Casa Yucayeque

En Yucayeque, los espacios abiertos se entrelazan de manera armoniosa y crean un vínculo fluido entre el interior y el exterior. Los límites se vuelven invisibles y permiten una transición sin costuras entre los espacios interiores y exteriores, lo que da como resultado un diseño innovador que conecta no solo áreas, sino también experiencias. A tono con el entorno tropical, esta vivienda está meticulosamente diseñada para aprovechar al máximo la incidencia de la luz y la brisa, creando un ambiente acogedor y sostenible. El estilo de vida dinámico se refleja en la versatilidad de los espacios, lo que permite adaptar la residencia a las necesidades cambiantes de sus habitantes.

La visionaria arquitecta y dueña, Pierina Pepén, emprendió el desafío de diseñar su segunda residencia para su joven familia, establecida durante varios años en Barcelona. Su objetivo era crear un hogar a medida, que reflejara sus apreciaciones por el trabajo artesanal y proporcionara el espacio perfecto para descansar, disfrutar en compañía de su familia y recibir amigos.

En el corazón del proyecto, la arquitecta expresó una fusión única de forma y función en la que cada detalle refleja una atención meticulosa. Desde la estratégica orientación para maximizar las corrientes de aire hasta el mobiliario y los revestimientos diseñados a medida, este proyecto es un testimonio del compromiso con una arquitectura personalizada.

Desde el principio estuvo el propósito de aprovechar la brisa natural como aliada del diseño. La orientación de la casa fue cuidadosamente planificada para optimizar las corrientes de aire y crear un ambiente fresco y ventilado durante todo el año. Los espacios abiertos y las ventanas estratégicamente ubicadas invitan a la naturaleza a entrar y difuminan los límites entre el interior y el exterior.

Las diversas estancias de la residencia están dispuestas a lo largo de un eje de circulación que atraviesa todo el terreno, que es rectangular pero estrecho. Al ingresar se es recibido por un entorno sereno, con un espejo de agua enmarcado por arbustos de baja estatura, y desde allí se inicia un recorrido que lleva a las áreas sociales y finalmente a la espaciosa terraza junto a la piscina. La sala de estar se extiende hacia una terraza expansiva, donde la frescura de la naturaleza se convierte en una parte esencial de la experiencia diaria. La cocina de diseño abierto y el generoso comedor al aire libre se convierten en el epicentro de las reuniones familiares y subrayan la intención de crear espacios acogedores que fomenten el encuentro y la convivencia.

Los revestimientos de los jardines interiores, las zonas comunes y las habitaciones, todos diseñados en el taller de la arquitecta, son una declaración de singularidad. Entro otros detalles se destacan el mural de madera MDF hidrófugo en la entrada, con piezas modulares talladas con rebajadora [router] y terminado con laca verde, y la pintura mural con tema geométrico en el salón, también de MDF cortado con rebajadora y laqueado.

• Planta arquitectónica y secciones