Villa en Tortuga Bay

Esta villa en Tortuga Bay es una pieza de arquitectura tropical enclavada en Punta Cana (República Dominicana). Su diseño conjuga la experiencia de una estética cálida, el carácter contemporáneo y un estrecho contacto con la naturaleza. El cuidadoso diseño arquitectónico del estudio J7 Design se trabaja en cercana colaboración con el interiorismo de exquisito gusto a cargo de Aurora Alam y el paisajismo de Rosangela Bobea, que aportan elegancia y carácter tropical a la obra.

Gracias a la distribución, dimensionamiento e integración con la naturaleza de las distintas áreas se logra crear unos prácticos espacios que brindan una experiencia de acogedora estancia tropical.

La fachada hacia la calle se presenta de manera elegante gracias al tratamiento de la volumetría, los techos a cuatro aguas y la materialidad. El escalonamiento de los volúmenes aporta dinamismo a la composición y ofrece diferentes vistas al acercarnos al proyecto.
La fachada hacia el área de la piscina presenta un diseño más discreto, con la intención de propiciar un ambiente más acogedor y hogareño.

Desde la puerta de entrada principal se enmarca una magnífica vista al campo de golf y el mar Caribe. La pasarela de entrada comunica con una galería de distribución y con el salón principal. Estos espacios de circulación están rodeados de vegetación y de un espejo de agua que acompaña al usuario en todo el recorrido. Esta galería comunica con la escalera que da paso a los espacios más íntimos del segundo nivel.

Dentro del salón principal se trabaja la simetría. A ambos lados de la estancia se han dispuesto aberturas que comunican con la biblioteca y el comedor. Las puertas de estos huecos son corredizas de tipo bolsillo y se esconden para contribuir con la sensación de amplitud.

Dos palmas datileras enmarcan la salida hacia el área de la piscina. Estas se integran al espacio de manera original, ya que su marco de siembra es parte del piso de piedra coralina.

Todo el piso de la residencia se trabaja con piedra coralina, tanto el exterior como el interior, con la idea lograr la continuidad entre estos espacios. En el exterior se proporciona una terminación con arenado [sandblasting] para evitar resbalamientos.

Todas las puertas se han diseñadas como puertas de bolsillo para esconderse dentro de las columnas y muros, a fin de producir la sensación de completa fluidez espacial de los interiores y con el exterior. Para las puertas de cristal se eligen marcos de metal negro en contraste con los tonos crema de la coralina y como un aporte de elegancia.

La biblioteca es un espacio muy acogedor pintado de un verde vibrante. Las puertas corredizas de piso a techo brindan la posibilidad de una conexión total de este espacio con el exterior.

Lo mismo ocurre con el comedor y la cocina, que se abren completamente al exterior y brindan impresionantes vistas al entorno natural. Sobre el muro del comedor se colocó un empapelado con vegetación tropical, con el concepto siempre de traer la naturaleza al interior. De igual manera, los muebles de la cocina se han pintado de ese verde intenso siempre presente en el trópico, buscando el mismo concepto. En contraste, se ha seleccionado una encimera y un respaldo de cuarzo blanco.

En el primer nivel se han ubicado, además de las áreas sociales, las habitaciones de huéspedes y las áreas de servicio. Las habitaciones de huéspedes poseen agradables vistas a los jardines.

El proyecto maneja una altura de entrepiso de tres metros y las ventanas se colocan de piso a techo, con lo que se logra una sensación de amplitud y la deseada permeabilidad con el exterior.

En el segundo nivel se disponen un estar familiar, cuyas aberturas enmarcan las vistas al entorno, y las habitaciones de los propietarios. En estas habitaciones se eligen tonos de azules como una invitación hacia el mar para entrar a la residencia.

• Plantas arquitectónicas de primer y segundo nivel, secciones 1 y 2