Entrevistas a Carmen Ortega González y Lourdes Periche Fernández
En el complejo panorama global de nuestros días, se incrementa cada vez más la cantidad de profesionales que ejercen su oficio lejos de su lugar de origen, y los arquitectos dominicanos no son la excepción. En esta edición especial número 90, Arquitexto aborda el tema de la diáspora de la arquitectura dominicana con el objetivo de difundir un material inédito y que llena de orgullo a los dominicanos. Se trata del trabajo realizado por arquitectos y diseñadores dominicanos que, en su mayoría, obtuvieron el título de grado en la República Dominicana y, tras completar los estudios de especialización en otros países, encontraron oportunidades para ejercer su oficio en diversas áreas del diseño, de la arquitectura y la planificación, ya sea en el sector privado o en el público, de forma independiente, en el campo académico o en prestigiosas firmas.
1. ¿Cómo surge la carrera de arquitectura en República Dominicana?
La primera Escuela de Ingeniería y Arquitectura se creó en la entonces Universidad de Santo Domingo en 1938. En 1957 pasa a ser la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, el título obtenido era el de ingeniero-arquitecto. Mas adelante se separan ambas carreras.
2. ¿Cuáles universidades son pioneras en la educación de esta carrera?
La primer escuela de arquitectura fue la entonces Universidad de Santo Domingo, en 1967 se crea la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. La tercera escuela de arquitectura fue la de la PUCMM en 1975.
3. ¿Quiénes son sus precursores, sus grandes maestros?
Como precursores: Mario Lluberes, Henry Gazón, Humberto Ruiz Castillo, Los Hermanos Pou Ricart, solo por mencionar algunos. Muchos eran ingenieros y constructores. Los maestros de la arquitectura dominicana se identifican dentro de la primera generación de arquitectos dominicanos que regresaron al país despues de haber cursado estudios en el extranjero, especialmente en Europa (Los que se conoce como el Eje Italia: Doi Gautier, Rafael Calventi, Erwin Cott, entre otros) y Estados Unidos, dentro de estos se destaca Guillermo González Sánchez (Hotel Jaragua, Edificio Copello, Parque Eugenio María de Hostos, Feria de La Paz), definitavemente el gran maestro, quien es reconocido el padre de la modernidad dominicana. Hay muchos nombre importantes que aportaron un gran legado al patrimonio arquitectónico de nuestro país: José Antonio Caro, William Reid Cabral, Manuel Baquero.
4. ¿Cómo y por qué nace la inquietud en los arquitectos de realizar maestrías y posgrados fuera del país?
La necesidad de especializarse y realizar estudios de posgrados es un tema coherente con las exigencias de un mercado cada vez mas competitivo, en el que los profesionles mas capacitados definitivamente obtienen mejores puestos. El hecho de conocer otras realidades aporta nuevos horizontes y amplía el bagaje cultural de los jóvenes profesionales. La oferta de maestrías en el país son limitadas en cuanto a centros educativos y temáticas.
5. ¿Cuáles aportes han realizado los arquitectos dominicanos que se han capacitado en el extranjero?
Muchos de ellos han mantenido vínculos estrechos con su país en lo q se refiere al ejercicio de la profesión, obras construidas, consultorías, participación en concursos de diseño y múltiples actividades académicas y profesionales.
6. ¿Es positivo que sus conocimientos los pongan en práctica fuera del país?
Por supuesto que si. La gran mayoría han realizado sus estudios de grado en el país y despues de especializarse en el extranjero encontraron oportunidades para establecerse en otras tierras. Esto es una señal de que la formación básica que recibieron los dotó de las destrezas necesarias para que este proceso fuese exitoso.
7. ¿A su entender, cuáles retos tienen nuestros profesionales de la arquitectura?
Creo que el reto es el mismo de siempre, lograr responder a las necesidades de trabajar, habitar, recrearse, desplazarse de la gente a través de espacios de calidad que proporciones condiciones óptimas, en términos sociales y espaciales. Sin embargo, más que nunca esta actuación debe hacerse de una forma sensible y respetuosa al medioambiente y ofreciendo seguridad a los usuarios. Un tema esencial es hacer entender a las autoridades la importancia de la planificación y la gestión del territorio.
8. ¿Por qué Arquitexto 90 le dedica esta edición especial a los talentos de nuestra diáspora arquitectónica?
Es un tema pendiente para la sociedad dominicana, y no solo en el ámbito de la arquitectura, hacer conciencia que los grupos de profesionales en el extranjero que componen la diáspora representan un gran recurso para nuestra nación. La gran tarea es aprovechar la experiencia adquirida por ellos e integrarlos a nuestro proceso de desarrollo
9. ¿Quiénes están presentes en esta edición? (Ver relacion enviada con sus reseñas)
10. ¿En qué radica la transcendencia de las obras de estos arquitectos dominicanos que se han destacado en el extranjero?
Sus obras son de diversas escalas y tipologías, desde el ejercicio independiente, en prestigiosas firmas, sector privado o público, diseño arquitectonico con programas muy complejos, interiorismo, artes gráficas, paisajismo y planificación. En su conjunto, evidencian un alcance global en la forma de hacer arquitectura, pensarla y comunicarla. Realmente nos enorgullece los logros alcanzados por este grupo de talentos de la diáspora arquitectónica, aunque queremos dejar sentado que esto no es una lista completa, sino un grupo de perfiles intersantes y representativos de un grupo mayor, que merecían ser destacados.
11. ¿Qué legado están sembrando para las presentes y futuras generaciones de arquitectos?
La migración es actualmente uno de los fenómenos sociales mas desafiantes y que demanda mayor atención. En el ámbito académico, esto representa una motivación para continuar dotando a los estudiantes de herramientas y puntos de vista que permitan desenvolverse en un contexto global.