El bienestar de los habitantes que residen en un territorio específico está directamente relacionado con la formulación e implementación de instrumentos de gestión por parte de los administradores del Estado que garanticen oportunidades para toda la población, servicios públicos de calidad y una parrilla territorial que propicie la inversión privada como complemento fundamental del dinamismo social y económico de una nación. A través de esta entrega, el observatorio territorial plantea un relato histórico de la planificación del desarrollo en la República Dominicana, destacando en los últimos cincuenta años las apuestas, retos, desafíos, contradicciones y realidades que acompañaron este proceso hasta nuestros días.
La República Dominicana se ha caracterizado durante los últimos cincuenta años por una economía en constante crecimiento con un desempeño superior a naciones importantes a nivel latinoamericano, sin embargo, los indicadores de bienestar no coinciden con la bonanza experimentada. Dentro de este periodo, al estudiar el proceso de planificación del desarrollo de la República Dominicana se requiere tomar en consideración las etapas vinculadas al proceso de urbanización reciente por el cual ha transitado la nación, ya que tal y como lo señala el historiador Frank Moya Pons en su libro La otra historia dominicana: “uno de los rasgos determinantes en la evolución de la sociedad dominicana en los últimos 80 años es la formación de pueblos y ciudades”.
En ese sentido, el estudio de la planificación del desarrollo y su impacto a nivel nacional se ha dividido en tres etapas generales, la primera de las cuales corresponde al momento en que se definió el marco institucional y se conformó la base legal de las entidades encargadas de planificar el desarrollo del país (1961-1968).
Una segunda etapa, que influyó fuertemente en la evolución de Santo Domingo, se presenta en el periodo (1968-1981), caracterizado por una alta inversión pública destinada a la construcción de diversos proyectos; en esta fase se inicia la planificación del desarrollo del país, la industrialización por sustitución de importaciones representa el aspecto fundamental de la política de desarrollo y Santo Domingo se convierte en el centro de ejecución de los principales proyectos de inversión. No solo se construye una de las principales zonas industriales en la referida ciudad, sino que también cambia la estructura o morfología de la misma. En esta etapa comienza la reforma agraria, complemento y apoyo del proceso de industrialización.
La tercera etapa corresponde al cambio de modelo de desarrollo, caracterizado por la primacía de los servicios, las zonas francas y el turismo (1981-2010). Este modelo, a pesar de su debilitamiento actual, predomina en la consolidación de los principales territorios urbanos del país.