BID de Santo Domingo

Las nuevas oficinas del Banco Interamericano de Desarrollo en Santo Domingo se caracterizan por una imagen elegante y contemporánea, espacios acogedores e instalaciones técnicas de vanguardia. Se trata de la remodelación de una estructura existente que data de finales de los años treinta del siglo pasado.

Se crean patios interiores que conectan con la naturaleza, y se logra que el diseño del paisaje complemente esta arquitectura de diseño institucional para generar espacios de gran calidad que reflejan los objetivos de eficiencia, colaboración, innovación y transparencia del Banco. Las estrategias de diseño LEED implementadas por el equipo de Zahira Batista y Marcelo Alburquerque logran por primera vez en la República Dominicana la certificación Platinum LEED.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) trabaja desde 1959 en América Latina y el Caribe con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes a través de apoyo técnico y financiero. La República Dominicana fue uno de los países fundadores del Banco y en la actualidad se dedica a trabajar junto con el Gobierno dominicano y el sector privado para incrementar la capacidad institucional y, por ende, las oportunidades económicas de la nación dominicana.

Recientemente, el BID remodeló una edificación de arquitectura moderna para sus instalaciones operativas. Se trata de la reconversión y adaptación de la casona que albergaba la antigua sede de la Embajada de los Estados Unidos en la República Dominicana, ubicada en el tradicional sector de Gazcue de la capital dominicana. La estructura original data de finales de los años treinta del siglo pasado, por lo que tuvo que ser reforzada estructuralmente para cumplir con las normativas sísmicas actuales. La intervención se caracteriza por el respeto y rescate de la esencia del diseño original. El proyecto consistió, por una parte, en la restauración y puesta en valor de algunos elementos distintivos de la casa original, como los pórticos, los desagües pluviales vistos y el revestimiento de ladrillo. Por otra parte, la estructura existente se intervino para generar varios patios interiores que logran espacios más transparentes e iluminados, con vistas agradables que aportan a la vez una temperatura más baja y celebran lo tropical de la ubicación.

Se reorganiza la entrada al lote sobre la calle César Nicolás Penson —antes estaba dispuesta diagonalmente en la esquina—. Esto logra una relación más amable y funcional con el entorno, a la vez que se establece un diálogo con el eje principal de la edificación. El amplio estacionamiento se reviste de adoquines y se dota de un elegante diseño de paisaje tropical. La rotonda existente cambia de forma y su rediseño jerarquiza el mismo eje principal. La entrada a la edificación se dota de una marquesina que aporta un carácter contemporáneo a la intervención. Se realiza con una estructura metálica y techo de tablillas de madera cubiertas de vidrio templado.

Se mantiene el diseño original de la recepción octagonal y se realza su valor al descubrir el techo cuya bóveda había sido cubierta en una de las intervenciones anteriores. Se jerarquiza la bóveda con el diseño de iluminación indirecta y la adición de carácter contemporáneo de nubes acústicas colgantes de forma circular y en colores neutros a diferentes alturas. En las paredes se incluyen revestimientos de madera laminada, los cuales, unidos a los mármoles blancos y negros, constituyen un buen aliado para realzar el carácter elegante de la obra. A continuación de la recepción se encuentra el área pública dedicada a reuniones externas, conferencias y capacitaciones. Cuenta con un salón para ochenta personas que puede subdividirse en dos. En la antesala de esta área se destaca el diseño del plafón curvo retroiluminado y los magníficos sketches exploratorios del proyecto realizados por el arquitecto Albuquerque.

El espacio octogonal de recepción da paso al área del proyecto dedicada a los espacios de trabajo. Se accede a ellos a través de las acogedoras salas de espera. Estas salas se llenan de colorido y texturas gracias a la selección del mobiliario, los elementos de decoración y el trabajo de tablillas de madera en el cielo raso y paneles divisorios. A continuación se disponen salones de reuniones enmarcados por los patios interiores. Las divisiones de cristal de estos salones permiten que se bañe de luz natural el corredor que lleva al área de trabajo general. Se llega así a un amplio espacio compuesto por estaciones de trabajo modulares. Se incluyen pequeños salones de reuniones cerrados que ofrecen privacidad para sesiones individuales o de pequeños grupos. Se cuenta, además, con una sala de innovación, un espacio que permite encuentros informales y relajación. Como parte de las instalaciones, se cuenta también con un pequeño gimnasio para los empleados. La circulación original en cruz se interrumpe por los patios interiores que logran bañar todos los espacios con luz natural y generar agradables vistas.

BID de Santo Domingo (2019)
  • Dirección: César Nicolás Penson 72, Santo Domingo
  • Área de construcción: 3,200 m2
  • Diseño arquitectónico: Marcelo Alburquerque, Arquitectos. Arq. Marcelo Alburquerque (gerente técnico), Arq. Zahira Batista (gerente de proyecto)
  • Consultor LEED: Arq. Neiquel Filpo, Índices
  • Diseño del paisajismo: Estudio PWP, Lowell Whipple, Ana y Clara Portela
  • Estructural: Ing. Leonardo Reyes Madera
  • Sistema sanitario, contraincendios y rutas de evacuación: Dimesa, Diseños Mecánicos y Sanitarios. Ing. Eddy Villar y Arq. Gerardo Guzmán
  • Mecánico: JHU Ing. Julio Hiraldo y Asocs., ing. Alexander Hiraldo
  • Eléctrico: STMA Sistemas Tecnologías y Maquinarias, ing. Iván Jiménez
  • Contraincendios: Incifire, Fire Protection Specialist, ing. Alejandro Soto
  • Contratista general: Imbert Domínguez y Asociados
  • Arte, diseño de montaje: Colaboración con la artista Quisqueya Henríquez, instalación de la colección de obras permanentes del BID, fotomontajes. Nuevas adquisiciones: murales de Laura Castro y serie “Puestos” de Quisqueya Henríquez
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