El “Hotel Francés” en la Ciudad Colonial
La casona del “Hotel Francés” que se levanta en la esquina suroeste de las calles Arzobispo Meriño y Mercedes, es una construcción muy antigua que se remonta al siglo XVI. Los mas viejos la recuerdan como un lugar de lujo donde, a principios de siglo, se hospedaban los visitantes mas distinguidos, tanto del interior como del extranjero, incluyendo los representantes de las mejores líneas comerciales. Se conocía además como punto de encuentro de intelectuales y de gourmets. A través del tiempo la estructura original sufrió diferentes remodelaciones que le impregnaron el sello de otros estilos, predominando el estilo neoclásico afrancesado, en boga entonces.
La restauración de esta edificación fue ordenada en 1991 por el Poder Ejecutivo y a pesar de que no fue posible hacer una investigación histórica sistemática, se obtuvieron algunos datos dispersos. Hacia 1843 era propiedad del Gral. Desgrotte, jefe militar del Departamento Ozama durante la ocupación haitiana. Al imponerse la República fue tomada por el Estado y pasó a ser Tribunal de Apelación, de Justicia Mayor y de la Suprema Corte de Justicia. Luego formó parte del Hospital Militar que se prolongaba hasta la Capilla de la Altagracia. Puesta en venta, la adquirió el señor Eduardo Ricart y la arrendó a la señora Celina Gatón, administradora del “Hotel Francés”.
Descripción del inmueble al inicio de los trabajos de restauración.
La edificación de dos niveles estaba formada por dos crujías principales a lo largo de las calles Meriño y Mercedes, y un martillo lateral adosado al extremo oeste del cuerpo principal. En el patio central se encontraba un anexo de bloques de concreto, construido posterior-mente, que fungía como cocina. Al final del martillo, existía un tras patio con una escalera exterior para subir al segundo nivel.
Las fachadas a las calles presentaban, en primera planta, una hilera de puertas ritmadas, que se repetía en segunda planta, separadas por un balcón corrido con viguetas metálicas forradas en madera con cubierta de zinc y una hermosa baranda en hierro. Culminaban con una cornisa sencilla de ladrillo empañetado. El techo estaba compuesto por vigas de madera y planchas de zinc acanalado.
En el patio interior se encontraba la misma disposición de huecos y de balcones, incluyendo el anexo al oeste, dando así unidad al conjunto. Los espacios interiores de las crujías principales estaban subdivididos en compartimientos, para dar cabida al uso de hospedaje.
Investigación arquitectónica y arqueológica
El avanzado estado de deterioro del inmueble hizo que los trabajos se iniciaran inmediatamente con medidas de consolidación de muros y techos. Eventualmente, los techos romanos se sustituyeron por placas de hormigón armado sobre viguetillas, reutilizando los ladrillos.
Mientras se consolidaba lo existente, se hicieron ranuras en el empañete a varias alturas para investigar su consistencia. Así se descubrieron, en el primer nivel, algunos nichos y ventanas, así como una hermosa galería aporticada de cuatro luces, con arcos de ladrillos con columnas toscanas, tres de ellas de grandes dimensiones. En el segundo nivel, sobre la arcada anterior, apareció otra con arcos muy rebajados y columnas diferentes a las del nivel inferior. Ambas arcadas, por sus características, corresponden a construcciones del siglo XVI. Se encontraron también huecos originales con arcos de piedra y jambas de ladrillo que aún conservan las piezas en piedra donde se insertaban los goznes de las puertas. Había arcos de ladrillo con influencia mudéjar.
Hacia las fachadas a las calles aparecieron en la primera planta, una ventana y tres portales. El portal principal en piedra y los dos restantes, de piedra y ladrillo correspondientes a entradas secundarias. En el segundo nivel sólo se encontró una ventana hacia la calle Mercedes.
En el patio se hizo un levantamiento arqueológico que demostró que el suelo había sido removido antes, al construirse el anexo junto con las instalaciones sanitarias, la cisterna y el pozo séptico. Aparecieron, sin embargo, restos de muros formados por ladrillos, piedras y argamasa al igual que unos fogones de ladrillo y piedra. Estos fueron de nuevo sepultados para que investigaciones futuras, arrojen más luz sobre su origen. La investigación de la capa pictórica demostró que no había ningún mural como se pensó que pudiera existir, dada la importancia de la instalación.
No hay duda que los hallazgos más importantes fueron la demostración de que la edificación es del siglo XVI, y de que el portal de piedra tiene características similares a los del hospital San Nicolás. Esta hipótesis la propuso el arquitecto José Battle Pérez en el estudio que hizo, donde menciona que existen elementos en ese portal iguales a los de la iglesia del antiguo hospital. Lo que significa que es preciso seguir investigando para determinar la extensión original de dicha instalación, y así comprobar si el uso original del inmueble es el que este experto le asigna como todo parece indicar.
El portal principal
Está construido con sillares de piedra caliza al estilo plateresco. Forma un vano de proporción rectangular que define el tamaño de la puerta. Se cierra con un dintel apoyado en ambos lados sobre dos tornapuntas que, a su vez, se apoyan en dos capiteles muy sencillos que forman parte de las pilastras que hacen de jambas de la puerta.
El dintel presenta un remarcamiento en cuyo interior se desarrolla un friso tallado formando estrías. En el lado inferior interno, hacia el portón, unas molduras hacen de goterones. Las tornapuntas presentan rastros de volutas y diseños fitoformes en el lado interior del hueco, donde desarrolla sendas hojas de acanto que se acomodan sobre la forma del elemento. La espiga de las tornapuntas se introduce hacia los lados hasta que su extremo coincide con los del dintel.
Las jambas presentan dos pilastras semicilíndricas que sobresalen de un panel rehundido y que tienen sus tres partes claramente diferenciadas y distribuidas. Unos capiteles muy sencillos que se enriquecen sosteniendo directamente a las tornapuntas, presentan diseños estriados de discreto relieve y, sobre estos, unos vestigios parecen sugerir las volutas. El fuste es liso y es sostenido en la parte inferior por un capullo de hojas de acanto. Debajo de las hojas, dos anillos y un pedestal que se apoya finamente en un zócalo que sirve de base también al resto del panel rehundido.
En la parte inferior, que corresponde al segundo nivel, no apareció ninguna huella definida hacia el exterior, pero en el interior aparecieron las jambas en piedra de una ventana. Todos estos elementos señalan hacia un portal de estilo plateresco muy clásico y rico en elementos ya desaparecidos que pudieron ser paneles con escudos, grutescos y ornamentos florales correspondientes al primer tercio del siglo XVI.
El proyecto
Consistió en adaptar la edificación a un hostal en el que funcionaría, además, un restaurante. Las dos primeras crujías en el primer y segundo nivel fueron convertidas en habitaciones, áreas de administración, restaurante y cocina. Las arcadas de las dos galerías al patio fueron restauradas en su totalidad. En el patio fue construida una edificación de dos niveles para albergar seis habitaciones. Para integrar ambas edificaciones, la nueva y la antigua, se colocó un balcón corrido con el mismo diseño, dando unidad al conjunto que consta con un total de diecinueve habitaciones. En el tras patio fueron colocadas las áreas de servicio de planta eléctrica y baños de empleados. En el interior se eliminaron y agregaron nuevos muros para ubicar las unidades sanitarias.
El concepto básico en la restauración de las fachadas exteriores fue el de mantener el balcón corrido ya que, además de su belleza y de ser un protector contra la lluvia y el sol, representa una época en la cronología de la edificación. Sólo fue eliminado dicho balcón en la parte que ocupaba sobre el portal principal. El color exterior corresponde a uno que tuvo la casona, encontrado en las investigaciones pictóricas.
Hallazgos y Proceso de Restauración:
1 Arcadas en galerias de primer y segundo nivel. Hacia el patio.
2 Hallazgo: base de columna en piedra. Liberación.
3 Reintegración de arco de ladrillos. Se encontró el arranque en el lado derecho.
4 Reintegracion de arco de ladrillos. Se encontraron ambos arranques.
5 Liberación de un elemento: Columna en piedra correspondiente a la arcada en primer nivel.
Estas cinco fotos fueron suministradas por ICOMOS
Fotografías: Arq. Francisco Manosalvas.
Texto: arq. Ligia Calero Chavier
Secretaria de Actas del Comité Dominicano del ICOMOS
Hotel Francés
Santo Domingo
EQUIPO PROFESIONAL
Constructora Morales, S.A.
CONTRATISTA GENERAL
Arq. Ligia Calero Chavier
RESTAURACION Y DISEÑO ARQUITECTONICO
Ing. Iván Morales Cuello
CONTRATISTA Y DIRECCION GENERAL
Arq. Alberto Vásquez
LEVANTAMIENTO Y DIBUJO
Arq. José Battle Pérez
RESTAURACION PORTAL
Arqueol. Francisco Coste
ARQUEOLOGIA
Airmaster, S.A.
ACONDICIONADORES DE AIRE
Bensa, S.A.
DISEÑO ELECTRICO
Arq. Esteban Prieto
María Ugarte
Paul Morales Cuello
COLABORADORES
Ing. Juan López
OFICINA SUPERVISORA DE OBRAS DEL ESTADO
BIBLIOGRAFIA:
El Caribe, 18 de abril de 1992, 7 de mayo de 1994, artículos de María Ugarte.
Informe del Proyecto de Restauración del Portal del Hotel Francés, por el arq. José Battle Pérez
Informe de Investigaciones Arqueológicas, por el técnico arqueólogo Francisco Coste.
Arq. Ligia Calero
Arquitecta egresada de la Universidad Pedro Henríquez Ureña, en el 1985. En 1986 y 1987 participó en los cursos I y II sobre preservación de monumentos organizado por el “Preservation Institute Caribbean” realizados en Gainesville, Florida, U.S.A. y la República Dominicana. En 1986 y 1987 fue encargada del taller de la Unidad Ejecutora de la Oficina de Patrimonio Cultural dentro del programa de restauración de casas coloniales.
Desde 1989 hasta 1992 fue directora de Programas Especiales de la Asociación Dominicana para la Asistencia Técnica de Productos Forestales a la Industria de la Construcción, ADATEC.
Siendo además durante este período representante en la República Dominicana de la Urban Regional Research de los Estados Unidos, institución que promueve del uso de madera en construcciones en el área del Caribe.Entre las restauraciones a inmuebles históricos más destacados se encuentran:
- La casa No. 207 de la calle Arzobispo Meriño y de la casa No. 265, actual sede de la Embajada de México, Zona Colonial, 1991-1994.
- El conjunto Luperón, casas números 105,107 y 109, calle General Luperón, Zona colonial. 1988-1989.
- El Hotel Francés, casa No.318 de la calle Arzobispo Meriño, Zona Colonial. 1991-1995.
- Restauración de la casa No.169 de la calle Sánchez, Zona Colonial. 1989.
Tuvo a su cargo la elaboración de los Planos de Contingencia de los Centros Históricos de las ciudades de Montecristi y Moca. 1991-1994. Participó en el levantamiento arquitectónico de la Casa de las Caobas, en San Cristóbal.