacio público.
Estratificación social
Incluirnos dentro de la sociedad implica identidad, formar parte de un todo y que todos aportamos algo. En la ciudad cada quien se establece donde se corresponde, los estratos sociales son un ejemplo de esto. Particularmente en Santo Domingo se da un fenómeno muy peculiar, en donde nuestra ciudad se encuentra dividida por un río, que separa por igual dos realidades relativamente diferentes. En una se desenvuelve el centro financiero de la ciudad, en la otra, que es mucho más grande, los sectores marginales se multiplican. Las orillas del río se llenan cada vez más de personas viviendo unos encima de otros, en total hacinamiento. Parecería que siempre andamos ajenos de ver como la voluntad política nunca puede ir en conjunto con la voluntad social. La inconciencia social recae en que nos consideramos parte de sólo una porción de la sociedad, incluso de la humanidad. Todo tomaría otro sentido si pensáramos en que somos el todo y no una parte de mayor o menor importancia.
Arquitectura sin identidad
Hoy en día la globalización ha permitido la expansión y propagación a todos los confines comerciales y mercadológicos de métodos estandarizados de producción, hasta llegar a afectar inclusive el campo de la arquitectura. Originando así una arquitectura globalizada, carente de identidad y descontextualizada de su realidad buscando presumir su alegórica fachada modernista. Su falta de identidad se caracteriza por su despreocupación por el usuario mas lo acoge como un potencial consumidor, tergiversando la finalidad propia de la arquitectura y prostituyendo su servicio al abúlico consumismo. La arquitectura de hoy en virtud de su corriente modernista, ha velado por la masificación de los espacios habitacionales y ha convertido a la diversidad y a la individualización de la arquitectura en un producto asequible a sólo un grupo determinado de personas que poseen la capacidad de costearlo, haciendo de ella un factor excluyente y limitante de la misma sociedad. A medida que las ciudades se van creciendo este fenómeno se hace cada vez más notorio dejando como evidencia los abruptos contrastes sociales presentes en las dualidades sectoriales de clase media alta y baja, en donde en muchos casos se presenta el ejemplo del típico sector marginado de clase baja inscrito o aledaño como sombra de las zonas más pudientes.
Arquitectura Parcializada
La terminología parcial nos da un concepto de “relativo a una parte del todo”. Esta concepción se contrapone a la idea de Arquitectura Inclusiva: “un diseño para todos”, ya que como su nombre lo indica, es una arquitectura cuya problemática se ve parcializada ya sea en la toma de decisiones de diseño y/o en la planificación de las ciudades de República Dominicana. El primer factor que incide en la parcialización es el déficit del estudio contextual a la hora de las planificaciones urbanas, donde deben de ser analizados todos los agentes involucrados (ciudad+usuario). El segundo factor que interviene son los intereses financieros, en donde, como cita la Arq. Shaney Peña, se realiza una “Arquitectura de lote”, referido a la idea de la construcción masiva, ya sea de torres o malls que abarcan todo el lote y no se vinculan ni con la ciudad ni con el usuario, aquí nos podemos referir a una “arquitectura elitista”, ya que el desarrollo de estas edificaciones no responden a la demanda real de la ciudad. El tercer factor influyente es la ausencia de socialización de los proyectos para con la sociedad, entendiéndose esto como la evaluación y participación de los ciudadanos en la toma de decisiones de los proyectos públicos.
Desvirtuación del espacio público
Actualmente vivimos en una monotonía de traslado de un punto a otro de la ciudad, sin realmente recorrerla o experimentarla, provocando cómo la inclusión de la sociedad se ve filtrada por el ente arquitectónico, el cual se encuentra diseñado para un publico específico. De forma contraproducente, la estética del diseño actual consiste en un “diseño de vitrina”, citando al Arq. Claude Nicolás Ledoux, quien lo define como la idea de la imagen, la cual presenta actualmente una arquitectura cuyo objetivo denota en recluirse en un ente para la presuntuosidad pública totalmente encaminado a la calle, valiéndose de terrazas, cristales y pasadores con la finalidad de atraer la sociedad. Sin embargo, la ciudad misma deja de participar como escenario y se parcializa por un punto de la ciudad u otro.
La falta de participación en el recorrido de la trama urbana es producto del desprecio de las consideraciones inclusivas del ser humano dentro del proyecto, lo cual impide a la sociedad identificarse con el plano; solo una minoría de la sociedad hace uso de esta como producto de una clase social. La misma se ve obligada a utilizarla como medio de transición en lugar de espacio recreación, las calles toman un papel principal como definición de ciudad. Se esta creando una ciudad para el vehículo en lugar del peatón como a su vez se diseñan entes para el mercado inmobiliario en lugar del usuario.
Finalmente, Tanto el tejido urbano como la sociedad de Santo Domingo han presentado a lo largo de su historia un sinnúmero de contrastes generados por los diversos estratos que la componen, dando como secuela su fragmentación. Dicha problemática se encarga de ser uno de los tantos contratiempos que atentan en contra del desarrollo del sentido inclusivo de la arquitectura. Es la falta de interés por presentar una solución a tal escenario la que se ha encargado de generar una arquitectura mercantilista, despreocupada por el usuario y por su contexto. Del mismo modo, exhorta al consumismo y al surgimiento de una arquitectura sin identidad, influenciada por conceptos globales más que por las propias necesidades de la sociedad. Su carácter consumista se encarga de redirigir la arquitectura como un simple producto orientado sólo a quienes se ven en la capacidad de costearlo, ocasionando la parcialización de la misma. Lo que ha provocado el silencio de las voces de nuestra sociedad, incapacitándola de exigir los requerimientos necesarios para lograr una correcta consideración de los espacios. Por lo que la prioridad de la arquitectura en la República Dominicana a fin de desarrollar un sentido inclusivo, debe radicar en el ejercicio de diseñar espacios que promuevan la integración social y el sentido del espacio público dentro del lote. Como señala Paolo Baratta “la clave está en reparar la brecha entre la arquitectura y la sociedad civil, ofrecerle al usuario la posibilidad de ver dentro de la arquitectura, de hacerla familiar y descubrir que aquella cosa diferente es posible, que no estamos condenados a la aceptación pasiva”
Referencias
- Adam, R. (2008). Globalisation And Architecture. Architectural Review, 222 (1332), 74-77.
- Baratta, Paolo. (2012). “Common Grounds”. 13ava Bienal. Venecia. Recuperado el 26 de septiembre del 2012 de http://www.labiennale.org/en/architecture/news/29-08b.html
- Castells, M. La cuestión urbana. Siglo Veintiuno de España Editores, S.A. Publicado originalmente en francés en 1972 (La Question Urbaine). Primera edición en español, 1974.
- Chantada, A. Del proceso de urbanización a la planificación urbana de Santo Domingo. Editora San Juan. 1998. Pág 315.
- Leroi Gourhan, André. Le geste et la parole: La mémorie et les rythmes. Padua 1992.
- Ludwig von Mises (1957). Teoria E Historia. s.e. (1957) P. 23.
- RAE. (2010). Diccionario de la Real Academia Española.
- Peña, Shaney. Entrevistada por Eva Almonte. Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Santo Domingo. 26 Sep. 2012.
- Royal Institute of British Architects (RIBA). (2009). Inclusive Design: creating a user’s world. Pp 4.
- Saldarriaga, Alberto. (2005) La arquitectura como experiencia: espacio, cuerpo y sensibilidad. Univ. Nacional de Colombia. (28.11.2005). Pág. 49.
- Silva Productions for RIBA. (2009). Inclusive Design. The Centre for Excellence in Teaching and Learning through Design Project Lead: Royal Institute of British Architects Project Partners: RCA, V&A and UoB.
Planteamiento de preguntas. Formulación de hipótesis y argumentaciones.
Autores: Jimmy Durán, José Amado Medina y William Veloz. Estudiantes de Arquitectura. Universidad Católica y Tecnológica del Cibao (UCATECI).
La ciudad actual muchas veces se desarrolla de manera divorciada a su planificación principal o en muchas ocasiones no se tiene una planificación concreta. Esto trae como consecuencia la falta de inclusión de la sociedad en la arquitectura y el urbanismo que se propone, excluyendo a los usuarios de poder disfrutar al máximo de ella. Debemos buscar una solución efectiva para el buen desarrollo de la arquitectura en nuestras ciudades y es por esta razón que se desarrolla este tema acerca de la inclusión en la arquitectura y la ciudad. Partiendo de este analizamos todas las características fundamentales de dicho tema, sus debilidades y sus ventajas para alcanzar el objetivo de demostrar que utilizando la inclusión se obtienen mejores resultados y una ideal practica de «arquitectura para todos».
¿Es la inclusión un asunto que se circunscribe únicamente a personas discapacitadas?
La inclusión va más allá de facilitar a los ciudadanos y usuarios de edificaciones, las señalizaciones necesarias para un mejor manejo y aprovechamiento de las mismas. Es más que orientar. No es tan solo arquitectura sin barreras. La inclusión es un término que debe abarcar de manera general todo proyecto de edificaciones, de urbanismo.
Si bien es cierto que un mayor motivo seria hacerle la vida más fácil a los discapacitados, pero no está dirigido a este único público. Más que eso, la inclusión nos conlleva a romper todas las barreras, a que todos sean uno.
La inclusión no es para un grupo, es para todos.
¿Qué importancia debe tener el termino inclusión en el ámbito arquitectónico?
Esta debe tener un papel considerable, debe ser un ejercicio que se tome en cuenta en todo proyecto arquitectónico. La arquitectura es el puente que une los proyectos con la sociedad. No se debe desligar ambos términos, arquitectura e inclusión.
La arquitectura, junto a otras áreas, es responsable de que en el desarrollo urbano exista una verdadera inclusión. Son los arquitectos quienes conciben la inclusión desde el punto de vista de desarrollo de un proyecto, con relación al entorno inmediato.
La arquitectura es la parte doliente, y por consecuente, todo arquitecto es responsable de lo que planifica para la ciudad, así mismo debe ser importante la consideración del tema de la inclusión en el ámbito arquitectónico; pues se diseña para un usuario, y el usuario no siempre posee las mismas condiciones físicas, nos referimos a disposiciones o discapacidades.
Es preciso tener en cuenta como, tanto a la hora de diseñar y cuando analizamos y proyectamos espacios urbanos, la inclusión toma un rol de vital importancia en todos los aspectos que involucran estos factores: lo social, lo cultural, lo educacional, entre otros. Y así poder garantizar plena accesibilidad de los usuarios respetando igualitariamente la relación espacio-persona.
¿Qué repercusión conlleva el desconocimiento de inclusión en la arquitectura?
Cuando no se conoce lo que se hace, se obtienen resultados indiferentes. El no conocer ese tema, implica una exclusión del mismo en relación a la planificación de una ciudad o proyecto, pensándose de manera egoísta, concibiendo proyectos de modo ensimismado y eso no es arquitectura.
No aplicar de manera correcta implica una dificultada de uso del proyecto que se realice, es excluir un grupo de la sociedad, es no pensar de manera general en todos y cada uno de las personas que harán uso de la instalación.
No conocer la inclusión es solo centrarse en concebir un proyecto y no pensar en los demás, es olvidarnos de lo natural…
Pensamos…
1. Los arquitectos, en su mayor caso no están implementando la inclusión en relación a sus proyectos, la ciudad y los usuarios. Esto muchas veces se debe al desconocimiento del tema, en ocasiones también por no querer aumentar el costo del proyecto o por no ser exigido de manera compulsiva por las autoridades correspondientes.
2. Las normativas de tomar en consideración la arquitectura sin barrera no están siendo cumplidas en su totalidad por los arquitectos.
3. El presupuesto limita a la inclusión pues no se quiere invertir lo necesario para que la ciudad y edificaciones sean inclusivas, al igual que estén abiertas al uso de tod@s, es decir, una arquitectura sin barreras que no se limite solo a un tipo de usuario.
4. El desarrollo de un proyecto se desliga de lo social, del usuario discapacitado y del entorno. Cuando se realiza un proyecto, muchos de los proyectistas solo piensan en el proyecto en si dejando a un lado todo el entorno social e inmediato que vincula al proyecto con la sociedad.
Planteamiento de preguntas. Formulación de hipótesis y argumentaciones.
Autores: Caroline Peets, Cinthia Ramírez y David Contreras. Estudiantes de arquitectura, Universidad Central del Este (UCE).
El desarrollo actual de la humanidad nos ha llevado a un punto en el cual la sociedad y la ciudad que la alberga están influenciadas por factores que impiden la optima relación simbiótica que se entiende es el ideal perseguido. Nuestras ciudades se han convertido en entes excluyentes. En respuesta a esto nos adentramos en el tema de la arquitectura e inclusión social, planteándola como una verdadera y eficaz solución a esta situación. Analizamos la ciudad y sus características, como fuente principal de información para crear un criterio propio acerca del tema de la inclusión y la manera en que la arquitectura y el urbanismo podrían convertirse en los canales que guíen a la sociedad a alcanzar este ideal.
Arquitectura e inclusión
A medida que la ciudad y la sociedad se desarrollan, evoluciona una brecha marcada por la desigualdad entre los grupos sociales atendiendo a su condición económica, racial, género, edad, intelectual y sus condiciones especiales (discapacidad). Esta brecha crece, cuyo avance las sociedades no han podido detener, trayendo consigo una serie de factores negativos contra los grupos más susceptibles y desprovistos de solución alguna ante la situación. Se hacen cada vez más preocupantes y críticas situaciones como la desigualdad y sus consecuencias, el racismo, la marginalidad, variados tipos de segregación, la pobreza extrema… y, producto de estos primeros aspectos, enfermedades, violencia, inseguridad social, hambre, epidemias, inaccesibilidad a servicios básicos (salud, educación, etc.), crisis…De la convergencia de estas variables hemos llegado a un punto de no retorno aparente, a un punto crítico en el que la sociedad ya no es un ente unitario, cuya sectorización aísla a los grupos vulnerables. La ciudad no es de todos, sino que contiene límites que excluyen a ciertos sectores, ya todos no pueden ser parte del “todo” que hemos definido como sociedad.
La ciudad debe albergar a cabalidad a toda la sociedad, atendiendo a la diversidad que caracteriza a la misma. Al momento de proyectarse, planificarse o intervenirse las ciudades, debe ser considerado la existencia de esta marcada brecha, teniendo en cuenta la multitud y amplitud de las variables que mencionamos anteriormente. Una ciudad que de respuesta a estas variables, a las necesidades de todos los sectores y a la diversidad que alberga, es capaz de actuar en contra de esta brecha por medio de la inclusión social, haciendo que todos sean parte de “todo”. Estos principios son herramientas que deben emplear los Arquitectos y Urbanistas, como los humanistas de este siglo, para combatir la crítica situación que prima en las ciudades y sociedades del mundo. Ciudad de todos, la diversidad tiene su valor, todos somos parte importante del “todo”, por esto planteamos a continuación muchas de las interrogantes que surgen sobre el tema, y las hipótesis y argumentos que sustentan las posibles respuestas de dichas interrogantes, en busca del ideal de la Inclusión.
-¿Qué alcances tiene la inclusión?
La inclusión considera todos los entes que intervienen en la sociedad, abarca el diseño y sus consecuencias, cómo la sociedad interactúa con la ciudad, con el urbanismo y la arquitectura, y cómo estos responden a las necesidades de cada grupo social. Esta va desde la previa consideración de los usuarios hasta la concepción espacial íntegra, atendiendo desde el uso más básico, hasta las consideraciones más complejas de la sociedad.
La arquitectura y el urbanismo pueden ofrecer espacios incluyentes a través del diseño de la ciudad, si en la concepción de dicho diseño se tienen en cuenta las variables que provocan la exclusión y, por lo tanto, permitirían acercarse a un modelo de ciudad que satisfaga las diversas necesidades de toda la población, sin excluir ningún sector de la misma. Si son tenidos en cuenta todos los usuarios y se atiende a la diversidad de las necesidades que les rodean, evitando segregar o excluir sectores o individuos particulares, tendríamos como resultado una ciudad incluyente, con respuestas hacia sus usuarios, una ciudad de todos y para todos.
-¿Qué papel juegan la Arquitectura y el Urbanismo en la Inclusión?
La arquitectura y el Urbanismo deben ser un canal para lograr la Inclusión. Ambos constituyen el hábitat artificial del ser humano, el “todo” que alberga a la sociedad, por lo que como condicionantes del hábitat juegan un papel fundamental en prever que dichos espacios contribuyan a la integración de todos los usuarios como parte de la ciudad. Estos espacios deben poder ser utilizados por todos los individuos sin importar las condiciones que lo definen.
Este canal de la inclusión entendemos que se puede obtener a través de la consideración de las condicionantes tanto del Urbanismo como de la Arquitectura que se opongan a los factores que determinen la exclusión, brindando soluciones óptimas, garantizando una ciudad para todos.
-¿Por qué el diseño debe ser Inclusivo?
Es más que Diseño Universal, más que Arquitectura sin barreras. Los seres humanos deben ser parte del diseño, antes y después de concebido, para lograr que todos ellos sin importar su condición puedan hacer uso del espacio y ser parte del objetivo referido.
-¿Qué factores contribuyen a la Exclusión, y por tanto imposibilitan la Inclusión?
Como sabemos, la inclusión tiene componentes a considerar que han quedado presentados. Un ejemplo eficaz podría resultar satisfactorio para comprender los factores que contribuyen a la exclusión.
Digamos que existe un espacio para una determinada clase social, desde ya está siendo reflejada la exclusión, mas sin embargo alguna persona de tal posición sí pueda presentarse en el lugar, pero al momento de diseñar no se tomaron en cuenta las situaciones que presenta una persona en condiciones especiales (discapacitados), y es la condición de este usuario, dentro de su misma clase social, se produjo una exclusión.
Este es un ejemplo de los tantos que podríamos citar.
Aspectos económicos, raciales, de género, edad, intelectual y sus condiciones especiales (discapacidad) que no son tomadas en cuenta en un espacio arquitectónico, son factores que imposibilitan la inclusión, y aunque no todos se unifiquen, si en un espacio deben considerarse tres como mínimo, y uno de esto se pierde, pues se esta practicando inevitablemente Exclusión.
-¿De qué manera la Arquitectura y el Urbanismo pudieran dar lugar a la Inclusión?
Cuando se toman en cuenta normas que son escritas para realizarse en un diseño eficiente y funcional para todo tipo de usuario, ya sea que los accesos estén definidos o sea eficaz el uso de cada espacio.
-¿Qué características tendría la Ciudad Inclusiva?
Una ‘’vida digna’’ seria un reflejo en las ciudades, edificaciones, espacios públicos, en fin, en todo ambiente que corresponda a las actividades humanas, considerando los factores que podrían corresponder a la exclusión.
-Arquitectura e Inclusión, ¿Realidad o Utopía?
Existen opiniones de este importante tema (Jimenez, 2012), considerado como Utopía, reforzando su argumento en la posible indisposición política, el pesimismo de las personas, la falta de integración a contribuir con proyectos inclusivos, la falta de recursos… Analizando esto, podríamos considerar difícil a que sea posible, mas no es imposible. Entendemos que con conciencia se puede lograr y hoy estamos como futuros arquitectos para que, analizando y conociendo estos problemas, corrijamos los errores presentes, teniendo como objetivo la integración y desarrollo de la Inclusión. Como anteriormente fue citado Inclusión la definimos como Vida Digna, es posible que desarrollemos proyectos que desenvuelvan lo antes definido.
“La arquitectura es un arma mucho más poderosa de lo que la gente cree para generar transformaciones sociales en contextos deteriorados, con edificios con carácter fuerte y que generen apropiación y orgullo de sus habitantes”.
Giancarlo Mazzanti. (Vocento Copyright, 2012)
Hipótesis. Respuestas y Soluciones.
Modelos y posiciones en pos de la ciudad inclusiva
-Arquitectura Participativa. Emplear nuevos modelos de diseño en los cuales se integre al usuario en el proceso, teniendo en cuenta su valoración y percepción de las soluciones. Esto permitiría dar respuestas más precisas a las necesidades de los usuarios.
-Diseño Universal. Proyectar considerando a todos los usuarios, independientemente de la existencia o no de limitaciones. Diseño sin barreras que permita un uso total e íntegro de los espacios por parte de todos los usuarios, en especial de aquellos con limitaciones para su uso.
-Integración Social. Promover e integrar en el diseño soluciones que involucren a todas las clases sociales, en especial a aquellas olvidadas y vulnerables.
-Espacios Incluyentes. Proyectar espacios que logren identificarse con todas las variables del diseño inclusivo y dar respuesta a las necesidades de todos lo usuarios por igual. Accesibilidad, identidad, integración, valoración….
-Desarrollo Social vs Desarrollo Económico. Crear propuestas que permitan lograr un equilibrio entre los intereses sociales y económicos, ambos de trascendental importancia. Debe reprimirse la idea de que son factores contradictorios, y más bien entenderlos como variables relacionadas e interdependientes.
Bibliografía
Jimenez, A. P. (18 de Septiembre de 2012). La Ciudad Utópica. (UCE, Entrevistador)
Vocento Copyright. (11 de Septiembre de 2012). Portal inmobiliario pisos. Obtenido de Portal inmobiliario pisos: http://noticias.pisos.com/noticias/mas-actualidad/la-arquitectura-nuevo-canal-para-la-inclusion-social/
Identificación de la Problemática. La inclusión en la República Dominicana.
Autores: Amauris León Almarante, Francia Paola Álvarez Paulino y Regino E. Martínez García. Estudiantes Escuela de Arquitectura Universidad Católica Nordestana (UCNE)
En la actualidad el mundo entero está pasando por etapas en la que la sociedad creciente es la más afectada, por lo tanto nuestro país no se queda detrás de la misma.
El tema de la inclusión, tanto social como espacial, es de gran debate no solo para los sociólogos y arquitectos actuales, sino para todos aquellos que congloban lo que es la sociedad en sí. Este tema incluye: la exclusión de diferentes grupos étnicos, situación económica, clases sociales, discriminaciones a todo discapacitado (ciegos, sordos, mudos, personas daltónicas o con discapacidades físicas).
El resultado de estas situaciones sociales no es más que una lenta desintegración de la civilización como se conoce en la actualidad, por lo tanto hemos considerado los diferentes aspectos en se basan las autoridades para lograr la inclusión en nuestro país.
Los sectores en los que se encuentran los mayores problemas de integración en RD son:
Las familias.
Los envejecientes.
Los discapacitados.
Personas especiales.
Jóvenes provenientes de una familia de escasos recursos.
Personas extranjeras, destacando los de nacionalidad Haitiana
Entre las problemáticas se destacan:
Información Poblacional Errónea: Los censos nacionales no son confiables, ya que el tiempo destinado a su elaboración no es considerado suficiente y la confiabilidad de los datos es variable. Por lo tanto, Los gobiernos municipales no cuentan con una base de datos creíble que arroje la cantidad de familias existentes en dichos municipios, niños, ancianos, jóvenes ni cuantas familias tienen un miembro con discapacidad o problema psicológico.
Falta De Conciencia Poblacional: El respeto hacia los espacios públicos por parte de los ciudadanos es nula. Existe la legislación pero no la conciencia ni la voluntad política, social, religiosa, ni educacional social o moral, para cumplirla.
Exclusión De Los Medios De Transporte Y Espacios Públicos: Los medios de transporteno se encuentran ni diseñados ni habilitados para los sectores considerados con problemas de integración, así mismo los espacios de esparcimiento público carecen de la seguridad necesaria para los niños de 2 a 7 años y la mayoría de los mismo no cuentan con accesos diseñados para aquellos que los requieren (envejecientes o discapacitados en sillas de ruedas, coches de bebes. etc.) tomando en cuenta las estadísticas ofrecidas por la organización nacional de estadísticas elaborado en 2002, descubrimos que desde 1950 al 2002 la sociedad de envejecientes mayores de 60 años ha aumentado de un 6.0 % del 1950 a un 9.3 % para el 2002.
Exclusión Racial: En la RD las personas de nacionalidad haitiana pasan por un alto proceso de exclusión, ya que el racismo está en aumento en este y todos los países del mundo, por lo tanto, sea a nivel educacional como de salud estos no cuentan con la atención necesaria.
Para el año 2008 en Rep. Dom. Solo 11.20 % de la población era considerada haitiana e ilegal y una cifra de más o menos 2 mil haitianos eran estudiantes. En la actualidad se está tomando en cuenta muy seriamente su situación en el país, es por lo cual estaba supuesto para junio la Primera Encuesta Nacional de Inmigrantes.
Servicio doméstico y la exclusión social.
En nuestro país el servicio doméstico exige una gran variedad de labores, las cuales no son registradas en el ministerio de trabajo, por ser consideradas una categoría independiente, sin embargo los problemas no solo termina ahí, ya que las horas laborales son variantes y su labor es exigida cada día más.
Utilizando los datos de la encuesta nacional de ingresos y gastos de hogares del 2007, descubrimos que la mayoría de personas que realizan estas labores, son mujeres, un equivalente a 206,355, sin embargo la mayoría de estas mujeres no forman parte de la familia aunque todas las labores realizadas por ellas, incluida en algunos casos la crianza de los hijos, crean una expectativa diferente.
En RD se ha tratado de regularizar esta labor, por lo tanto se ha resuelto la ley 87-01, ‘el derecho a la seguridad social’ en la cual las trabajadoras domésticas no se consideran parte de los beneficios de esta nueva legislación.
Desde esta manera, se destaca que el trabajo doméstico es igual a cualquier otro, por lo que merece respeto y hay que dignificarlo, impulsando una cultura de equidad. Es necesario elaborar propuestas que involucren a los diferentes actores de la sociedad, para plantear propuestas que promuevan la igualdad y contribuyan a la revalorización de esta laborrespecto de otras actividades económicas.
ANÁLISIS REGIONAL:
San Francisco. De Macorís.
El municipio de San Francisco de Macorís al igual que el resto del país considera el tema de la inclusión social como tema fundamental para su amplio desarrollo, por lo tanto la creación de leyes para asegurarla no está de más, de ahí se derivan reglamentos como: ‘’reglamento para la aplicación del 4% del presupuesto anual del ayuntamiento, destinado a educación, salud y género’’, además del ‘’reglamento para la aplicación del presupuesto participativo del ayuntamiento de San Fco De Macorís.’’
Ambos contienen en sus páginas las resoluciones asistidas por el ayuntamiento para la inclusión en el municipio.
Según el primero, en su artículo No. 3, párrafos 1, 2 y 3 expresan, respectivamente:
La distribución de los fondos establecidos en el 4% Para educación, salud y género se hará de una conformidad con las condiciones siguientes:
35% para educación.
25% para salud.
40% para género.
En asignación a los recursos correspondientes a los programas de educación se establecerá prioridad en los programas de:
Programas que impulsen la formación y capacitación técnica vocacional para personas discapacitadas.
Programas que garanticen mejorar la condición de vida de los envejecientes.
Programas que fomenten la educación inicial, la participación y formación de la niñez.
En asignación a los recursos correspondientes a los programas de Salud se establecerá prioridad en los programas de:
Promover actividades de capacitación a dirigentes comunitarios, para insertarlos en las labores de sus respectivos sectores.
Servir de canalizadores en el área de salud en las ayudas sociales para que estas beneficien a las personas de menores ingresos y que no disfruten del sistema gubernamental o privado.
Programas destinados a la prevención de enfermedades infecciosas en los barrios.
En asignación a los recursos correspondientes a los programas de género se establecerá prioridad en los programas de:
Programas de formación de líderes comunitarios.
Desarrollo de programas de educación y prevención de la violencia intrafamiliar.
Programas de capacitación técnico vocacionales a las mujeres hombres y adolescentes, haciendo énfasis en madres solteras.
Programas que impulsen la capacitación en torno a la necesidad de enfoque de género.
De igual forma el ‘reglamento para la aplicación del presupuesto participativo del ayuntamiento de San Francisco De Macorís’ expresa claramente la importancia de la inclusión sectorial en el proceso de presupuesto participativo.
Municipio De Moca
Entre los municipios que más han llamado nuestra atención está el de moca, al ser el único en contener un Plan Municipal de Desarrollo este redactado para 2011-2016.
Sus datos estadísticos son los más acertados y completos en base de envejecientes, jóvenes y niños. Pertenece en estrecha relación con los Gobiernos Municipales De León, en España, los cuales han sido quienes han trazado las pautas a seguir para su Plan De Desarrollo.
De las ciudades del cibao moca es el que mejor plan de desarrollo tiene, donde desde la planificación de los espacios públicos, como las aceras con un paso las personas que necesitan sillas de ruedas, madres que andan con sus hijos en coches y personas mayores que utilizan bastón o andadores puedan usar las aceras libremente sin obstáculos en su paso que los obliguen a llegar a la calle. Quitando las rampas de marquesinas y las escaleras de negocios del paso peatonal.
Pensando también en la contaminación visual y el respeto al peatón de las avenidas y calles comerciales está prohibida por ley la colocación de letreros perpendicular a los negocios, dando un paso más desahogado y visualmente mucho más agradable.
REFERENCIAS
Plan De La Inclusión Social De La Ciudad De Madrid, 2010-2012.
Plan Autonómico De Inclusión Social Del Principado De Asturias, 2009-2011.
Plan De Desarrollo Del Municipio De Moca, 2011-2016.
Plan De Servicios Sociales Para La Inclusión Social 2006-2010, Ayuntamiento De Valencias.
Inclusión Social De La República Dominicana, UNICEF.
Reglamento para el diseño de medios de circulación vertical en edificaciones, ministerio de obras públicas y comunicaciones, RD. 2011
Organización Nacional De Estadísticas (ONE).
Arquitectura e inclusión:
Planteamiento de preguntas. Formulación de hipótesis y argumentaciones.
Autores: Angélica Lora, Ivette Rodríguez, René Hansen. Estudiantes de arquitectura, Universidad Iberoamericana (UNIBE).
En primera instancia, la convivencia humana esta determinada precisamente por la manera en que su respectivo sistema cultural incide sobre el desarrollo de los individuos. La constante competencia capitalista ha dejado de lado la sensibilidad hacia las minuciosidades que amerita el diseño urbano, haciendo que el ser humano olvide que esta atado a un orden universal junto a las leyes de la naturaleza. La particularidad del humano se debe a su propia conciencia y su intelecto, elementos que forjan la cultura de un grupo determinado de humanos. En este sentido, se debe asimilar la voluntad de una sociedad mediante su propia conciencia colectiva, fuera del tiempo y del espacio, para poder emprender sobre una cultura que logre satisfacer las necesidades básicas del bienestar, aprendizaje y la comunicación.
En el caso de la República Dominicana, una nación en vía de desarrollo cuya economía esta apoyada en gran parte por el turismo, su interés ha sido dirigido a la persecución de costumbres exteriores dejando de lado a la naturaleza de su propio entorno. Las prioridades monetarias se han impuesto sobre el propio bienestar del ambiente en donde vivimos, dando lugar a una estructura urbana y social con grandes desbalances. Estos detalles han afectado la ciudad de Santo Domingo de manera que se le dificulta a gran parte de la población integrarse a la dinámica urbana. Es preciso tomar en cuenta las realidades intrínsecas del ciudadano dominicano y optar por una forma de convivencia urbana que se congenie con el orden lógico universal que nos envuelve a todos con nuestros alrededores dándole la forma y el carácter a la urbe que conformamos.
Para que una ciudad sea inclusiva, deben funcionar todas sus partes de forma complementaria, ofreciendo oportunidades de igualdad entre todos sus habitantes. Como punto de partida, se encuentra la cultura como el ente responsable de generar las diferentes dinámicas que se desarrollan dentro de la ciudad. Consecuentemente, los componentes urbanos que moldean la cultura, como el transporte público, oportunidades de ocupación, libertades comerciales, servicios básicos y las actividades de ocio, deberían de incentivar un comportamiento lógico que sea amigable hacia el entorno y el conglomerado que lo habita.
El interés colectivo, debe predominar dentro de la estructura administrativa urbana para producir una eficiencia funcional y espiritual dentro de la ciudad. Una estrategia de inclusión debe ofrecerle al ciudadano, de todas las edades con o sin limitaciones físicas o psicológicas, una mejor calidad de vida, para incentivar la producción y esparcimiento social del mismo en su entorno. Se trata de trabajar con el usuario y para el usuario, poniéndolo en primer plano para desarrollar las estrategias y temáticas a seguir por la ciudad y su entorno. Esto viene acompañado de una gestión administrativa responsable y consciente por parte de todos los ciudadanos, sobre todo las organizaciones que tutelen los procesos que maximizan el desempeño urbano. Así se podrá empujar los bienes comunes de forma positiva, delegando servicios básicos al conglomerado, proveyendo al usuario de la mayor accesibilidad posible.
Para proyectar Santo Domingo como una ciudad inclusiva, primero, se deben analizar varios aspectos urbanos por los cuales la misma en la actualidad carece de dicha característica. La permeabilidad, accesibilidad, versatilidad y variedad del espacio general de la ciudad debe de estar diseñado delicadamente tomando en cuenta la diversidad de usuarios y costumbres que implica una convivencia humana organizada y productiva. Segundo, cuestionarnos como ciudadanos participes, ¿Qué anda mal?, ¿Por qué, si todos formamos parte de una misma ciudad, no todos disfrutamos y aprovechamos lo que la misma nos ofrece?
Una respuesta a la primera interrogante sería la ramificación desbalanceada que presenta la ciudad de Santo Domingo, mayormente por el crecimiento enfocado dentro del polígono central, este segrega las clases sociales de nuestra ciudad, impidiendo así una interacción directa de sus ciudadanos. Por ejemplo, ternemos las diversas áreas públicas distribuidas dentro de la ciudad, las cuales no se plantean con el objetivo de esparcimiento social sino que demuestran que fueron concebidas para llenar un espacio, dejando en segundo plano la integración de los diferentes usuarios. Este caso lo podemos notar en parques o plazas urbanas, localizadas en avenidas principales con un alto flujo vehicular dificultando la permeabilidad y accesibilidad de dicho espacio, lo que evidencia el surgimiento espontaneo y desorganizado de los mismos.
Por otro lado, es observable la falta de responsabilidad institucional de velar por la implementación correcta de proyectos urbanos y que los mismos evoquen la menor cantidad de barreras a los distintos usuarios posibles. Desde la ubicación o enfoque de grandes proyectos públicos, que limitan al usuario a visitar el mismo ya sea por el sector donde se encuentre, la dificultad de movilidad urbana mediante transporte, hasta la estructuración de aceras pertinentes que no conviertan el hecho de cruzar una intersección en un deporte olímpico. La misma sectorización de la ciudad impide al usuario desarrollarse a plenitud dentro de cualquier espacio, rigiendo la calidad urbana a partir de una mera imagen ajena a nuestra realidad. Uniendo los argumentos anteriores, se deduce como la desorganización se ha encargado de moldear una modalidad de pensamiento del ciudadano dominicano que justifica actos y actitudes egoístas que deterioran el desarrollo de las dinámicas urbanas. Enfocándonos en el tema del transporte, se puede puntualizar la incoherencia que refleja la gran cantidad de instituciones emancipadas que están supuestas a velar por la organización del transporte público. La optimización de esta dinámica urbana, en conjunto con una reforma formativa en cuanto a la circulación urbana, será vital para que la actitud ciudadana y la calidad de la infraestructura de la ciudad giren hacia el orden universal y el bien común.
A pesar de los problemas evidentes dentro de nuestra ciudad, existe la posibilidad de potencializarla y corregirla, implementando un nuevo modelo de desarrollo, empezando por el elemento esencial de la misma, la cultura dominicana. Un gran enfoque cultural y comunitario incentivará a la sociedad a interactuar entre sí y con la naturaleza que la rodea. Se le debe prestar especial atención a las clases sociales bajas, extendiendo los servicios para el mejoramiento de sus asentamientos urbanos y su educación. De esta forma se logrará reforzar el aspecto comunitario de difundir la importancia del conocimiento, haciendo que la mayoría entienda que forma parte de un conjunto vivo moldeado por el uso de su intelecto y costumbres.
En estos últimos años, la gestión de los elementos urbanos y administrativos de la ciudad ha imperado la privatización de los servicios y minimizado su alcance a la mayoría de la sociedad. Dejando poco espacio para que la cultura se desarrolle de manera balanceada, limitando al habitante en cierta forma de recorrer su espacio y comunicarse con los demás. Así, la ciudad se ha transformado en una gran máquina operativa económica carente de valores intrínsecos sociales e incapaz de distribuir sus recursos de manera que generen un progreso común.
Una ciudad inclusiva posee una estrategia de combinación de bienes públicos y privados, creando una balanza dentro de la producción de la misma, aportándole un protagonista social: el habitante inmediato. Se debe entender que el ser humano solo conseguirá lo que quiere si sus aspiraciones coinciden con las de sus semejantes. Para esto se necesita un lugar donde todos participemos y en donde se pueda sentir representada la conciencia colectiva dominicana.
Arquitectura e inclusión:
Definición y Categorización del tema.
Autores: Vanessa Nanita, Kameline Quéliz, Lisselotte Féliz y Estefani Rodríguez. Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).
1. Definición del tema.
Por definición, la inclusión es la acción de tomar elementos y hacerlos parte de un todo, para así elaborar una respuesta hacia ellos, en función de una idea o propuesta.
Pero situando este término dentro del contexto urbano, según la UNESCO, la inclusión, es un enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo y en general en todos los procesos sociales, culturales y en las comunidades.
De acuerdo a este planteamiento, podemos hablar de ´´Ciudad Inclusiva´´, la cual debe estar concebida con el fin de crear un mundo más equitativo y más respetuoso frente a las diferencias, beneficiar a todas las personas independientemente de sus características, sin etiquetar ni excluir y proporcionar un acceso equitativo, haciendo ajustes permanentes para permitir la participación de todos, valorando el aporte de cada persona a la sociedad.
Es por tanto, que dentro de una ciudad inclusiva, la arquitectura juega un rol fundamental, pues de igual manera, debe basarse en una comprensión integral y sostenible de las responsabilidades que conforman el entorno construido en relación a aquellos que lo pueblan. También debe plantear posibilidades de accesibilidad integral al medio físico para todas las personas, que puedan hacer uso de los espacios que conforman el entorno construido con autonomía e independencia.
2. Puntos de vista de diversos autores.
En torno a este tema, existen múltiples opiniones de ciudadanos que viven, analizan, critican, ayudan, construyen… la ciudad.
Basándonos en entrevistas realizadas a diversos profesionales en áreas de medicina, arquitectura, contabilidad, derecho, entre otras tantas, sus punto de vista coinciden en que una ciudad inclusiva es aquella que garantiza el derecho de ciudadanía de sus habitantes, procura las condiciones para que los ciudadanos desarrollen sus proyectos en condiciones de equidad, iguala a los ciudadanos protegiéndolos cuando se encuentran
en situación de precariedad o desventaja, promueve la mejora de las condiciones personales y familiares y remueve los elementos del entorno que dificultan su desarrollo.
Plantean que las ciudades inclusivas, se construyen pensando en adaptarse a las necesidades y aspiraciones de las personas y no que las personas sean las que se deban adaptar a las ciudades.
La exclusión es una realidad existente para los grupos minoritarios y ésta limita sus posibilidades de interacción, de accesibilidad a los servicios a los que tienen derecho y sus oportunidades de desarrollo.
Según el arquitecto argentino Rodrigo Ballina Benites, la educación tiene un papel clave que desempeñar en el logro de la transformación social y económica de nuestra sociedad, sin la cual la construcción de un compuesto cultura y sociedad incluyente seguirá siendo un sueño lejano.
Por otro lado Renato Baires, un estudiante de arquitectura y crítico de arte, plantea que la arquitectura naturalmente debe ser inclusiva, debe ser para todos, no para unos pocos. Aunque hoy en día solo se hace presente en manos de quién económicamente puede sustentarla.
3. Categorización del tema.
En el ejercicio de la Arquitectura y el urbanismo podemos generar categorías en términos de inclusión, en diversos aspectos como:
Inclusión social
Inclusión económica
Inclusión de género
Salud
Educación
Inclusión política
4. Aspectos que involucra.
Para entender como incide o como se practica la inclusión en una ciudad, es primordial conocer los cambios que hacen posible la existencia de factores que favorecen la exclusión, es decir, verlo desde un punto contrario. Los cambios producidos en nuestra sociedad impidiendo la inclusión son: los cambios en la estructura familiar y las formas de convivencia, en la pirámide de edad: envejecimiento y dependencia, en la composición étnico cultural y religiosa, en el ámbito económico productivo, en el mercado de la vivienda, sociales e institucionales, entre otros.
a) Factor social: es el que trata el comportamiento humano en la sociedad y su interacción con la ciudad. Es el núcleo de todos los factores tratados a continuación, es decir, es donde se conglomeran.
b) Factor económico: atiende a todas las clases sin importar su estatus, si el ciudadano está empleado o no. La inclusión económica debe sustentar a cada habitante sin distinción.
c) Factor cultural: si una raza se define por sus rasgos físicos diferentes a los del grupo dominante y no participa o no se integra por decisión propia o son relegados expresamente por el grupo dominante se llama exclusión étnico-cultural.
En cuanto a esta problemática, la inclusión se encarga de tomar en cuenta las distintas costumbres, dando participación a quienes poseen una cultura diferente a la de la población mayoritaria.
d) Factor salud: la inclusión aboga para que cada ciudadano tenga accesibilidad a atenciones médicas y disposición de medicamentos sin verse afectado por la sombra económica del individuo.
e) Factor educación: el acceso a una educación de calidad es elemento primordial que trata la inclusión.
f) Factor urbano: la ciudad más que un espacio físico, es un escenario de vida donde se lee el pasado y se vive el presente, el planteamiento de una ciudad inclusiva de calidad como tejido urbano que garantice accesibilidad e igualdad sin discriminación, sin límites psicológicos y sin una violación constante al espacio público y al peatón.
a) Factor territorial: la inclusión trabaja para cubrir la falta de equipamientos dentro de la ciudad, la degradación del espacio urbano, el mal planteamiento de soluciones dentro de la ciudad permitiendo la movilidad del hombre en la misma y en efecto que se desarrolle sustentablemente. El espacio urbano ha de adecuarse para poder satisfacer las necesidades y las expectativas de todos los ciudadanos sin ningún tipo de discriminación.
5. Conclusión personal.
La ciudad es de todos y para todos, por tanto la equidad de oportunidades y participación para cada uno de sus habitantes es el elemento primordial en la creación de una ciudad inclusiva, que brinda servicios, seguridad, educación, esparcimiento, empleo, entre otros tantos aspectos, a una sociedad que requiere ser tratada sin diferencias, que pide a gritos una transformación social y económica que no aventaje a ningún sector urbano.
La inclusión acondiciona la ciudad, como un gran contenedor físico, que plantea una dinámica social colectiva y multifuncional para que el individuo pueda hacer uso pleno de la capacidad instalada de la infraestructura urbana y los servicios múltiples.
Ante toda esta perspectiva, la inclusión es el camino que permite y practica el reconocimiento de la diversidad en nuestra sociedad.
Es vital que la arquitectura como respuesta física a las necesidades del ciudadano, sea el motor que promueva una sociedad participativa y justa.
Nuestra profesión está en capacidad de generar los elementos, tangibles o intangibles, que crean la diferencia entre una ciudad incluyente y una ciudad excluyente.
“Una ciudad inclusiva no es solo socialmente justa, sino también buena para el crecimiento y el desarrollo sostenible.” Anna Kajumulo Tibaijuka.
Bibliografía.
1. Artículo periódico hoy: ´´Para una ciudad inclusiva´´. Amparo Chantada.
2. Artículo Ciudad Inclusiva y tercera edad por el Arq. Eduardo Schmunis.
3. Inclusive Design: creating a user´s world. RIBA.
4. Blog Agenda Hábitat.
5. Blog Volando en dobles Alturas.
Arquitectura e inclusión:
Definición y Categorización del tema.
Autores: Mayelin Alvarez, Luis Reyes y Dahiana Ureña. Estudiantes Escuela de Arquitectura de Universidad Tecnológica De Santiago (UTESA).
La ciudad inclusiva es aquella que lucha a favor de la integración (o Inclusión) de todos sus habitantes promoviendo el equilibrio social, la garantía de la ciudadanía, el mejoramiento y la igualdad en la calidad de vida de los entes activos en la sociedad, sin discriminación alguna por discapacidad, género o edad, enalteciendo y respetando con esto, los derechos humanos.
Desde el punto de vista físico, la ciudad incluyente es aquella en la que cada uno de sus ambientes puede ser usado por todas las personas independientemente de su cultura, estatus social, género o discapacidad. Identifica y se adapta a las diferencias en la forma de utilizar el entorno construido y proporciona soluciones que permite a cada individuo participar en las actividades, otorgando con esto libertad de acceso para todas las personas aunque estas tengan algún tipo de discapacidad motriz, sensorial, o comunicativa.
De acuerdo con el -Center for Universal Design- existen siete principios básicos que determinan si un diseño es universal1:
1- Igualdad de uso: el diseño debe ser fácil de usar y adecuado para todas las personas independientemente de sus capacidades y habilidades.
2- Flexibilidad: el diseño debe adecuarse a un amplio rango de preferencias y habilidades individuales.
3- Simpleza: el diseño debe ser fácil de entender independientemente de la experiencia, los conocimientos, las habilidades o el nivel de concentración del usuario.
4- Información fácil de percibir: el diseño debe ser capaz de intercambiar información con el usuario, independientemente de las condiciones ambientales o las capacidades sensoriales del mismo.
5- Tolerante a errores: el diseño debe minimizar las acciones accidentales o fortuitas que puedan tener consecuencias fatales o no deseadas.
6- Escaso esfuerzo físico: el diseño debe ser usado eficazmente y con el mínimo esfuerzo posible.
7- Dimensiones apropiadas: los tamaños y espacios deben ser apropiados para el alcance, manipulación y uso por parte del usuario, independientemente de su tamaño, posición, y movilidad.
Carlos Vicente de Roux, abogado y concejal colombiano, en su artículo “La apuesta por una ciudad incluyente y pluralista”, establece que: “La ciudad incluyente es una apuesta por la diversidad y el pluralismo en el marco de las relaciones que se tejen en el contexto urbano. Las ciudades son el espacio más propicio para generar un conglomerado social rico y diverso pero también son los lugares más propensos a generar prácticas de exclusión y discriminación. La ciudad debe estar abierta a las diferencias.”3
Daniel Lobo opina que las ciudades se han convertido solo en redes de flujo automotor que introduce barreras de acceso aislando la vida de los seres humanos, impidiendo que las ciudades sean incluyentes.4
Adriana Almeida Prado, arquitecta, urbanista y gerontóloga, técnica del CEPAM (Centro de Estudios e Investigación sobre Administración Municipal) de São Paulo en su crítica sobre las ciudades inclusivas publicado por la pagina de la fundación Bunge explica que “La acera es el punto de partida para la inclusión y debe considerarse como prioritaria, ya que es allí donde empieza la vida fuera de casa”.5
Vivimos un momento histórico en que los peores problemas que enfrenta la humanidad y que tienen un impacto directo en el estado de salud de la población – el constante crecimiento de la pobreza; la agudización de las disparidades y el creciente deterioro ambiental – tienen un común origen en el modelo político-económico prevalente. Las ciudades, por constituir la expresión física de las sociedades que las construyen y de las interacciones políticas, sociales y económicas de sus habitantes, reflejan estos desequilibrios y se manifiestan como ciudades excluyentes y segregadas. 2
La categorización de este tema debemos orientarla a las realidades que la ciudad refleja, en los siguientes aspectos:
– Físico: la exclusión en el aspecto físico está estrechamente relacionada con la accesibilidad de todos y cada uno de los ciudadanos a los espacios públicos. La exclusión, en ese sentido, es
muy palpable en nuestras sociedades, provocando un notable desequilibrio que genera una barrera al desarrollo general de las ciudades, sin embargo, la inclusión viene a contrarrestar este problema que nos aqueja, atendiendo a la dificultad de muchos individuos de no poder acceder a ciertos espacios que conforman la parte física de la ciudad. Tomar en cuenta la inclusión permite un desarrollo general, equilibrado y funcional de todas las comunidades.
– Social: la exclusión social es una realidad que agobia a nuestras sociedades reflejándose en la ciudad, como una manifestación de la falta de conciencia de sus habitantes que dan como respuesta la exclusión ante las discapacidades de algunos de sus integrantes, acción errada que orienta al desequilibrio y la desintegración social.
– Cultural: la gran diversidad cultural de los seres humanos y sus múltiples tradiciones han promovido consciente o inconscientemente la exclusión entre las mismas, en la manera de cómo desarrollan sus actividades, pues estas influyen directamente en su comportamiento ante la sociedad.
– Económico: la economía mundial actualmente se está desarrollando con una dinámica que tiende a la exclusión de determinados sectores de la población, creando una barrera socio-económica que bloquea el desarrollo de la ciudad reflejándose en los altos niveles de desempleo y especialmente de los individuos con discapacidades o con edad avanzada.
– Político: los sistemas gubernamentales, de forma indirecta, arrastran a la ciudad a la exclusión de los individuos por género, discapacidad, etc. Pues estos son los responsables de velar por el buen desarrollo de la ciudad a través de reglamentaciones y ordenanzas urbanas, que comprendan las distintas limitaciones y necesidades de sus habitantes.
– Ambiental: El hombre es producto de la naturaleza y como tal no debe prescindir de esta y menos excluirla, pero a medida que las ciudades industriales se han desarrollado estas han ido alienando la naturaleza, generándose, producto de dicho crecimiento, espacios públicos inhabitables. Como es el caso de Brasilia, donde sus plazas son habitualmente concurridas después de la puesta del sol.
Entendemos que la ciudad incluyente propicia la interacción de sus integrantes con cada uno de los elementos urbanísticos que la componen, en la búsqueda del equilibrio para el desarrollo general de la sociedad. La inclusión promueve la integración, la igualdad y el respeto a los derechos humanos, sin distinción alguna, permitiendo la accesibilidad a todos los espacios públicos y haciendo al individuo parte de la misma, y considera la realidad económica, social, física, política y cultural de las comunidades, ya que estos factores son los que permiten el progreso y desarrollo de las ciudades. La ciudad incluyente ofrece a todos sus habitantes un desarrollo social y sustentable, está abierta a la diversidad y propone proyectos que potencien la equidad y mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, con especial énfasis en grupos vulnerables. Si tomamos conciencia de las problemáticas y colaboramos con la inclusión lograremos una sociedad más equilibrada y funcional.
Bibliografía:
1: http://www.design.ncsu.edu/cud/about_ud/udprinciples.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Dise%C3%B1o_universal.
2: Por un urbanismo incluyente que contribuya a garantizar la ciudadanía, Ximena de la Barra Arquitecta y urbanista. Asesora Urbana Principal de UNICEF ante el Primer Congreso Internacional de Salud Ambiental Urbana http://habitat.aq.upm.es/boletin/n8/axbarra.html
3: www.carlosvicentederoux.org “La apuesta por una ciudad incluyente y pluralista”.
4: daquellamanera.org, “Urbanismo: La ciudad incluyente” 10 de septiembre 2010.
5: Fundación Bunge (http://www.fundacaobunge.org.br) “Ciudades inclusivas”, Los ejemplos, las críticas, la opinión de especialistas y soluciones sostenibles. 29 de agosto 2012.
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