Alejandro Aravena: otro Pritzker para Latinoamérica

En su edición número 41, el Premio Pritzker de Arquitectura 2016 fue otorgado a Alejandro Aravena. Al recibir este premio se convirtió en el primer chileno ganador del Premio Pritzker y el cuarto latinoamericano, después de Luis Barragán (1980), Oscar Niemeyer (1988), y Paulo Mendes da Rocha (2006). Aravena fue catalogado por el jurado como un arquitecto pionero en un tipo de práctica que produce obras arquitectónicas de gran alcance que abordan los retos fundamentales del siglo 21. Su obra da oportunidades económicas a los menos privilegiados, mitiga los efectos de los desastres naturales, reduce el consumo de energía y proporciona espacios públicos acogedores.

Alejandro Aravena lidera una nueva generación de arquitectos que tiene una comprensión integral del medio ambiente construido y ha demostrado claramente la capacidad de conectar la responsabilidad social, las necesidades económicas, el diseño del hábitat humano y la ciudad. Pocos han sabido responder a las exigencias de la práctica de la arquitectura en tanto esfuerzo artístico, así como a los desafíos sociales y económicos de hoy en día. Aravena ha logrado ambos, y al hacerlo ha expandido de manera significativa el papel del arquitecto.

Nacido en 1967 y en ejercicio desde 1994, Aravena ha aplicado sistemáticamente la arquitectura con claridad de visión y gran habilidad. Ha proyectado varios edificios para su alma máter, la Universidad Católica de Chile, incluyendo la Escuela de Matemáticas (1998), la Facultad de Medicina (2001), la Escuela de Arquitectura (renovación, 2004), las Torres Siamesas (2005) y más recientemente el Centro de Innovación UC-Anacleto Angelini (2014). Cada edificio muestra la comprensión de la forma en que la gente utiliza la instalación, el uso razonado y adecuado de los materiales, y el compromiso con la creación de espacios públicos en beneficio de la comunidad en general.

En el Centro Angelini, la madurez de este arquitecto es evidente. La estructura, imponente a la distancia, es muy humana y acogedora. Al contrario de la tradición, el edificio es una estructura de hormigón, opaca en el exterior y con un atrio de cristal lleno de luz en el interior. Con el perímetro masivo del edificio, el consumo de energía es mínimo. El interior tiene muchos lugares para encuentros espontáneos y cuenta con la transparencia que permite ver la actividad en todas partes. Aravena ha creado un ambiente rico con espacios vivos, interesantes y agradables.

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Alejandro Aravena ha producido obras de excelencia arquitectónica privadas, públicas y educativas, tanto en su país como en el extranjero, incluyendo los Estados Unidos –una residencia y comedor en la St. Edward’s University de Austin (Texas)– y China –en Shanghai, para la compañía farmacéutica Novartis–. Ha llevado a cabo proyectos de diferentes escalas, desde viviendas unifamiliares hasta grandes edificios institucionales. En todas sus obras se aproxima a la tarea con una frescura y sin ninguna idea o forma predeterminada. Entiende los materiales y la construcción, pero también la importancia de la poesía y la habilidad de la arquitectura para comunicarse en diferentes niveles.
Lo que realmente diferencia a Aravena es su compromiso con la vivienda social. Desde el año 2000 y la creación de Elemental, él y sus colaboradores han realizado regularmente trabajos con objetivos sociales muy claros. Llamando a la compañía un «do tank», en oposición a un “think tank”, se han construido más de 2,500 unidades de vivienda social de bajo costo con soluciones arquitectónicas imaginativas, flexibles y prácticas.

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El equipo de Elemental participa en todas las fases del complejo proceso de proporcionar viviendas a los más necesitados: colabora con políticos, abogados, investigadores, residentes, autoridades locales y constructores con el fin de obtener los mejores resultados posibles en beneficio de los residentes y la sociedad. La comprensión de la importancia que poseen las aspiraciones de los habitantes, su participación activa y la inversión en un proyecto, así como el buen diseño, han contribuido a la creación de nuevas oportunidades para los menos favorecidos. Este enfoque amplía el ámbito tradicional del arquitecto y transforma al profesional en una figura universal, con el objetivo de encontrar una solución verdaderamente colectiva para el entorno construido.

Alejandro Aravena personifica la reaparición de un arquitecto más comprometido socialmente, especialmente en su compromiso a largo plazo para hacer frente a la crisis mundial de la vivienda y la lucha por un mejor entorno urbano para todos. Su profundo conocimiento de la arquitectura y la sociedad civil se refleja en su escritura, su activismo y sus diseños. El papel del arquitecto enfrenta actualmente el desafío de servir a más necesidades sociales y humanitarias, y Alejandro Aravena ha respondido a este desafío clara, generosa y totalmente. Por la inspiración que ofrece a través de su ejemplo y sus contribuciones al pasado y al futuro la arquitectura y la humanidad, Alejandro Aravena es el ganador del Premio Pritzker de Arquitectura 2016.

Alejandro Aravena

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Alejandro Aravena nació el 22 de junio de 1967 en Santiago de Chile. Se graduó de arquitecto en la Universidad Católica de Chile en 1992. En 1994 estableció su propia práctica, Alejandro Aravena Arquitectos. Desde el 2001 ha estado al frente de Elemental «Do Tank», y se centra en proyectos de interés público e impacto social, incluyendo la vivienda, el espacio público, la infraestructura y el transporte.

Elemental ha construido en Chile, Estados Unidos, México, China y Suiza. Después del terremoto de 2010 y el tsunami que afectó a Chile, Elemental fue llamado para trabajar en la reconstrucción de la ciudad de Constitución. Los socios de Aravena en Elemental son Gonzalo Arteaga, Juan Cerda, Víctor Oddó y Diego Torres.
Alejandro Aravena es el director de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2016. Fue ponente en TED Global en Río de Janeiro en el 2014. Fue miembro del jurado del Premio Pritzker de Arquitectura de 2009 a 2015.

En el 2010 fue nombrado fellow international del Real Instituto de Arquitectos Británicos (RIBA) y distinguido como uno de los 20 nuevos héroes del mundo por la revista Monocle. Es miembro del consejo del Programa de Ciudades de la Escuela de Economía de Londres desde el 2011; asesor regional del Centro David Rockefeller para Estudios Latinoamericanos; miembro del directorio de la Fundación suiza Holcim desde el 2013; miembro fundador de la Sociedad de Políticas Públicas de Chile; y líder del Laboratorio de Diseño de Helsinki para SITRA, el Fondo de Innovación del Gobierno finlandés. Fue una de las cien personalidades que contribuyeron en la Cumbre Mundial de Río+20 en el 2012.

Aravena fue profesor en la Escuela Superior de Diseño de Harvard (2000 y 2005); y también enseñó en la Universidad IUAV de Venecia (2005), en la Asociación de Arquitectura de Londres (1999), y en la Escuela de Economía de Londres. Se ha desempeñado en la Cátedra Elemental Copec en la Universidad Católica de Chile desde el año 2006.

Es autor de Los hechos de la arquitectura (1999), El lugar de la arquitectura (2002) y Material de arquitectura (2003). Su trabajo ha sido publicado en más de cincuenta países, Electa publicó la monografía Alejandro Aravena; progettare e costruire (Milán, 2007) y Toto publicó Alejandro Aravena; the Forces in Architecture (Tokio, 2011). Hatje-Cantz publicó la primera monografía dedicada a los proyectos de viviendas sociales: Elemental: manual de vivienda incremental y diseño participativo (Berlín, 2012), que se puso a circular en la 12.ª Exposición Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia.

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Un comentario en “Alejandro Aravena: otro Pritzker para Latinoamérica

  • Luis - hace 8 años atrás -

    hola, ustedes tienen disponible el libro «Elemental. Manual de vivienda incremental y diseño participativo»?

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