Arquitectura joven

El año 2020 estuvo caracterizado por situaciones dramáticas como consecuencia de la crisis sanitaria causada por la COVID-19 que dio pie a muchas e interesantes reflexiones sobre los diferentes ámbitos de nuestra disciplina. Uno de los beneficios que pueden destacarse es el auge y la consolidación de la virtualidad como medio de encuentro y de compartir conocimientos. Asimismo, el año 2020 representó una oportunidad para la arquitectura joven dominicana de destacarse en concursos internacionales y lograr importantes posiciones, lo cual pone de relieve la calidad de formación que brindan las escuelas de arquitectura locales.

Participar en un concurso internacional de arquitectura representa una excelente oportunidad de poner en práctica lo aprendido en las horas de clases de diseño, estimular las facultades creadoras y retar a cada participante a desarrollar el ingenio e inventiva fuera de nuestro horizonte inmediato.

Los proyectos arquitectónicos que se presentan en este segmento abarcan diversas tipologías, escalas y programas —desde rascacielos y complejos desarrollos urbanos y de infraestructura hasta viviendas unifamiliares y colectivas, equipamientos y espacios comunitarios y proyectos de paisaje— y, lo que es más importante, reflejan un compromiso social, una preocupación ambiental y una búsqueda de innovación constructiva, y presentan una constante: la potencia de la imaginación como respuesta a las restricciones de nuestra realidad local.

Todos los autores son arquitectos jóvenes —salvo un estudiante de término— de las facultades y escuelas de arquitectura dominicanas. Este acercamiento nos permite conocer las tendencias y los temas prioritarios de la profesión y contribuir al debate de la arquitectura y el urbanismo para poner de relieve los distintos ámbitos que la arquitectura puede abordar y ejercer de forma multidisciplinaria.

Retornando a la Sombra del Árbol

UN ARCA DE NOÉ (2020). Madrid (España)
Proyecto Retornando a la Sombra del Árbol. Primer lugar. Equipo: Vielka Shaloon Vargas Brito, Itamar Mueses Montaño, Wendy Laura Morel Florentino. Organizadores: Aplomo Concursos.

Aplomo es una plataforma española que realiza concursos de arquitectura a nivel internacional orientados a proponer soluciones arquitectónicas que ayuden a resolver problemáticas actuales a nivel social a través de planteamientos filosóficos, conceptuales y funcionales. En su primera edición, el reto del concurso Un arca de Noé fue proponer una solución espacial para un conjunto de residencias que representara la imagen urbana de Madrid con el objetivo de repensar los hogares tras la pandemia de la COVID-19. El concurso consistió en proponer un nuevo núcleo en el que se desarrollarían múltiples actividades con el concepto de coliving para obtener espacios integrales que fomenten la convivencia, la integración social y el desarrollo de la comunidad inmediata.

Los árboles como puntos de encuentro milenarios, hogar de miles de especies, seres que acogen vida conectados con la tierra, con el mundo y con el hombre desde el inicio de los tiempos son la analogía ideal en la búsqueda de reagrupar a la comunidad bajo una misma copa. Como organismos vivientes, siguen representando elementos de seguridad y confianza, nos arropan, nos cobijan y nos brindan ese espacio seguro, un refugio para guarecernos del sol, del frío, de la lluvia, para compartir nuestras diferencias, para ser y florecer.

El proyecto ganador fue Retornando a la Sombra del Árbol, lo realizaron jóvenes arquitectos dominicanos. El proyecto reflexiona sobre la convivencia del ser humano en el origen de los tiempos: los árboles representaban puntos de encuentro social en los que se realizaban actividades de ocio y espirituales, el ser humano vivía en tribus que fomentaban la importancia de la comunidad y el desarrollo del trabajo en equipo. Esta idea da paso a una propuesta que se arriesga a plantear espacios semiabiertos en los que se generan cerramientos según las actividades que se vayan a realizar.

Retornando a la Sombra del Árbol podría definirse como un gran bosque arquitectónico urbano, una gran copa multifuncional que parte de los edificios existentes como tronco y soporte y genera espacios que conectan a los usuarios con sus orígenes y que alberguen a la gran tribu, que celebra y comparte sus diferencias, con una envolvente que cae como lágrimas de sauce y da acogida en estos tiempos difíciles. Espacios que juegan de forma dinámica con los conceptos de dentro y fuera, los interiores y los exteriores, la comodidad y la privacidad que nos ofrecen los hogares contrapuesta a la libertad y dinamismo que representan los espacios públicos, con la oportunidad de decidir cómo interactúan y experimentan. En estos espacios se incluyen talleres de creación, coworking, guardería, sala de exposiciones, comedor, lavandería, parque, huerto, gimnasio, piscina, anfiteatro y terraza.

El jurado valoró la propuesta tanto desde el punto de vista conceptual y funcional como visual. El proyecto reinterpreta el espacio que nace alrededor de los árboles como punto de partida para la interacción social y para repensar el futuro de la sociedad tras la pandemia. La propuesta juega con el concepto de interior y exterior a través de espacios luminosos y aireados que son interpretados por los propios usuarios según sus necesidades.

El proyecto, además de proponer un módulo genérico, da respuestas concretas a la situación del edificio, resuelve la conexión del patio por medio de jardines verticales y lo adapta al programa requerido. La geometría propuesta en el plano parece responder directamente a las distancias de seguridad que debemos mantener, distancias que están definidas por una zona de sombra que genera un espacio visualmente permeable en el que vivir en sociedad con los nuevos requisitos sanitarios.

Construye para crecer 2020

CONSTRUYE PARA CRECER 2020. VIII Concurso Nacional de Vivienda Social. Perú.
Primer lugar. Equipo: Rafael Guzmán De la Rosa, Esteban Zupan, Víctor Salinas, Mariana Majima Ueda, Paul Rodríguez. Estudiantes de maestría de diseño y gestión ambiental de la Universidad de Navarra. Organizadores; Ministerio de Vivienda peruano y el Fondo MiVivienda

Este concurso impulsado por el Ministerio de Vivienda Peruano y el Fondo MiVivienda consistió en el desarrollo de dos modelos de vivienda social: multifamiliar y unifamiliar, y un planteamiento urbano que incluía zonas recreativas, educación y otros usos dentro de un terreno de 84,698.92 metros cuadrados ubicado en la provincia de Talara, departamento de Piura, en Perú. El objetivo del concurso es la obtención de prototipos de vivienda social que respondan a los ejes temáticos de accesibilidad económica, crecimiento modular, sostenibilidad y tecnología para ser incorporados en el banco de proyectos de las municipalidades distritales y provinciales y ser difundidos y reproducidos en entornos y contextos geográficos y medioambientales similares. El total de participantes del concurso fue de 77 equipos, 42 en la categoría de equipos universitarios y 35 en la categoría de equipos profesionales, dentro de la cual se encontraba el equipo ganador.

Los prototipos de vivienda unifamiliar y multifamiliar de la propuesta ganadora presentan flexibilidad para el crecimiento progresivo y hacen uso de soluciones pasivas para lograr un diseño sostenible. La propuesta desarrolla tres escalas: la urbana global, la urbana local (por cada manzana), y el desarrollo de las viviendas, aplicando estrategias de diseño urbano, gestión de agua, eficiencia energética, desarrollo de sistemas constructivos, estrategias pasivas y diseño bioclimático en cada escala de trabajo.

El diseño urbano desarrolla un planteamiento tipo súper manzana en el que se establecen diferentes niveles de circulación con el objetivo de priorizar al peatón y al ciclista. Se retiró el automóvil del centro del emplazamiento urbano, se plantearon unos anillos de circulación en el perímetro del terreno para los automóviles y los estacionamientos, luego un anillo de circulación mixta (automóviles, peatones y ciclistas) y, por último, un anillo central peatonal y de bicicletas. Dentro del planteamiento urbano se incluyeron áreas verdes con el objetivo de minimizar los efectos de isla de calor y además cumplir la función de “colchón” para absorber el agua pluvial y evitar inundaciones.

Las estrategias de sostenibilidad planteadas incluyen la separación de las redes de desagüe, una para aguas negras (descargas de inodoros) y otra para aguas grises (lavados y duchas) que, junto con el agua pluvial, se recogerían para ser tratadas y reutilizadas para el riego de la vegetación. Además, se incluyó una red de gas natural para proveer las viviendas en combustible para la cocina y el agua caliente sanitaria.

A nivel de manzana se plantearon estrategias de diseño bioclimático. En la parte posterior de los lotes se creó un jardín de tres metros cuadrados que minimiza el efecto isla de calor y garantiza ventilación cruzada en todos los lotes de vivienda. Los lotes están orientados norte-sur, lo que reduce las ganancias solares y logra un confort térmico adecuado en el interior de las viviendas.

El diseño conceptual de las viviendas unifamiliares responde a las ideas de flexibilidad, simplicidad constructiva y modulación del espacio estructural, y permite su crecimiento de acuerdo con las necesidades y economía de cada familia. Además, se aplicaron estrategias de diseño pasivo considerando el clima tropical de Talara, caluroso durante todo el año (común en zonas cercanas al Ecuador): protección solar en ventanas, ventilación cruzada, enfriamiento evaporativo (gracias a la inclusión de vegetación) y protección solar en cubierta a través de un doble techo. Según las simulaciones en softwares avanzados (DesignBuilder) se logra reducir la radiación solar en un 50 %, y se reduce la temperatura en un promedio de 1.5 °C en comparación con un modelo base. Por último, se implementó un sistema constructivo de prefabricados industrializados, esto redujo la energía y el impacto ambiental.

Las viviendas multifamiliares se distribuyen en 13 edificios de cinco niveles con vista a las áreas exteriores recreativas. Su disposición también asegura la ventilación cruzada en las fachadas oeste y este, las cuales incluyen elementos de protección solar sin afectar la iluminación natural. Cada edificio posee cuatro niveles de viviendas tipo y un quinto nivel que guarda el retiro establecido con unidades diferentes y áreas de usos múltiples.

Site Mirador
SITE MIRADOR (2020). Batería do Zavial, Algarve (Portugal).
Proyecto ganador de mención de honor. Equipo: Sarah Christa Droste Santana, Guillermo André Martínez Marte. Organizador: Arkxsite, Concursos de arquitectura.

La propuesta realizada por el equipo dominicano en el concurso internacional de ideas Site Mirador resultó calificada con mención de honor, entre las 10 mejores de un total de 230 propuestas participantes. El encargo del concurso consistía en diseñar una estructura de observación de 60 metros cuadrados en la costa rocosa del Algarve (Portugal). El Site Mirador debía ofrecer una experiencia única a través del tiempo y la memoria, y convertirse a la vez en un elemento que estimulara los sentidos y reflejara el peso de los acantilados, la profundidad de sus grietas, la fuerza del agua y la apertura del horizonte. Se pedía crear un lugar de contemplación y un hito dentro del paisaje, sin limitaciones de altura, excavación o extensión más allá de los bordes del acantilado.

El terreno ubicado en las costas del océano Atlántico se encuentra en contacto directo con las ruinas del fuerte del siglo XVII Batería do Zavial, el cual fue destruido en 1755 por un terremoto y no fue reconstruido. El programa de áreas incluía una entrada principal, un espacio de transición entre el paisaje natural y el mirador, el cual debía ser un lugar íntimo y poderoso creado para la contemplación que lograra mejorar la experiencia y la relación con el acantilado y el océano.

La propuesta está conformada por un “jardín de sonidos”, una torre de observación cuya base funciona como un túnel de información y tres terrazas de observación trazadas sobre dos ejes principales que conectan tierra y mar, memoria y naturaleza; todo está delimitado por las ruinas. Al iniciar el recorrido, encontramos un jardín compuesto por tubos que emergen de la tierra y que, al estar conectados con el acantilado en el que rompen las olas, reproducen sonidos oceánicos que despiertan la curiosidad sobre el gran protagonista, el Atlántico.

La base de la torre de observación es un túnel que funciona como punto de información, enmarca el paisaje y guía la vista hacia el océano. Al salir de la torre se desciende por una rampa que conduce hacia el mar, delimitada por dos planos construidos con acero corten, material que recuerda los colores del suelo existente.

Al llegar a las terrazas de observación, las ruinas de la Batería do Zavial transmiten un sentimiento de nostalgia. El final de la ruta principal emerge debajo de las ruinas y revela la inmensidad del océano. Un segundo eje de terrazas de observación sigue la trayectoria del sol, desde el anochecer hasta el amanecer: al este, la fortaleza de Santo Ignacio, al oeste, una pequeña península, memoria y naturaleza.

Sarah Christa Droste Santana. Arquitecta egresada de la PUCMM, Santiago (2019). Intercambio estudiantil en la Universidad Stuttgart (Alemania) (2016). Arquitecta de la firma Sánchez-Reyna (2019-2020). Arquitecta de la firma Archlabs (2020-presente).

Guillermo André Martínez Marte. Arquitecto, egresado de la PUCMM, Santiago (2019). Intercambio estudiantil en la ETSAM, Madrid (2017). Arquitecto de la firma Bonnelly-Reynoso (2017-presente).

Graphene Skyscraper
COMPETENCIA DE RASCACIELOS EVOLO (2020). Participante: Víctor Ramírez. Osaka (Japón). Organizador: revista digital eVolo

Evolo Skyscraper Competition es uno de los concursos anuales más prestigiosos del mundo para la arquitectura de gran altura. Su finalidad es la de reconocer las ideas sobresalientes que redefinen el diseño de rascacielos a través de la implementación de tecnologías, materiales, programas, estéticas y organizaciones espaciales novedosos, junto con estudios sobre globalización, flexibilidad, adaptabilidad y revolución digital.

Graphene Skyscraper es uno de los primeros proyectos del país modelados en Grasshopper, el software de diseño paramétrico gracias al cual fue posible generar la compleja geometría del edificio. La propuesta consiste en un rascacielos flotante concebido para la Exposición Universal de 2025 que se realizará en Osaka (Japón).

El autor del proyecto plantea que la humanidad tiene que dejar de usar el acero y el hormigón como materiales de construcción, pues se espera que sus materias primas se agoten antes del año 2050. Por lo tanto, propone utilizar el grafeno como una alternativa que permita mantener a flote la producción de edificios en todo el mundo, satisfaciendo así las demandas habitacionales de una población que crece de manera exponencial. El grafeno es un nanomaterial ultrafuerte, transparente y carente de peso, compuesto de átomos de carbono.

Construido sobre una plataforma flotante en la Bahía de Osaka, Graphene Skyscraper es una torre multifuncional de 60 pisos y 300 metros de altura que alberga salas de exhibiciones, pisos elevados con miradores y espacios públicos al aire libre. Además, funciona como un hito vertical que puede ser visto desde grandes distancias, y captura la atención de los visitantes de la feria que aterrizan en el cercano aeropuerto de Kansai.

Tomando en cuenta que las exposiciones universales siempre han sido un catalizador de la innovación en el diseño estructural (basta con recordar el Pabellón Philips de Le Corbusier o la Biósfera de Montreal de Buckminster Fuller), el arquitecto Ramírez ideó un nuevo sistema constructivo que aprovecha las extraordinarias propiedades mecánicas del grafeno y el agua de mar: las “estructuras hidriánicas”, un método de construcción nunca antes visto que emplea el agua de mar como material estructural. Este tipo de estructuras combina la incompresibilidad de los líquidos con la extremadamente alta resistencia a la tensión del grafeno para crear columnas, vigas y membranas de piso con una capacidad de carga prácticamente infinita.

Los elementos estructurales absorben agua automáticamente gracias a válvulas y bombas ubicadas dentro de sus nodos esféricos, con esto logran una estructura rígida y capaz de soportar su propio peso. Un sistema de filtros evita la introducción de peces y partículas extrañas. El rascacielos se hunde parcialmente al abrir sus tanques de lastre. Conforme se llena de agua de mar, el centro de gravedad del edificio se acerca a su base y el rascacielos rota hacia una posición vertical y se equilibra; todo esto ocurre de manera espontánea, sin utilizar ninguna clase de grúa.

Su forma aerodinámica y anticlástica reduce las cargas de viento. Se compone de tres capas que presentan aplicaciones distintas del grafeno: recubrimiento interior de aerogel (para dar aislamiento térmico), capas estructurales en el medio (para soportar el peso), y celdas fotovoltaicas de película fina por fuera (para captar la energía solar). Por otro lado, como el grafeno es aislante y conductor al mismo tiempo, se pueden imprimir circuitos eléctricos con millones de luces LED en su superficie, haciendo que las membranas puedan emitir luz durante la noche.

Víctor Ramírez. Arquitecto egresado de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Campus Santiago (2017), con amplios conocimientos de ingeniería estructural, diseño paramétrico y construcción experimental. Ganador del Premio CEMEX-Tec 2017, categoría Innovación en la Construcción, y de las competencias Planes de negocios (MESCYT) e Ideas de Negocios y Emprendimiento Social (Banco Popular Dominicano) 2016.

City/Lab CAR
UPARK, CITY LAB PARK (2020). Primer Lugar Escuela de Arquitectura y Diseño de la PUCMM. Equipo: Gabriela Gómez, Rossi Tavarez, Janell García e Iris Dipre (PUCMMM-CSTA). Equipo docente: Orisell Medina-Lagrange, gerente y asesora pedagógica; Carmen Gloria Prado Alarcón, acompañante pedagógica del Centro de Desarrollo Profesoral (CDP); Virginia Flores-Sasso en el área de investigación y procesos; Audelín Henríquez, Gustavo Valdez y Michelle Valdez, profesores de Diseño VIII. Colaboración: estudiantes y profesores de las carreras Ecología y Gestión Ambiental y Comunicación Social. Organizador: Programa Erasmus+ de la Unión Europea.

Citylab CAR es un proyecto realizado en el marco del programa Erasmus+ auspiciado por la Unión Europea que tiene como objetivo estimular la innovación en la enseñanza de la educación superior a través del aprendizaje basado en problemas (ABP) en entornos urbanos del Caribe. El proyecto comenzó en el 2017 y contó con la participación de diez universidades del Caribe y cinco europeas. Por parte de la República Dominicana participaron la Universidad Iberoamericana (Unibe) y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).

Citylab CAR propuso a las universidades participantes la implementación de módulos de ABP con el fin de generar propuestas urbanas. Estas propuestas se presentaron en el concurso internacional en el marco de la conferencia Caribbean Education for Sustainable Urban Development, que tuvo lugar en Paramaribo (Suriname) de manera virtual en octubre de 2020. El ABP es un método de aprendizaje innovador que introduce problemas del mundo real en el programa educativo y ofrece la posibilidad de un aprendizaje significativo y motivador, tanto para los estudiantes como para los docentes.

El proyecto Upark presentado por la PUCMM resultó ganador de los dos premios del concurso: equipo favorito del público y premio del jurado. Este proyecto fue realizado en la Escuela de Arquitectura y Diseño (EAD) del Campus de Santo Domingo (CSD), en la asignatura de Diseño VIII que aborda temas urbanos.

El proyecto se enfocó en el problema de la movilidad sostenible en entornos educativos de la ciudad de Santo Domingo. Los estudiantes realizaron el levantamiento y análisis de información sobre movilidad urbana en polígonos con centros educativos importantes. Tuvieron la oportunidad de interactuar con diferentes actores de la ciudad, como el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) y el Instituto Nacional de Transporte y Tránsito Terrestre (Intrant). Realizaron entrevistas y encuestas a los diferentes usuarios de las zonas estudiadas. Luego propusieron proyectos macro en busca de mejorar la movilidad urbana sostenible. Se realizó un concurso interno entre los estudiantes que cursaban la materia para elegir el mejor proyecto que debería pasar al concurso internacional.

UPARK propone un campus más accesible y sostenible para la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Plantea un campus abierto al sustituir el muro perimetral por un límite permeable que permita una multiplicidad de accesos y mejore la experiencia del habitar y circular en el lugar. El proyecto se enfoca en plantear una experiencia urbana digna y segura en la movilidad de quienes usan y transitan en el lugar. Incluye la formalización de los lugares destinados a los buhoneros del entorno para recuperar los espacios pertenecientes al peatón. Se propone también, desde la mirada de la sostenibilidad, el incentivo del uso del transporte público, haciendo ajustes en el sistema de transporte y la red de servicios que lo sostiene. El proyecto aborda también propuestas de reciclaje, incentivos de uso mixto y protección de la fauna. De esta manera, el proyecto aporta a los objetivos del desarrollo sostenible (ODS) que tienen que ver con clima, energía, sostenibilidad y alianzas, en sus numerales 11, 13, 15 y 17.

La participación en el concurso internacional consistió en la presentación de un video que sintetizaba la propuesta en cuatro minutos, además de unos paneles que el público tuvo la oportunidad de visitar en una galería virtual en los que fueron expuestos todos los proyectos concursantes. Luego de la presentación de los proyectos se realizó una sesión de preguntas con el jurado de la competencia.

Aunque en arquitectura y, sobre todo, en los talleres de diseño se trabaja de manera muy parecida a los principios del ABP, este sistema permite específicamente desarrollar una metodología sistematizada, integradora, flexible y con herramientas más justas de evaluación y transparentes. El involucramiento de los estudiantes en problemas de la vida real los motiva enormemente. Exponerse a los actores reales, autoridades, usuarios y otras disciplinas los asoma a la realidad de la práctica y les proporciona una visión realista de los desafíos de la profesión. La flexibilidad de la metodología permite introducir recursos a demanda para fortalecer el proceso y reforzar competencias.

En resumen, la participación en el programa Citylab CAR fue una experiencia muy enriquecedora tanto para estudiantes como para docentes, y los resultados pueden observarse en el siguiente video: https://www.facebook.com/watch/?v=1257716154604723

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