TEXTO: Arq. Japonesa Capellán de Pichardo, asesora en la restauración de la iglesia.
FOTOS: Francisco Manosalvas
El templo Nuestra Señora del Rosario de laciudad de Moca posee todos los valores que desde el punto de vista de conservación establece la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco): el histórico, el arquitectónico y el documental.
Restauración y puesta en valor de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Moca
El valor histórico.
Su importancia histórica se enlaza con los orígenes de la ciudad, cuando se inicia la devoción por Jesús y la Virgen que caracteriza la fe de sus habitantes. La iglesia fue emplazada al lado de la antigua plaza de Armas, hoy parque Juan Pablo Duarte: estos dos sitios arquitectónicos pasaron a ser escenarios y testigos de los acontecimientos más importantes del desarrollo social, político y económico del pueblo. En la iglesia se encuentran los restos de los héroes de la revuelta del 2 de mayo de 1861 contra la anexión a España, y los del presidente Ramón Cáceres y de su padre, el general Manuel Cáceres. Según las crónicas, los primeros pobladores de la ciudad de Moca se asentaron en El Alto de La Ferrera, donde se fundó el Sitio de Moca, sección rural de La Vega, y se levantó la iglesia con el nombre de Nuestra Señora del Rosario, en el mismo solar donde se encuentra hoy (Artagnan Pérez Méndez, Ese Moca desconocido,. Este primer edificio se construyó con tablas de palma y se techó con canas. En una investigación reciente llevada a cabo por el Museo del Hombre Dominicano, se estudiaron osamentas de pobladores antiguos encontradas en el parque Duarte y se determinó con el método de radio-carbono 14 que datan de la primera mitad del siglo XVII (periódico Hoy, sección 7C, 24 de diciembre de 2008. La iglesia se inauguró el 6 de octubre de 1929, para la fiesta de la Virgen del Rosario. La bendijo monseñor Adolfo Alejandro Nouel en presencia del presidente de la República, Horacio Vásquez Lajara.
intervenciones anteriores
El 6 de octubre de 1946, un sismo afectó la ciudad de Moca y derribó las dos torres frontales de la iglesia. Las mismas fueron reconstruidas, cambiando de altura y diseño, tal como las vemos hoy. En la década de 1970, se introdujeron nuevos cambios bajo la dirección del párroco, que consistieron en: eliminar el retablo antiguo del altar mayor con las imágenes de la Virgen del Rosario, de Santa Catalina y de Santo Domingo de Guzmán; en su lugar se construyó un muro alto entre las columnas del ábside que tapó parte de la cúpula. La intervención se centró en tres aspectos: el rescate de los valores arquitectónicos originales, la reintegración de elementos perdidos y la integración de elementos nuevos de acuerdo a los cánones de la iglesia. En el rescate de los valores arquitectónicos originales, y de acuerdo a las investigaciones realizadas, se consolidaron o reintegraron elementos arquitectónicos como cornisas, acroterios, pináculos, astrágalos y otros; se liberaron los huecos de las ventanas de los calados, recuperando la iglesia su iluminación y ventilación natural; se demolió el muro en el presbiterio para dar paso a las columnas y cornisas tapadas y se eliminó el recubrimiento de pared que imitaba piedras; también se reintegró el plafón en forma de bóveda de medio cañón como era el original. El 9 de diciembre de 2008, con la presencia del presidente de la República y el secretario de Estado de Cultura, en acto de Tedeum, fue bendecida la iglesia por monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo de Santiago, y el 21 de diciembre del mismo año se ofició la misa para bendecir los nuevos elementos litúrgicos y los reincorporados. Con la restauración de un templo de tanta importancia como el de Nuestra Señora del Rosario se recupera el legado cultural dominicano y se contribuye a reforzar la identidad de la nación y del pueblo de Moca, al tiempo que se da un ejemplo de integración y apropiación de la comunidad a su patrimonio local.