Portazul

Portazul es la nueva propuesta del estudio Dante Luna Arquitectos para un lugar de eventos en la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Se trata de la renovación de un inmueble que data del siglo XVI y que ya desde 1994 se utilizaba como restaurante.

La cuidada intervención respeta la fachada existente y aporta nuevos elementos arquitectónicos de vanguardia y de carácter contemporáneo en su interior. El esmero en el detalle que caracteriza el diseño de interiores realizado por Ramón Emilio Jiménez contrasta con la arquitectura colonial y logra un ambiente elegante.

Portazul se encuentra en la esquina de las calles Arzobispo Meriño y Padre Billini, en la parte más antigua del casco histórico de Santo Domingo. La arquitectura original consiste en una antigua vivienda colonial del siglo XVI, de un solo nivel y con gruesos muros de tapia. El tradicional patio interior está rodeado de columnas y arcos de medio punto de ladrillo. El inmueble había sido objeto de numerosas intervenciones a lo largo de sus más de cuatros siglos, y en las últimas tres décadas albergó el restaurante La Briciola, uno de los más elegantes y tradicionales de Santo Domingo. El encargo de diseño trajo consigo el cambio de uso de restaurante a local para la celebración de eventos.

La intervención arquitectónica consistió en el rescate de los elementos originales, muchos de ellos ocultos por las sucesivas intervenciones. Las adiciones se manejaron con materiales contemporáneos, con la misma gama de colores y texturas, lo que refleja el respeto por la arquitectura original. Además de darle uso al patio central, se crearon tres salones que pueden ser utilizados de manera independiente o en conjunto. La entrada principal se mantuvo en la calle Arzobispo Meriño y el color azul cobalto de la puerta hace referencia al nombre del proyecto. A través del vestíbulo se tiene acceso al Bar de Manolo y al patio central.

En él área del Bar de Manolo cabe resaltar el impresionante trabajo del recubrimiento de la gran barra que abarca las dos primeras crujías de las cuatro que componen el espacio. Se trata de una composición de espejos, piedra coralina y elementos metálicos que conforman la estructura de la barra. La encimera es de mármol travertino. La parte trasera de la barra muestra una composición más clásica de espejos curvos con marcos y estantes de madera. Los arcos de medio punto de ladrillo están incorporados a este mueble trasero. El diseño de iluminación integrada a esta pieza hace resaltar su presencia. La lámpara de lágrimas colgante, un elemento que se repite en todo el conjunto, agrega elegancia y distinción.

Todos los pisos del proyecto fueron sustituidos; se utilizó mosaico hidráulico en los salones y porcelanato en el patio y sus galerías. El mosaico hidráulico que se utiliza como revestimiento de piso en las áreas de estar del Bar de Manolo continúa en las paredes hasta más de un metro de altura. Más arriba se colocan bandas de espejos con molduras de madera a diferentes alturas sobre la pared y un revestimiento de trellis (enrejado de madera) que combina el calado con espejos, lo que imprime un carácter acogedor al ambiente. El techo original de viguetas de madera se recrea y se pinta de blanco, lo que denota su confección contemporánea.

El corazón del proyecto es el patio español, el cual fue protegido con una cubierta de vidrio sobre una estructura metálica corrediza con toldos retráctiles. Esta solución hace posible la climatización completa del proyecto y a la vez permite que la entrada de luz natural inunde todos los espacios, así como la siempre deseada conexión visual con la naturaleza. De igual manera, este elemento permite disfrutar del patio con aire acondicionado en los meses más cálidos y al aire libre en los meses más frescos. Las arcadas originales de medio punto de ladrillo están completadas con arcos revestidos con piedra coralina para diferenciar la intervención y como un guiño de contemporaneidad. El piso de este espacio presenta un patrón a cuadros, con bandas de dos colores de tonos neutros que se alternan sobre fondo claro. A ambos lados del patio se mantienen las galerías originales que comunican con los salones. Este espacio se ha dotado con los más modernos sistemas de luces y sonido que sirven de base para las diversas actividades y pueden ser complementados según los requisitos técnicos de cada usuario.

El segundo salón, Azulmanera, combina lo elegante con lo tropical. Se utilizan los mismos recursos en recubrimientos de pisos de hormigón hidráulico, bandas de espejos, treillis, arcadas de ladrillo y techo con viguetas de madera, pero se cambia la tonalidad, teniendo por protagonista el color azul. A diferencia del primero, este espacio no cuenta con bar, pero incluye asientos tipo cabina [booth] tapizados con un claro terciopelo azul. La contigüidad con la calle Padre Billini permite bañar aún más de luz natural este espacio.

El tercer espacio es el Bar de Carlito, que cuenta con una entrada independiente desde la calle Padre Billini además de la entrada desde el interior del proyecto. Se trata de un espacio más elegante donde todos los muros han sido revestidos con un artesonado de madera y tableros tapizados de terciopelo azul marino capitoneado. Se remata la parte superior de las paredes con una combinación de espejos y molduras de madera. Se continúa con el uso de mosaico hidráulico para el piso, pero esta vez con un diseño geométrico acorde con los tonos de los demás elementos de este espacio. Este es el único lugar que se encuentra completamente amueblado. El mobiliario de mesas redondas pequeñas permite flexibilidad de agrupación y uso. Las sillas de diseño aportan elegancia y diferentes texturas al espacio. Las mesas son de metal y las sillas combinan madera, cuero, tapiz y pajilla. La barra es una elegante pieza sólida de madera con una superficie elevada de cristal. La iluminación de las viguetas de techo que están encima del bar y la bola disco logran acentuar esta pieza.

Una escalera de caracol con baranda de acero corten conduce a la plataforma [roof deck] de la azotea, desde donde se disfrutan interesantes vistas de la Ciudad Colonial. Las chimeneas de la planta eléctrica y de los extractores de cocina son de acero cortén y se convierten en piezas escultóricas de esta terraza. Los árboles circundantes del interior de la manzana logran acentuar el carácter acogedor de este agradable espacio.

Los baños han sido ambientados con el mismo concepto elegante de los demás espacios. Para el baño de damas se elige un piso de mosaico hidráulico con un diseño de formas onduladas de tonos amarillo y azul. Las paredes se recubren con una composición de cerámica brillante blanca de diferentes formatos, con espejos con diseños metálicos y muros de pañete de arena gruesa pintados de rosa coral. Los lavamanos se han colocado en el centro del primer espacio a manera de fuente hexagonal, debajo de una estructura de hierro forjado y ornamentado con hojas que —a modo de quiosco— define el espacio y se convierte en el elemento arquitectónico protagonista. Cabe destacar el diseño de los espejos así como la lámpara de lágrimas sobre el lavamanos, elementos que completan la decoración. En el área de tocador contigua, las mesas están realizadas con espejos. Las paredes de las cabinas de los baños están completamente revestidas con una composición de cerámicas blancas brillantes y espejos. Las esbeltas puertas de estas cabinas presentan una elegante composición de madera y espejos. Los cuadros y complementos decorativos reafirman el carácter tropical del proyecto. El baño de caballeros repite el mismo concepto de organización y ambientación que el de damas, pero con tonalidades grises y azules. El patrón del piso de mosaico hidráulico presenta un diseño a rayas. Además, predomina el uso de madera oscura, como en el mueble del centro del espacio que contiene el lavamanos. La iluminación natural de estos espacios contribuye a la sensación de amplitud.

En el proyecto completo, el diseño de iluminación está estructurado para resaltar los diferentes elementos arquitectónicos. Las luces indirectas del piso contribuyen además a lograr un ambiente acogedor. Cada espacio, incluyendo el patio central, cuenta con deslumbrantes lámparas que contribuyen al estilo elegante de estos ambientes.

Los espejos siempre presentes en diferentes elementos del diseño de interiores aportan a la sensación de amplitud y claridad. Las plantas tropicales del patio central y otros lugares estratégicos celebran la ubicación del proyecto.

Mientras el diseño del inmueble respeta, dignifica y actualiza esta pieza de arquitectura del siglo XVI, el diseño de interiores logra diferentes ambientes: el Bar de Manolo, con un aire romántico, el Azulmanera, de estilo tropical, y el Bar de Carlito, de sobria elegancia. Se logra así un proyecto estéticamente llamativo y funcionalmente acorde con los requisitos de los propietarios.

  • Planta arquitectónica, elevación calle Arzobispo Meriño y secciones
Portazul (2022)
  • Ubicación: Calle Arzobispo Meriño 152, Ciudad Colonial, Santo Domingo.
  • Área de construcción: 1,050 m2
  • Propietario: Divano
  • Diseño Arquitectónico: Arq. Dante Luna, DL + A Arquitectos
  • Colaboradores: Sarah Tió, Josenth González, María Fernanda Nang, Sebastián Naranjo, Ana Reyes
  • Interiorismo: Arq. Ramón Emilio Jiménez
  • Estructural: Imbert Luna y Asoc.
  • Eléctrico: Valentin Marzo
  • Sanitario: Constructora LMX
  • Sistemas de a/a: MPG
  • Diseño de iluminación: Abel Aybar
  • Diseño acústico: Pablo Manrique
  • Diseño paisajístico: Cairo del Nilo
  • Contratista general: Site Constructora
  • Restauración: Zeugma Arquitectura
  • Supervisión: Gerardo Terrero
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