Chablé Resort

Se trata de un espacio único por su arquitectura, diseño interior y paisaje, situado en una hacienda del siglo XIX y dispuesto en torno a un típico cenote de la región de Yucatán, en México. Las cuarenta cabañas de lujo del hotel se emplazan entre exuberantes jardines propios de la naturaleza típica de la región mexicana en que se encuentra. El hotel boutique y spa se desarrolló partiendo de un concepto innovador, de lujoso confort contemporáneo e inspirado en la cultura maya y la arquitectura colonial.

El conjunto hotelero está situado en la hacienda San Antonio Chablé, una hacienda histórica del siglo XIX en donde se cultivaba henequén (una planta derivada de la pita). El arquitecto y la diseñadora utilizaron las ruinas viejas y abandonadas como el punto de partida para entender la historia del lugar, trabajando en conjunto para encontrar el equilibrio perfecto para restaurar y poner en valor las ruinas existentes e integrar estructuras y materiales modernos.

El complejo se compone del conjunto de la casa principal –que alberga la recepción, el bar, la capilla, la biblioteca y otros servicios–, la piscina, cuarenta villas de hotel (una de ellas presidencial y otra master suite), un restaurante insignia y un espectacular spa junto al cenote natural.

Para la restauración de la casa principal se utilizaron los sistemas constructivos originales, a los que se integraron nuevos elementos para incorporar las instalaciones técnicas de iluminación, voz y datos acordes con el nuevo uso. En otros edificios, el criterio de intervención contempló el conservar y consolidar los espacios en ruinas para evidenciar el paso del tiempo, la acción de la naturaleza y el valor histórico del lugar.

La intención de diseño en todas las villas fue la de crear espacios lujosos y cómodos desde donde disfrutar las vistas del bosque. Los muros de piedra que cruzan las plantas de las habitaciones y continúan en el exterior son una interpretación de los muros antiguos llamados albarradas.

En cuanto al conjunto de la piscina principal y el restaurante, que están cerca de la casa principal, la intención fue la de crear un oasis en medio del bosque que contrarreste el clima caluroso y húmedo de Yucatán.

Al igual que en las villas, el edificio principal integra las albarradas para definir los espacios públicos y privados y crear patios interiores.

La edificación del restaurante consiste en una estructura metálica y de vidrio que se inserta dentro de la antigua fábrica textil sin comprometer estructuralmente los antiguos muros. En el interior, el techo está compuesto por paneles de madera y el piso de baldosas con patrones geométricos. Las grandes superficies acristaladas contrastan con la rudeza de los antiguos muros. Las sogas de henequén que cuelgan como decoración en algunas de las salas del interior hacen referencia al uso original del edificio.

Uno de los factores fundamentales de la obra fue la utilización de materiales locales y las técnicas constructivas tradicionales mayas siempre que fue posible, por ejemplo, el chukum, un acabado de pared 100% natural que se obtiene al hervir la raíz del árbol del mismo nombre. Esto contribuyó a promover la economía local, ya que ocuparon manos de artesanos locales en una producción de alta calidad.

• Planta Arquitectónica de primer nivel de la casa principal
• Planta Arquitectónica de primer nivel de la villa presidencial
• Planta Arquitectónica de primer nivel de la villa king
• Planta Arquitectónica de primer nivel del spa