El estilo de vida contemporáneo y la creatividad y originalidad de su propietario, un arquitecto y pintor, fueron el punto de partida para el diseño de esta vivienda urbana.
La Casa del Arroyo constituye una solución de vivienda unifamiliar de diseño contemporáneo y calidad arquitectónica basada en su estética, espacialidad y función.
El diseño y la construcción de viviendas hoy en día está condicionado por las nuevas formas de interacción, la tecnología de la comunicación, el trabajar desde la casa, todo lo cual da lugar a la configuración de un espacio familiar más flexible y eficiente. Antes que hablar de jerarquía (por ejemplo, sala de lujo, comedor formal), se prefiere hablar de espacios abiertos, de recorridos o de secuencias espaciales.
La Casa del Arroyo es un ejemplo de que el diseño puede definir un espacio para hacerlo personal, funcional y estéticamente agradable. La vivienda diseñada y construida por su propietario, un arquitecto y artista, se realizó en dos etapas. La primera consistió en la construcción del diseño original que ocupaba exactamente la mitad del terreno para poder tener un buen patio. Posteriormente, al propietario se le presentó la oportunidad de adquirir el lote colindante posterior, y lo aprovechó para ampliar el patio y anexar un nuevo volumen que sirviera de comedor.
Intencionalmente, la fachada frontal tiene un carácter muy hermético para conseguir privacidad, contrastando con la apertura de la casa hacia el patio lateral. El primer espacio de la casa es un recibidor de doble altura en el que se trabajan todos los elementos espaciales; se destaca el diseño de las paredes y el cielo raso, que forman una especie de teclado: varias falsas columnas se proyectan desde las paredes hacia el techo, con aperturas de luz entre ellas. Los móviles que cuelgan del techo definen la escala, mientras que la presencia de obras de arte (los cuadros del mismo propietario) sirve de preludio al ambiente que sigue a continuación.
La casa se estructura a partir de un eje central de circulación con el que se organizan las áreas sociales –sala, estar y comedor– del lado derecho, y la cocina y áreas de servicio en el izquierdo. Paralelo al eje central se encuentra la escalera de carácter muy ligero, conformada por un solo tramo y peldaños en voladizo. En el piso superior, el eje de circulación se convierte en una especie de puente o pasarela que ayuda a delimitar los espacios sociales del primer piso y conecta con las habitaciones. Al fondo de este corredor se encuentra el estudio, un espacio que también es abierto. En total la casa cuenta con tres habitaciones, una en el primer nivel; todas tienen una solución similar con su baño y vestidor [walking closet].
La sucesión de los espacios de doble altura conectados con el exterior aporta luz, ventilación y naturaleza al interior, y su integración da la posibilidad de usos diversos. Para enfatizar el concepto de vanguardia, todo el piso es de cemento pulido con incrustaciones de piedras y vidrios de botella de diferentes colores –salvo en el corredor de entrada y el espacio de transición hacia el patio–. Al cemento se le adicionó colorante en dos tonos para destacar la modulación estructural de la casa. El reflejo del piso se incrementa con la abundante iluminación natural.
La configuración volumétrica de la casa incorpora un juego de estructuras metálicas superpuestas sobre el volumen de hormigón; la sombra que arrojan estas estructuras enriquece la percepción formal. Las protecciones de los huecos también son metálicas y constituyen una especie de piel ligera que tamiza la entrada de luz y las vistas, sin interrumpir el intercambio constante con el patio.
Un elemento esencial fue el manejo del color y del lenguaje gráfico. Una de los requisitos de diseño era que la casa contara con paredes para poder exhibir los cuadros del artista, de ahí que se prefieren los tonos de grises y colores oscuros y degradados que ayudan a destacar la obra pictórica llena de colorido. Los muebles de familia reciclados y la presencia del verde de la naturaleza son elementos vitales en el ambiente acogedor que se ha logrado.
El paisajismo se trabajó en paralelo con la obra; el muro de gaviones del lindero posterior se utiliza de forma original como un elemento más de la jardinería; el área central de césped queda delimitada por la vegetación perimetral.
Casa del Arroyo (2013)
- Dirección: Calle Paseo del Arroyo esquina Calle Cerro Montoso
- Área total de construcción: 375 m2
- Área del solar-lote: 1,200 m2
- Diseño: Arq. Paul Leonor Chevalier y Arq. Rocío Marchena
- Consultor Estructural: Ing. Juan Carlos Martínez
- Consultor Eléctrico: Ing. Alfredo García
- Consultor Sanitario: Ing. Danis Cleto
- Decoración: Arq. Paul Leonor
- Contratista general: Ing. Miguel Luis Madera